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Revista BCV

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Revista BCV • Vol. XXII. N° 2. Caracas, julio-diciembre 2008 • ISSN: 0005-4720

Revista BCV 1941Caracas, Banco Central de Venezuela Semestral ISSN: 0005-4720 1. Distribución del ingreso - Venezuela 2. Comercio internacional 3. Política petrolera - Venezuela 4. Estadística y macroeconomía

© Banco Central de Venezuela, 2008 Hecho el depósito de Ley Depósito Legal: pp 198602CS937

Dirección: Banco Central de Venezuela, Edificio Sede, piso 3, Av. Urdaneta, Esquina de Las Carmelitas, Caracas 1010 Dirección postal: Apartado 2017, Carmelitas, Caracas 1010, Venezuela Teléfono: (58-212) 801 5380 Fax: (58-212) 861 0021 [emailprotected] www.bcv.org.ve

RIF: G-20000110-0 Producción editorial: Departamento de Publicaciones BCV Diseño de carátula: Luis Giraldo Diseño de la tripa: Ingard Gherembeck Diagramación: Elena Roosen Corrección: María Enriqueta Gallegos Traducción: Carlos Carrero y Víctor Díaz Impresión: Tiraje: 1.000 ejemplares

Las opiniones expresadas en esta revista son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan el criterio del Banco Central de Venezuela.

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008 • ISSN 0005-4720

Contenido Contenido

Presentación

13

Carlos Mendoza Potellá

Francisco Mieres. In memoriam

19 Humanismo integral Gastón Parra Luzardo y Carlos Mendoza Potellá

21 Idealismo y pasión Domingo F. Maza Zavala

Artículos

25 La distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006: el impacto de las transferencias de dinero César Gallo

71 Diversificación de mercados y el crecimiento de las exportaciones en América Latina Lenin Balza, María Caballero, Leonardo Ortega y José Pineda

105 El diseño de la política petrolera en Venezuela: un enfoque de economía política Belkis Núñez y Carolina Pagliacci

146 Métodos bayesianos para la predicción de variables macroeconómicas en Venezuela Daniel Barráez, Wendy Bolívar y Virginia Cartaya

Documentos

169 Introducción Carlos Mendoza Potellá

171 Análisis de los fundamentos para la creación del Banco del Sur Jesús Cova

181 Venezuela ante la situación actual y perspectivas del mercado petrolero mundial Carlos Mendoza Potellá

187 Volatilidad de los precios del petróleo: ¿especulación, cobertura, fundamentos, cambios estructurales? Carlos García González y Carlos Mendoza Potellá

Obras reseñadas

197 Unamef Innovaciones de los sistemas de pagos minoristas en Venezuela, 2006

199 Theotonio Do Santos Del terror a la esperanza, auge y decadencia del neoliberalismo

203 Duncan Clarke Empires of oil

Información editorial Anexo

207

Suplemento Biblioteca del Pensamiento Económico Francisco Mieres. Crisis capitalista y crisis energética

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008 • ISSN 0005-4720

Contents Table of contents

Presentation

13

Carlos Mendoza Potellá

Francisco Mieres. In memoriam

19 Comprehensive humanism Gastón Parra Luzardo and Carlos Mendoza Potellá

21 Idealism and passion Domingo F. Maza Zavala

Articles

25 The income distribution in Venezuela during the period 1997-2006: the impact of money transfers César Gallo

71 Markets diversification and export growth in Latin America Lenin Balza, María Caballero, Leonardo Ortega and José Pineda

105 Devising an oil policy in Venezuela: an approach of political economy Belkis Núñez and Carolina Pagliacci

146 Bayesian methods for predicting macroeconomic variables in Venezuela Daniel Barráez, Wendy Bolívar and Virginia Cartaya

Documents

169 Introduction Carlos Mendoza Potellá

171 Analyzing the foundations laying under the creation of the Bank of the South Jesús Cova

181 Venezuela in face of the current situation and perspectives of the world oil market Carlos Mendoza Potellá

187 Volatility of oil prices: speculation, coverage, foundations, structural changes? Carlos García González and Carlos Mendoza Potellá

Reviews

197 Unamef Innovations in the retailers’ payment systems in Venezuela, 2006

199 Theotonio dos Santos From terror to hope, rise and fall of neoliberalism

203 Duncan Clarke Empires of oil

Editorial information Appendix

207

Suplemento Biblioteca del Pensamiento Económico Francisco Mieres. Crisis capitalista y crisis energética (Francisco Mieres. Capitalist and energetic crises)

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008 • ISSN 0005-4720

Conteúdo Conteúdo

Apresentação

13

Carlos Mendoza Potellá

Francisco Mieres. In memoriam

19 Humanismo integral Gastón Parra Luzardo e Carlos Mendoza Potellá

21 Idealismo e paixão Domingo F. Maza Zavala

Artigos

25 A distribuição de renda na Venezuela durante o período 1997-2006: o impacto das transferências de dinheiro César Gallo

71 Diversificação de mercados e o crescimento das exportações na America Latina Lenin Balza, María Caballero, Leonardo Ortega e José Pineda

105 O delineamento da política petroleira na Venezuela: uma abordagem de economia política Belkis Núñez e Carolina Pagliacci

146 Métodos bayesianos para a predição de variáveis macroeconômicas na Venezuela Daniel Barráez, Wendy Bolívar e Virginia Cartaya

Documentos

169 Introdução Carlos Mendoza Potellá

171 Análise dos fundamentos para a criação do Banco do Sul Jesús Cova

181 Venezuela face à situação atual e perspectivas do mercado petroleiro mundial Carlos Mendoza Potellá

187 Volatilidade dos preços do petróleo: especulação, cobertura, fundamentos, câmbios estruturais? Carlos García González e Carlos Mendoza Potellá

Obras resenhadas

197 Unamef Inovações nos sistemas de pagamentos de varejistas na Venezuela, 2006

199 Theotonio dos Santos Do terror à esperança, auge e decadência do neoliberalismo

203 Duncan Clarke Impérios de petróleo

Informação editorial Anexo

207

Suplemento Biblioteca do Pensamento Econômico Francisco Mieres. Crisis capitalista y crisis energética (Francisco Mieres. Crise capitalista e crise energética)

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008 • ISSN 0005-4720

Contenú Contenú

Présentation

13

Carlos Mendoza Potellá

Francisco Mieres. In memoriam

19 Humanisme intégral Gastón Parra Luzardo et Carlos Mendoza Potellá

21 Idéalisme et passion Domingo F. Maza Zavala

Articles

25 La distribution des revenus au Venezuela pendant la période 1997-2006. L’impact des virements d’argent César Gallo

71 La diversification des marchés et croissance des exportations en Amérique Latine Lenin Balza, María Caballero, Leonardo Ortega et José Pineda

105 Le dessin de la politique pétrolière au Venezuela. Une approche d’économie politique Belkis Núñez et Carolina Pagliacci

146 Les méthodes bayésiennes pour la prédiction de variables macroéconomiques au Venezuela Daniel Barráez, Wendy Bolívar et Virginia Cartaya

Documents

169 Introduction Carlos Mendoza Potellá

171 Analyse des bases pour la création de la Banque du Sud Jesús Cova

181 Le Venezuela face à la situation actuelle et les perspectives du marché pétrolier mondial Carlos Mendoza Potellá

187 La volatilité des prix du pétrole. Spéculation, couverture, fondements, changements structurels? Carlos García González et Carlos Mendoza Pottellá

Comptes-rendus

197 Unamef Innovations aux systèmes de payement minoritaires au Venezuela, 2006

199 Theotonio Do Santos Du terreur a l’espoir, l’essor et la chute du neolibéralisme

203 Duncan Clarke Empires du pétrole

Information éditoriale Anexo

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Suplemento Biblioteca del Pensamiento Económico Francisco Mieres. Crisis capitalista y crisis energética (Francisco Mieres. Crise capitaliste et crise énergétique)

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 13-16 • ISSN: 0005-4720

Presentación Presentación

La sección Artículos de este segundo número de 2008 contiene cuatro trabajos en los cuales se abordan temas históricos y contemporáneos de política económica, macroeconomía e instrumentos para la predicción y el análisis económico, a saber: el impacto de las transferencias de dinero hacia los sectores más pobres en la distribución global del ingreso en Venezuela entre 1997 y 2006, la diversificación de mercados y el crecimiento de las exportaciones en América Latina, un enfoque de economía política sobre el diseño de la política petrolera venezolana y una evaluación del uso de métodos bayesianos en el modelaje y predicción de variables macroeconómicas en Venezuela. En la sección Documentos se incluye un análisis de los fundamentos para la creación del Banco del Sur y dos trabajos sobre economía petrolera: uno relativo a la situación actual del mercado petrolero internacional, sus perspectivas y la posición de Venezuela ante tal evolución y, el segundo, una recopilación documental que recoge varios enfoques sobre los distintos factores que inciden en la volatilidad de los precios del petróleo. En la sección Obras Reseñadas se comentan tres títulos: Innovaciones en los sistemas de pagos minoristas en Venezuela, 2006, de la Unidad de Análisis del Mercado Financiero del BCV, Del terror a la esperanza… de Theotonio Do Santos (coedición BCV-Monte Ávila Editores) y Empires of oil de Duncan Clarke. Como es usual, en el volumen se incluye la información editorial sobre la revista y sus normas. El suplemento de la Revista, Biblioteca del Pensamiento Económico, está dedicado en esta oportunidad a una obra del recientemente fallecido doctor Francisco Mieres, Crisis capitalista y crisis energética, de la cual se presentan sus tres últimos capítulos, en los que se recogen análisis y planteamientos de hace más de treinta años pero con una innegable vigencia contemporánea.

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Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

Presentation The section Artículos of this second number of 2008 includes four works that deal with historical and contemporary subjects on economic policy, macroeconomy and instruments of economic analysis and prediction, namely: the impact of money transfers towards the poorest sectors in the global income distribution in Venezuela between 1997 and 2006, the markets diversification an export growth in Latin America, an approach of political economy on the Venezuelan oil policy and the assessment on the use of Bayesian methods for modeling and predicting macroeconomic variables in Venezuela. In the section Documentos, we have included an analysis on the foundations that supported the creation of the Bank of the South and two works about oil economy: the first one refers to the current situation of the international oil market, perspectives and the Venezuela’s position in front of such evolution, and the second to a documentary compilation collecting various approaches about different factors that affect the volatility of oil prices. Obras reseñadas includes three titles: Innovations in the retailers’ payment systems in Venezuela, 2006, from the BCV’s Unit of Financial Market Analysis, From terror to hope… by Theotonio Do Santos (co-edited BCV-Monte Ávila Editores) and Empires of oil by Duncan Clarke. As usual, this edition includes editorial information about the magazine and its rules. This time, the supplement of the magazine Biblioteca del Pensamiento Económico (Library on Economic Thinking) has been dedicated to the work carried out by the deceased doctor Francisco Mieres, Capitalist and energy crises, specifically to the last three chapters of this publication. The analysis and ideas provided by the author 30 years ago still keep an irrefutable contemporary relevance.

Apresentação A seção Artículos desse segundo número de 2008 contém quatro trabalhos nos quais se tratam temas históricos e contemporâneos de política econômica, macroeconomia e instrumentos para a predição e a analise econômica, eles são: o impacto das transferências de dinheiro para os setores mais pobres na distribuição global da renda na Venezuela em 1997 e 2006, a diversificação de mercados e o crescimento das exportações na América Latina, uma abordagem de economia política sobre o delineamento da política petroleira venezuelana e uma avaliação do uso de métodos bayesianos na modelagem e predição de variáveis macroeconômicas na Venezuela.

Presentación / Presentation / Apresentação / Présentation

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Na seção Documentos se inclui uma análise sobre os fundamentos para a criação do Banco do Sul e dois trabalhos sobre economia petroleira: um a respeito da situação atual do mercado petroleiro internacional, suas perspectivas e a posição da Venezuela em face dessa evolução e o segundo, uma compilação documental que reúne várias abordagens sobre os diferentes fatores que incidem na volatilidade dos preços do petróleo. Na Seção Obras Resenhadas se comentam três títulos: Inovações nos sistemas de pagamentos de varejistas na Venezuela Venezuela, 2006, da Unidade de Análise do Mercado Financeiro do BCV, Do terror à esperança… de Theotonio dos Santos (co-edição BCV-Monte Ávila Editores) e Impérios de petróleo de Duncan Clarke. Como já é usual, no volume se inclui a informação editorial sobre a revista e suas normas. O suplemento da Revista Biblioteca del Pensamiento Económico (Biblioteca do Pensamento Econômico) está dedicado nesta oportunidade a uma obra do recentemente falecido doutor Francisco Mieres, Crise capitalista e crise energética da qual se apresentam seus três últimos capítulos, neles se tomam análises e colocações de mais de trinta anos, mas com uma inegável vigência contemporânea.

Présentation La section Articles de cette deuxième édition de 2008 comprend quatre travaux qui touchent des thèmes historiques et contemporains de politique économique, macroéconomie et d’instruments pour la prédiction et l’analyse économique, par exemple l’impact des virements d’argent sur les secteurs les plus pauvres dans la distribution mondiale du revenu au Venezuela entre 1997 et 2006; la diversification des marchés et la croissance des exportations en Amérique Latine; une approche d’économie politique sur le dessin de la politique pétrolière vénézuélienne et une évaluation de l’usage de méthodes bayésiennes dans le modelage et la prédiction de variables macroéconomiques au Venezuela. La section Documents comprend une analyse des fondements pour la création de la Banque du Sud et deux travaux sur l’économie pétrolière. Un de ces travaux parle de la situation actuelle du marché pétrolier international, de ses perspectives et de la position du Venezuela face à telle évolution. L’autre parle d’une compilation documentaire qui comprend des approches sur des différents facteurs qui ont une incidence sur les prix du pétrole. La section Ouvrages signalés comprend des commentaires sur trois titres, Innovations au systèmes de payement minoritaires au Venezuela, 2006, de l’Unité

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d’Analyse du Marché Financier du BCV (Unamef), De la terreur à l’espoir… de Theotonio Do Santos (coédition BCV-Monte Ávila Editores) et Empires of oil de Duncan Clarke. Comme toujours, cette édition inclut l’information éditoriale sur la revue et ses normes. Le supplément de cette revue Biblioteca del Pensamiento Económico (Bibliothèque de la Pensée Économique) est particulièrement dédié à l’ouvrage du docteur Francisco Mieres, récemment décédé, Crise du capitalisme et crise énergétique. Nous incluions les trois derniers chapitres qui comprennent des analyses et des propositions qui datent de plus d’une trentaine d’années mais qui ont une indéniable vigueur contemporaine.

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Mieres

Francisco Mieres. In memoriam

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 19-20 • ISSN: 0005-4720

Humanismo integral

Parra Luzardo Mendoza P. Gastón Parra Luzardo

Carlos Mendoza Potellá

Francisco Mieres pudo haber dicho, a la manera de Goethe, “nada humano me es ajeno”. El curso vital de Francisco Mieres fue el ejercicio de una vigilia perenne por la humanidad y su entorno, por la naturaleza toda como conjunto de sistemas interdependientes, pero sobre todo, por los más débiles, por los humillados y marginados. Se mantuvo en la lucha permanente contra el subdesarrollo y la dependencia; por la soberanía de los pueblos del Sur sobre sus recursos naturales; contra el colonialismo y el neocolonialismo; contra el imperialismo, el fascismo y el racismo; por el socialismo, contra el stalinismo, el pensamiento uniformado y la estupidez burocrática; por la integración latinoamericana y SurSur, por la causa del pueblo palestino, por los sin tierra del Brasil y los piqueteros de Argentina; por los yanomami, los warao, los yukpas, los barí, los wayú, los paraujanos y todas las etnias americanas en proceso de exterminio; contra la “paz blanca” de terratenientes y desarrollistas petroleros y carboníferos. Cualquier lista que se haga será incompleta para registrar el mundo de preocupaciones de este incansable combatiente. Todas las manifestaciones auténticas del espíritu humano le merecieron atención y dedicación: desde la música coral de sus días de estudiante universitario hasta las más genuinas expresiones del arte popular venezolano, desde Benito Quiroz y Un Solo Pueblo, pasando por las cumbres de la música universal. Así mismo, y de la mano de Aquiles Nazoa, con Neruda, Cantinflas y Charles Chaplin. Político militante y comprometido, fue siempre un iconoclasta, que vivió el desgarramiento íntimo de descubrir y combatir las perversiones del “socialismo real” y la frustrante búsqueda de un “socialismo con rostro humano”. Estimuló el desarrollo de todas las formas de organización popular alternativa, desde asociaciones de vecinos y juntas ambientales hasta el Foro Social Mundial.

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Economista integral desde sus tiempos como asistente de investigación en el Banco Central de Venezuela hasta su incorporación a la entonces recién fundada Academia Nacional de Ciencias Económicas, se inspiró en el pensamiento y la obra nacionalista de Juan Pablo Pérez Alfonzo para fundar y desarrollar el Postgrado en Economía y Administración de Hidrocarburos, centro de investigación y formación transdisciplinaria, desde donde se libraron intensas batallas por una auténtica nacionalización de la industria petrolera y en oposición a la estafa histórica de la gerencia transnacional enquistada a partir de 1976 en los puestos de comando de la empresa petrolera estatal. De su labor como investigador y periodista queda el testimonio de varios libros, trabajos académicos inéditos, los editoriales de su última aventura periodística, la revista Sudaca, y centenares de artículos publicados en cinco décadas, en diarios y revistas nacionales e internacionales. En esta edición, la Revista BCV dedica su Suplemento, Biblioteca del Pensamiento Económico, a una de las obras paradigmáticas de Francisco Mieres: Crisis capitalista y crisis energética.

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 21-22 • ISSN: 0005-4720

Idealismo y pasión

Maza Zavala Domingo F. Maza Zavala

La característica –que fue también virtud– de Francisco Mieres, en mi opinión, fue su acendrado idealismo, no el filosófico sino el de la humana pasión. La causa principal de su idealismo fue su lucha por el advenimiento de una sociedad más justa, más equilibrada, más equitativa y más libre. En el mismo sentido, fue un apóstol por la solidaridad de los pueblos, bajo el signo de un internacionalismo fraternal, sustentado en la paz y la cooperación, al margen de toda dominación, imposición. Al abrazar un ideal, Mieres se entregaba por entero, como una obsesión, y lo hacía con entusiasmo, con energía, con voluntad. Militó siempre en las filas de la defensa ecológica, del medio ambiente, de la sanidad de la naturaleza amenazada por múltiples riesgos, entre los cuales el deterioro de la capa de ozono, el recalentamiento del planeta y la desertificación no son los menores. No dejó de luchar por la causa de los indígenas, nuestros antepasados y sus descendientes, discriminados, abandonados y hostigados, cuando pueden ostentar mayores derechos a la tierra cultivable, a las aguas y los bosques. Entre los afanes de su estudio e investigación destaca la cuestión del petróleo y sostenía convencido la tesis de un futuro pospetrolero en que esta materia no tendría la importancia crucial que tiene, aunque podría seguir siendo utilizado como materia prima industrial para una amplia gama de productos. Su formación marxista le dotaba de principios y métodos que aplicaba rigurosamente en sus obras, que son textos clásicos en la materia. Era franco y directo en la expresión de sus opiniones, ideas y pareceres y los sostenía con pasión. Fue integrante del primer curso de Dinámica Económica que dicté –profesor novel– en la Facultad de Economía de la Universidad Central (1949-1950) y junto con otros cursantes me ayudó con su comprensión y buena voluntad a superar las explicables deficiencias de aquella iniciación docente. En el transcurso de la vida no siempre estuvimos de acuerdo en el tratamiento de algunos asuntos, pero ello nunca fue óbice para nuestra cordialidad. Estimo que su ausencia deja un notable vacío en las filas

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profesionales de la economía y en las actuaciones políticas, así como en la relación humana, que representa un valor superior en la vida social.

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Artículos

Artículos

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 25-69 • ISSN: 0005-4720

La distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006: el impacto de las transferencias de dinero

Gallo César Gallo*

Resumen Las transferencias de dinero hacia los grupos de menores ingresos ha sido una de las muchas políticas sociales con las cuales los gobiernos de casi todos los países del mundo intentan redistribuir el ingreso que se genera en sus economías, con el fin de reducir los niveles de desigualdad. En el caso venezolano, las ayudas, becas y subsidios han estado en las agendas de casi todos los gobiernos, pero ha sido a partir del gobierno asumido en 1999 que se ha puesto especial énfasis en ello, no sólo por la ampliación de la cobertura de beneficiarios, sino por el despliegue propagandístico hecho al respecto. Esta situación estimuló el presente trabajo, el cual se propuso estudiar la evolución de la desigualdad de ingresos en el período 1997-2006 y evaluar formalmente el impacto en la misma de la mencionada política. El estudio determinó que dicho impacto ha sido poco relevante en la tendencia que registró la desigualdad de ingreso en el período considerado y da base para pensar que es el mercado laboral el que la determina. Palabras clave: Distribución / Desigualdad / Transferencias Código JEL: O15

* Ingeniero Eléctrico y Economista, Universidad Central de Venezuela (UCV). Magíster en Planificación del Desarrollo, Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes). Magíster en Economía con Especial Referencia a América Latina, Queen Mary College, Universidad de Londres. PhD en Filosofía, Universidad de Londres. Profesor Titular jubilado de la UCV. Correo electrónico: [emailprotected]

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Abstract In most countries the government uses money transfers towards low income groups as a social policy aimed at redistributing the income generated by their economies and thus to reduce the inequality level. This has also been the case of Venezuela for many years. But it has been since 1999, with the arrival of a new government, that this policy has been stressed not only by widening the coverage but also by increasing the amount of propaganda about it. This fact motivated this study about both the distribution of income in Venezuela during the period 1997-2006 and the impact of money transfers on income inequality. The results show that this impact has been irrelevant on inequality trends during this period and give support to the view that it is the labor market which drives income inequality trends. Key words: Distribution / Inequality / Transfers JEL code: O15

Resumo Na maior parte dos países, o governo utiliza as transferências de dinheiro para os grupos de menor renda como uma política social voltada para a redistribuição da renda gerada por suas economias, objetivando a redução do nível de desigualdade. No caso venezuelano as ajudas, bolsas e subvenções fizeram parte das agendas de quase todos os governos, mas foi desde o governo assumido em 1999 que se enfatizou especialmente nisso, não apenas pela ampliação da cobertura dos beneficiários, mas pela divulgação propagandística em torno dela. Essa situação estimulou o presente trabalho, o qual pretende estudar a evolução da desigualdade de renda no período 1997-2006 e avaliar formalmente o impacto dentro da mesma política mencionada anteriormente. O estudo determinou que esse impacto tem sido poço relevante na tendência exibida pela desigualdade de renda no período considerado e permite pensar que o fator determinante é o mercado de trabalho. Palavras chave: Distribuição / Desigualdade / Transferências Código JEL: O15

Résumé Les virements d’argent aux groupes de mineur revenu ont été une des plusieurs politiques sociales avec lesquelles les gouvernements de presque tous les pays du monde ont essayé de redistribuer le revenu généré avec leurs économies, afin de réduire les niveaux d’inégalité. Dans le cas du Venezuela, les aides, bourses et subventions ont figuré dans les programmes de presque tous les gouvernements, mais à partir de 1999, ils ont commencé à faire emphase sur

César Gallo / La distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006: el impacto de…

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ce métier, pas seulement pour élargir la couverture des bénéficiés mais aussi pour le déploiement de propagande. Cette situation a stimulé ce travail. Son objectif est d’étudier l’évolution de l’inégalité de revenu dans la période 19972006 et d’évaluer formellement l’impact de cette politique. L’étude a déterminé que cet impact n’est pas significatif dans la tendance qui a registré l’inégalité de revenu dans la période étudié, ce qui nous fait penser que seul le marché de travail détermine les inégalités. Mots clés: Distribution / Inégalité / Virements Code JEL: O15

Introducción Mucho se ha argumentado en la literatura que una alta desigualdad en una sociedad es obstáculo para el crecimiento y desarrollo, visión a la que se contrapone que la desigualdad es intrínseca al crecimiento económico. No es objeto de este trabajo entrar de nuevo en este debate aún vigente, pero en lo que sí pareciera haber acuerdo es que al desarrollo se le asocia con bienestar social y que para lograr éste es necesario que los beneficios del crecimiento económico se distribuyan de una manera equitativa entre los miembros de la sociedad que, de una manera u otra, han contribuido a generarlo, ya que así se disminuyen las tensiones sociales y los conflictos políticos. Una de las funciones más importantes del Estado es garantizar ese bienestar y de allí que los gobiernos de turno hayan puesto interés en implementar políticas dirigidas a ese fin, entre las que siempre han encontrado un lugar especial en sus agendas las de redistribución del ingreso generado en la economía, con el objeto de disminuir las desigualdades entre sus miembros. Entre ellas se encuentran como un denominador común las tributarias y las de transferencias de dinero. El equipo de gobierno que asumió esta responsabilidad en 1999 justamente ha colocado la inclusión social, la disminución de las desigualdades y la reducción de la pobreza como los objetivos centrales de su gestión, al menos en el discurso. Para ser coherentes con ese discurso, desde sus inicios ha implementado un conjunto de políticas sociales identificadas con el nombre común de “misiones”, la mayoría de ellas dirigidas a los sectores de educación y salud, concretadas en la forma de prestación de los correspondientes servicios, pero sin faltar las acostumbradas de transferencias de dinero tales como ayudas, becas, subsidios, pensiones, etcétera, las que se redimensionaron no sólo en términos de cobertura, sino también de montos reales y sobre todo de una gran difusión propagandística.

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Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

Este trabajo se enfoca precisamente en la efectividad de las transferencias de dinero en disminuir la desigualdad en la distribución del ingreso en el período 1997-2006. El estudio se inicia en 1997 con el fin de observar la situación previa a la gestión del gobierno que comenzó en 1999 y que prácticamente finalizó en 2006, año electoral de un nuevo período de gobierno constitucional que comenzó en 2007. El análisis utiliza microinformación de ingresos de individuos, sin procesamiento previo, proporcionada por la Encuesta de Hogares por Muestreo (EHPM), la cual es conducida semestralmente desde 1967 por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Toda la información pertinente a este trabajo ha sido íntegramente procesada por el autor y está presentada en el anexo en la forma de gráficos y cuadros. Para los cálculos de desigualdad se utilizaron los índices más populares en la literatura, los cuales son el coeficiente de Gini y el índice de Theil, este último perteneciente a la familia de índices de entropía generalizada. Para medir formalmente el impacto de las transferencias de dinero en la desigualdad de ingresos se aplicó la metodología desarrollada por Lerman y Yitzhaki (1985), la cual se explica en detalle en la quinta sección de este artículo. Los resultados del trabajo se presentan en siete secciones. En las dos siguientes se describen las evoluciones de las desigualdades, no sólo de los perceptores de ingreso, población en la que se enfoca el análisis, sino también de los hogares con fines comparativos. La cuarta está dedicada completamente a analizar los cambios en la distribución del ingreso, para lo cual primero se observan los cambios ocurridos en la participación de los ingresos de origen distinto al trabajo en el total y el papel que en esos cambios han jugado las transferencias de dinero del Gobierno. Luego, la atención se enfoca a la concentración del ingreso monetario total por deciles y los cambios que han tenido lugar en el poder adquisitivo del ingreso promedio por decil en términos del número de canastas alimentarias normativas que dichos ingresos pueden adquirir. En la sección quinta se analiza la distribución de los beneficiarios de las transferencias del Gobierno a través de los deciles de ingreso total y se evalúa formalmente el impacto de esas transferencias en la desigualdad correspondiente. Se incluyó una sexta sección en la que se explora el posible efecto en la desigualdad de ingresos que tendría la política de continuos aumentos de los salarios mínimos, a través de observar cómo se distribuyen los perceptores que reciben un salario igual o menor al mínimo en la distribución por deciles de ingreso. Finaliza esta presentación con un resumen de los principales resultados obtenidos y conclusiones generales referidas al objetivo arriba formulado.

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Evolución de la desigualdad entre perceptores de ingreso Los gráficos 1 y 2 muestran el comportamiento de la desigualdad entre perceptores de ingresos provenientes del trabajo (ingresos laborales), entre perceptores de ingresos provenientes de otras fuentes distintas al trabajo (ingresos no laborales) y entre perceptores de ingresos totales (ingresos laborales más ingresos no laborales) en Venezuela, calculada para los segundos semestres de cada año, usando tanto el coeficiente de Gini como el índice de Theil, respectivamente, para el período comprendido entre los años 1997 y 2006. Ambos índices describen un comportamiento bastante similar de la desigualdad, lo que permite algunas conclusiones sobre las tendencias. Sin embargo, conviene destacar que el índice de Theil muestra de manera más acentuada los cambios ocurridos durante el período del estudio (gráfico 2), lo cual se explica más adelante. La primera observación que puede hacerse es que la desigualdad de ingresos no laborales es mucho mayor a lo largo de todo el período, que la de ingresos laborales, pero las tendencias observadas por la desigualdad en ambos tipos de ingreso son las mismas. También, la desigualdad de ingresos totales es mayor que la de los laborales a lo largo de todo el período, lo cual está determinado por el hecho de que los ingresos no laborales forman parte de los ingresos totales. Sin embargo, la diferencia en este caso es muy pequeña, debido a que los ingresos laborales constituyen la mayor proporción de los ingresos totales. En efecto, la participación promedio del ingreso laboral en el total, para el período 1997-2006, fue 89,2%. Sin embargo, es de hacer notar que esa participación registró una tendencia decreciente a lo largo de todo el período en estudio, llegando a su nivel más bajo de 86,8% en el segundo semestre de 2006, después de haber alcanzado niveles cercanos a 93% a comienzos del mencionado período, lo cual obviamente se interpreta como una ganancia de importancia relativa de los ingresos no laborales en el ingreso total mensual de los venezolanos (ver gráfico 3). La magnitud de la diferencia promedio entre la desigualdad de ingresos no laborales y la de ingresos laborales se puede obtener a través de la diferencia entre los valores promedios del Gini y del Theil para los ingresos no laborales, los cuales fueron de 0,518 y 0,497, respectivamente, y los correspondientes para los ingresos laborales, que alcanzaron los valores de 0,426 y 0354, respectivamente, durante el período 1997-2006. En el caso del Gini, esta diferencia es mayor a 21% y en el caso del Theil es de 40%. Estos primeros resultados permiten concluir definitivamente que los ingresos no laborales se distribuyeron con una desigualdad mayor que los laborales, al menos para el período aquí considerado. Esa diferencia observada entre la desigualdad de ingresos no laborales y la de los laborales podría ser aún mayor si se toma en cuenta que, en general, en las

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encuestas de hogares existe un problema de subestimación, tanto de los ingresos laborales como de los no laborales, que está asociado a la tendencia de los individuos encuestados a subdeclarar o no declarar sus ingresos, especialmente los no laborales. Este problema, además, tiende a acentuarse en los niveles de ingresos más elevados, es decir, que los ingresos menos declarados y en consecuencia más subestimados son los más altos, tendiéndose así a subdeclarar fracciones mayores de ingresos en la medida en que éstos crecen, por lo que las estimaciones de la desigualdad aquí reportadas deberían tomarse más bien como los valores mínimos posibles. No obstante, éste es un problema relevante cuando el objetivo es estimar el nivel de la desigualdad en un momento determinado, pero no lo es tanto cuando lo que se quiere observar es su tendencia en el tiempo. En relación con esto último vale la pena destacar, nuevamente, que los gráficos 1 y 2 muestran una clara coincidencia en el patrón de comportamiento de ambas desigualdades, lo que permite algunas conclusiones sobre tendencias que se señalan de seguida. En primer lugar, vale la pena señalar que se observa un claro descenso de la desigualdad entre 1997 y 2000, momento a partir del cual se observa crecimiento hasta 2002, para iniciar un descenso hasta 2004. Entre este año y el siguiente se observa un crecimiento importante de la desigualdad, pero nuevamente ésta desciende en 2006. Es interesante destacar que a pesar de observarse dos momentos de crecimiento dentro del período del estudio, la desigualdad para los tres tipos de ingreso, calculada con el coeficiente de Gini, no llegó a superar su nivel inicial observado en 1997, mientras que en el año 2006 las desigualdades de ingresos totales y laborales alcanzaron sus niveles más bajos de todo el período1. Calculada con el índice de Theil, la desigualdad de ingresos laborales en 2005 sí superó su nivel inicial, pero la de ingresos totales y no laborales no. En el caso de los ingresos no laborales, el nivel más bajo del índice de Theil fue alcanzado en 2003. Así, ambos índices coinciden en reportar que dentro del período estudiado, el mayor nivel de desigualdad de ingresos no laborales se registró en 1997 y el menor para los ingresos totales y laborales ocurrió en 2006. Un hecho que se destacó anteriormente es que el índice de Theil reporta los cambios con mayor acentuación que el índice de Gini. Adicionalmente, se observa que el índice de Theil tiende arrojar menores valores que el Gini, excepto en los años en que se observa una “alta” desigualdad2. Este comportamiento podría explicarse, en lo que se refiere a las diferentes magnitudes, por el hecho de que el coeficiente de Gini, siendo una medida más intuitiva, proporciona 1 La desigualdad de ingresos no laborales, calculada con el coeficiente de Gini, alcanzó su nivel más bajo en 2004.

Esto es, por ejemplo, en el caso del Gini, valores superiores a 0,52.

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valores que se basan en el promedio de las diferencias entre el ingreso de cada individuo y el de todos los demás, mientras que los valores que proporciona el índice de Theil se basan en la comparación del ingreso de cada individuo con el ingreso promedio de toda la población. Por otro lado, el índice de Theil es más sensitivo a la presencia de valores extremos de ingreso en la data, que pudieran ser contaminaciones o reales, que el de Gini3. Esto sugiere que los aumentos importantes que se han observado en el comportamiento de la desigualdad en Venezuela durante el período en estudio como, por ejemplo, el incremento en 2001 y en particular el observado en 2005, pueden haber estado influenciados por la presencia de ingresos extremos. Las magnitudes de los cambios descritos anteriormente están reportadas en el cuadro 1. Allí se pueden observar varios hechos interesantes. En primer lugar, la desigualdad en todos los tipos de ingreso registra un descenso para todo el período al comparar los años extremos 1997 y 2006, no observándose una diferencia importante en la magnitud de ese descenso según el tipo de ingreso. Calculada con el Gini, el decrecimiento promedia 14% y con el Theil 26%. Segundo, la desigualdad en los ingresos no laborales experimenta su mayor caída en la primera parte del período de este estudio, es decir, entre 1997 y 2000. Por su parte, la desigualdad de ingresos laborales registra su mayor descenso hacia el final del período, es decir, entre 2005 y 2006.

Evolución de la desigualdad de ingresos entre hogares En el gráfico 4 se muestra la evolución de la desigualdad entre los hogares en Venezuela para el mismo período de estudio (1997-2006), siendo la unidad de medida el ingreso total del hogar calculado por persona miembro del hogar, es decir, el ingreso total per cápita del hogar4. Se utilizaron en el cálculo de esta desigualdad igualmente los índices de Gini y Theil. Similar al caso de los receptores de ingreso, los cambios en la desigualdad son registrados con mayor acentuación por el índice de Theil (en particular en 2005) que por el índice de Gini, pero ambos índices muestran la misma tendencia de la desigualdad en el período indicado, lo que permite obtener conclusiones sobre dicha tendencia. En primer lugar, es importante destacar que en general el comportamiento observado en la desigualdad entre los hogares es similar al observado en la Cowell y Flachaire (2002) demuestran que el coeficiente de Gini es menos sensitivo a la contaminación de ingresos extremos en la data que los índices de entropía generalizada a cuya familia pertenece el índice de Theil. 3

4 El ingreso total per cápita del hogar se obtiene sumando los ingresos totales (laborales más no laborales) de todos los miembros del hogar que perciben ingresos y dividiendo este monto entre el número total de miembros.

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desigualdad entre perceptores de ingreso, con excepción de lo ocurrido en 1999, cuando para los hogares se registra un ligero aumento de la desigualdad, mientras que para los perceptores se mantiene la tendencia decreciente hasta el año 2000; para el resto del período el patrón seguido por ambas desigualdades es exactamente el mismo (gráficos 5 y 6). Además, la desigualdad entre los hogares es mayor que entre los perceptores de ingreso, manteniéndose la brecha prácticamente constante a lo largo de todo el período. Esta diferencia podría explicarse por el hecho de que existe una tendencia a encontrar un mayor número de hogares con pocos miembros en la parte alta de la distribución del ingreso que en la parte baja, por lo que al determinar el ingreso total per cápita de los hogares las diferencias entre los mismos tienden a agrandarse. De la observación de los gráficos 4, 5 y 6 se puede decir, en lo que respecta a la desigualdad entre los hogares, que el nivel más alto se registra al comienzo del período estudiado, es decir, en 1997, mientras que el nivel más bajo se alcanza en 2006. Se ve así que, también, para los hogares la desigualdad descendió entre 1997 y 2006. Sin embargo, es necesario destacar que el importante crecimiento registrado en el año inmediato anterior (2005) hizo que la desigualdad en ese año casi alcanzara su nivel inicial de 1997, para luego registrar un drástico descenso en 2006; de hecho, el mayor decrecimiento registrado en todo el período de un año a otro. Estos cambios observados en la desigualdad se explican a través de los cambios que hayan ocurrido en la distribución del ingreso. En la dirección de encontrar esa explicación, de lo hasta aquí analizado, surgen algunas interrogantes que merecen la pena intentar responder. En primer lugar, dado que las desigualdades tanto entre perceptores de ingresos, bien sean éstos laborales o no laborales, así como entre hogares, siguen el mismo comportamiento durante el período de estudio, deben existir entonces factores comunes que hayan determinado y expliquen dicho comportamiento. Segundo, la ganancia de importancia relativa de los ingresos no laborales podría estar conduciendo parte de los cambios observados. Si es así, esto podría contribuir a evaluar la efectividad de las transferencias de dinero como política social para intervenir en la distribución del ingreso, ya que parte de los ingresos no laborales proviene de las transferencias del Gobierno. Por otro lado, si se espera que las transferencias como política social tengan algún efecto en compensar las diferencias de ingreso, entonces la desigualdad de ingresos laborales y de los no laborales no deberían registrar el mismo comportamiento durante el período estudiado, tal como se ha observado en este estudio. También llama la atención que la desigualdad de ingresos no laborales haya experimentado su mayor descenso entre 1997 y 2000 (año a partir del cual aumenta), cuando el actual gobierno, que se inició en 1999, ha puesto especial énfasis en disminuir las desigualdades a través de aumentar las transferencias hacia los grupos de menores ingresos, entre otras políticas sociales.

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Finalmente, los cambios observados en la desigualdad habrán tenido implicaciones en la mejora de la posición económica de los sectores más necesitados, dependiendo de en qué parte de la distribución esos cambios operaron. El análisis que sigue a continuación persigue encontrar respuestas a estas interrogantes.

Cambios en la distribución del ingreso El ingreso laboral versus el ingreso no laboral La ganancia relativa de los ingresos no laborales puede haber sido ocasionada porque, en efecto, haya habido un crecimiento del monto total real de este tipo de ingresos mayor que el de los ingresos laborales, o que habiéndose mantenido constante el monto total real de los ingresos no laborales, entonces el monto total real de los ingresos laborales haya decrecido. El gráfico 7 muestra la evolución de esos montos, calculados en el segundo semestre de cada año durante el período 1997-2006. Este gráfico evidencia que mientras los ingresos no laborales tienen una tendencia monótona creciente, a excepción de un ligero descenso en 2002 y 2003, los ingresos laborales muestran un comportamiento no monótono, siendo estrictamente monótono creciente sólo a partir de 2003. El gráfico 8 confirma que la ganancia de importancia relativa de los ingresos no laborales se ha debido a una mayor tasa de crecimiento de éstos que la de los ingresos laborales en casi todos los años, a excepción de lo observado en 2003. Ahora bien, según lo que revelan los gráficos 9 y 10, este aumento del monto real de ingresos no laborales hasta el año 2000 se debió más al crecimiento del ingreso no laboral por perceptor que al aumento de la proporción de perceptores, ya que más bien esta última disminuyó de manera importante hasta 1999, observando tan sólo un ligero aumento hacia 2000. Entre este año y el siguiente se produce un aumento importante de la proporción de perceptores de los ingresos no laborales que no afectó el valor medio del mismo, lo que quiere decir que aquí la ganancia relativa de los ingresos no laborales estuvo determinada por el aumento de perceptores. La proporción de éstos respecto a la población total se mantuvo fluctuando entre 7% y 8% hasta 2005 (gráfico 10), para luego en 2006 registrar otro aumento relevante unido a un crecimiento también relevante del ingreso no laboral medio, lo que indica que en este año la ganancia relativa de los ingresos no laborales se debió, tanto al aumento de los ingresos por persona como al número de perceptores. En todo este comportamiento hay que destacar que en 2003 se observó una caída, tanto del ingreso no laboral medio como de la proporción de perceptores de este tipo de ingreso, que fue mayor que la caída también registrada por los ingresos laborales. De aquí que se observara un aumento relativo de la proporción de ingresos laborales en el total, tal como se constata en el gráfico 3. Esta caída en los valores medios de

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ambos tipos de ingreso debe haber sido reflejo de la conflictividad política experimentada en el país en ese mismo año. La interrogante que surge ahora es si este aumento real de los ingresos no laborales ha estado determinado por el aumento de las transferencias del Gobierno hacia los sectores de menores ingresos, con el fin de compensar las desigualdades, de acuerdo con las políticas sociales implementadas, o si ha estado determinado por otras fuentes. Ahora bien, antes de abordar este asunto conviene destacar que tanto el monto total real del ingreso laboral como por perceptor, después de haber caído de manera importante entre 2001 y 2003, muestran ambos un comportamiento estrictamente monótono creciente bastante pronunciado (gráfico 9), que bien vale la pena comparar con el comportamiento de las principales variables del mercado laboral, para tratar de encontrar alguna explicación. En ese sentido, se observa que la tasa de desocupación mostró una tendencia creciente con fluctuaciones desde 1994 hasta 2003 (gráfico 11), momento a partir del cual se comporta estrictamente monótona decreciente. Por su parte, la tasa de inactividad registra el comportamiento opuesto, sugiriendo una relación inversa entre esta variable y la desocupación dentro del período en estudio. Para indagar un poco más sobre esta relación, el gráfico 12 muestra, para el mismo período, la evolución de las proporciones de ocupados, desocupados e inactividad respecto a la población total. Allí se puede ver que también las proporciones de inactivos y desocupados registran un comportamiento opuesto entre sí, mientras la de ocupados se comporta con una tendencia creciente hasta 1998, desciende ligeramente en 1999, para registrar crecimiento a partir de 2000, conservando el nivel alcanzado en 2001 casi invariable hasta 2005, y de nuevo experimenta un ligero aumento hacia 20065. Estos comportamientos sugieren que los cambios en la desocupación podrían haber estado determinados en mayor medida por los cambios de la inactividad. Es decir, la tendencia creciente del desempleo hasta 2003 puede haberse debido más a la incorporación de personas que eran inactivas al mercado laboral como demandantes de empleo que a la pérdida de empleos, ya que más bien la proporción de ocupados mostró una tendencia creciente durante ese período. De manera semejante, la disminución del desempleo a partir de 2003 parece haberse debido más a la desincorporación de personas del mercado laboral como demandantes de empleo que a la ampliación de la ocupación, ya que mientras la inactividad aumentó

Nótese que el aumento de la proporción de empleados en 2001 estuvo acompañado de una disminución de la proporción de inactivos que dejó casi invariable la proporción de desempleados (gráfico 12). Debido a este hecho se puede afirmar que el aumento de los ingresos laborales entre 2000 y 2001 se debió al aumento de empleos. 5

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de manera evidente, la proporción de ocupados se mantuvo casi invariable, a excepción de lo observado en 20066. Lo analizado sugiere que la caída del monto total real de ingreso laboral entre 2001 y 2003 parece haber estado inducida por la caída importante del ingreso laboral por persona, ya que la proporción de ocupados se mantuvo constante entre esos años. Así mismo, el aumento que se observa en los ingresos laborales tanto en 2004 como en 2005 parece haber estado determinada en mayor medida por el incremento de esos ingresos por persona que por la ampliación del empleo, a excepción de lo observado en 2006, cuando deben haber interactuado ambos factores. El punto ahora es evaluar el impacto de estos comportamientos en la desigualdad de ingresos, es decir, determinar cuáles grupos dentro de la distribución de ingresos se beneficiaron y cuáles se perjudicaron en cada uno de los momentos de cambio, lo cual se abordará más adelante al estudiar la distribución por deciles. En lo inmediato se regresa a estudiar el rol de las transferencias del Gobierno en el aumento de los ingresos no laborales. El rol de las transferencias del Gobierno en el aumento de ingresos no laborales Los ingresos no laborales provienen de diversas fuentes, las cuales han sido agrupadas, de acuerdo con el objetivo de este trabajo, en cinco categorías, a saber: 1) las pensiones que otorga el Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS), 2) las ayudas que reciben los individuos de familiares o de otras personas, 3) los subsidios, becas (de estudio y de alimentos) y otras ayudas otorgadas por el Gobierno (por comodidad a esta fuente se la denominará simplemente subsidios de aquí en adelante), 4) jubilaciones por trabajo y 5) las rentas de la propiedad, intereses o dividendos. El gráfico 13 muestra la evolución en el período 1997-2006 de las proporciones de los montos totales de ingreso provenientes de las mencionadas fuentes respecto del ingreso total mensual recibido por la totalidad de los perceptores de ingreso. Observando el comportamiento en conjunto, puede verse que las únicas proporciones que muestran una tendencia creciente a lo largo de todo el período son justamente las que corresponden a las transferencias del Gobierno. En el caso de las pensiones del IVSS, el comportamiento ha sido estrictamente monótono creciente, con pendiente bastante pronunciada, mientras que en el caso de los subsidios lo fue hasta 2002 (con poca variación hasta 2000), para alcanzar

Para poder concluir sobre este aspecto se requeriría de una evaluación econométrica con disposición de datos de periodicidad al menos mensual. Sin embargo, tal evaluación desvía la atención del objetivo principal de este trabajo. 6

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en 2004 un nivel que cuadriplicó el de 1997, nivel que también registró en 2006. De las otras fuentes de ingresos no laborales las ayudas contribuyeron al aumento de este tipo de ingresos hasta 2000, las jubilaciones lo hicieron entre 1998 y 2002, y las rentas, intereses y dividendos hasta 2001, para luego de esos años mostrar tendencias decrecientes. De esta observación puede concluirse entonces que las transferencias del Gobierno son las que realmente han propulsado la ganancia relativa de los ingresos no laborales en el total de lo recibido por los perceptores de ingreso durante el período 1997-2006. Sin embargo, hay que resaltar que de esas transferencias son las pensiones del IVSS la principal fuente de la mencionada ganancia relativa de los ingresos no laborales, en particular a partir de 2001, ya que los subsidios se mantuvieron por debajo del 1% hasta 2003, mostrando la proporción más baja de todas las fuentes de ingresos no laborales y tan sólo en 2006 alcanzó 2%. Ahora bien, al igual que antes, cabe preguntarse si esa ganancia es debida a que se amplió la cobertura de los beneficiados de estas transferencias o a que aumentó el monto real recibido por perceptor, o ambas causas. Los gráficos 14 y 15 proporcionan la información relevante. En efecto, se comprueba que en lo que se refiere a las pensiones del IVSS, ha habido un crecimiento sostenido, en todo el período, de la proporción de beneficiarios, así como una tendencia creciente del monto real por perceptor, aunque en el caso de este último con ligeras caídas en 1999 y 2001 y un poco más pronunciada en 2003, registrando a partir de este último año un crecimiento linealmente creciente. Nótese, además, que entre 1997 y 2006 este ingreso medio se duplicó. En lo que se refiere a los subsidios, el comportamiento es diferente. Entre 1997 y 2000 se observa una caída importante de la proporción de beneficiarios, acompañada por un aumento también importante del ingreso real por perceptor, lo que explica la poca variación de la proporción del monto total observada para este período en el gráfico 13, mientras que en 2001 y 2002 puede decirse que la ganancia observada se debió a la ampliación de la proporción de beneficiarios de subsidios. Posterior a 2003 se observa un crecimiento sostenido de los subsidios medios, junto con una ampliación importante de la proporción de beneficiarios, pero se debe destacar que ésta apenas en 2006 logra superar el nivel inicial que tenía en 1997. Por último, cabe señalar que a partir de 2003 todas las fuentes de ingresos no laborales registraron crecimiento estrictamente monótono de sus valores medios, por lo que se puede concluir que la ampliación de la cobertura de beneficiarios de subsidios no fue relevante en la ganancia relativa observada por los ingresos no laborales durante el período del estudio. Vale ahora preguntarse en qué medida este comportamiento de las transferencias del Gobierno ha logrado impactar la distribución del ingreso y cómo, es decir, cuáles grupos de ingreso se han beneficiado, cuáles no y si esas transferencias

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han contribuido realmente a disminuir los niveles de desigualdad. El análisis de la distribución por deciles de ingreso es relevante para encontrar las respuestas correspondientes. Esto se aborda de seguida. Cambios en la concentración del ingreso por deciles El cuadro 2 muestra la concentración del ingreso total mensual (laboral más no laboral) de los perceptores de ingreso por decil en cada año del período 19972006. Observando todo el período se evidencia una reducción importante de la brecha entre el decil más pobre y el más rico de, aproximadamente, 51% entre 1997 y 20067. Esta reducción es debida más a la ganancia relativa registrada por el decil más pobre, de casi 70%, que a la pérdida registrada por el decil más rico (cuadro 3). Los deciles más pobres registraron las mayores ganancias relativas, las cuales se observan disminuyendo en la medida que se avanza hacia los deciles de mayor concentración de ingreso, mientras el 20% más rico de la población de perceptores de ingreso registró pérdida relativa. Ahora bien, lo antes observado no fue el resultado de un proceso sostenidamente progresivo a lo largo de todo el período en estudio. Por el contrario, se observan cambios drásticos de un año a otro, que vale la pena comentar. Desde 1997 hasta 2000 se produce una reducción continua de la brecha determinada por la ganancia relativa de los sectores de más bajos ingresos, situación que se revierte en 2001, la cual se mantiene hacia 2002 (cuadro 3). La reversión de la situación en 2001 estuvo signada por pérdidas relativas para el 70% de la población de perceptores de ingreso a favor del 30% más rico. Después de una leve recuperación de la posición de los grupos de más bajos ingresos en 2003 y 2004, se produce una nueva reversión de la situación en 2005 de mayor magnitud que la observada en 2001. En este año la brecha se incrementa en 50% respecto al año anterior, el 30% con más bajos ingresos experimenta pérdida en su posición relativa y de éstos, en particular, el 10% más pobre reduce su situación económica relativa en 30%. Pero aún más sorprendente es el cambio observado entre 2005 y 2006. Entre estos dos años consecutivos la brecha se reduce en poco más de 42%, el 40% de perceptores con más bajos ingresos experimenta ganancias relativas por encima del 10% y en particular el 10% más pobre registra una ganancia de casi 59%, todo esto implicando pérdida relativa del 30% más rico y del quinto decil. Obviamente que este cambio drástico ocurrido entre 2005 y 2006, por cierto período electoral, es determinante de la situación positiva observada al comparar los extremos del intervalo estudiado, en términos de reducción de la brecha, ganancia relativa para el 80% de la población

7 Esta brecha es calculada como el cociente entre la proporción de ingreso concentrado por el 10% más rico de la población de perceptores de ingreso y el 10% más pobre.

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de perceptores de ingreso y en particular ganancia relativa extraordinaria para el 10% más pobre. Todos los cambios aquí descritos son coherentes con los comportamientos de los índices de desigualdad mostrados en los gráficos 1 y 2 y en el cuadro 1 anteriormente analizados, y ayudan a explicarlos e identificar en cuáles partes de la distribución se han producido los cambios. En efecto, se puede concluir que los cambios observados en la desigualdad durante el período del estudio han estado determinados más por los cambios registrados en la parte baja de la distribución que por lo ocurrido con los grupos de ingreso intermedios y altos. Esto no niega la posibilidad de que en los momentos de alza ésta haya estado influenciada por la presencia de algunos ingresos extremos, tal como se señaló antes, dado que el índice de Theil registró estos cambios con mayor acentuación que el Gini. Cambios en el poder adquisitivo de canastas alimentarias promedio por decil Lo antes analizado sobre la distribución del ingreso por deciles permite conclusiones sobre los cambios en las situaciones económicas relativas de los grupos de ingreso y en los niveles de desigualdad de ingreso monetario, pero poco informa sobre cambios en el “bienestar económico” promedio de estos grupos. Una forma de acercarse a esa información ha sido la de expresar el ingreso total medio de los perceptores de ingreso por decil en números de canastas alimentarias normativas (CAN) 8. De esta manera, se proporciona una aproximación al poder adquisitivo del ingreso total medio de cada decil de la población de perceptores de ingreso. Se debe destacar entonces que cuando en adelante, por simplificación, se mencione el “poder adquisitivo” del ingreso medio por decil, éste está referido exclusivamente a los productos que constituyen la CAN. Los cuadros 4, 5 y 6 muestran los resultados de estos cálculos. El cuadro 4 proporciona el ingreso total medio mensual de los perceptores de ingreso en cada decil, expresado en términos del número de CAN que puede adquirirse con dicho ingreso. En este caso la brecha entre el decil más rico y el más pobre es calculada a través de la diferencia entre el número de CAN que puede adquirir el ingreso medio del décimo decil y el que puede adquirir el del primer decil. Planteada en estos términos, se observa que la diferencia entre los más ricos y los más pobres no siguió el mismo comportamiento descrito en la sección anterior, lo cual se corrobora con la información suministrada en los cuadros 5 y 6, referida a variaciones absolutas y porcentuales, respectivamente, de esos ingresos medios. La disminución de esta brecha para todo el período fue apenas inferior a 1%, muy por debajo del sorprendente 51% de reducción en términos de concentración del ingreso monetario. Además, esa brecha se Los valores de esta canasta utilizados en este trabajo son los proporcionados por el INE.

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ensanchó hasta 1999, al contrario de lo reportado en el cuadro 3, para reducirse en el año 2000, lo cual es coherente con lo observado en ese cuadro y con la disminución de la desigualdad de ingreso total hasta ese año reportada en los gráficos 1 y 2. Igualmente coherente con esos resultados es el aumento de la brecha en 2001, año en que, como se indicó antes, se produjo una pérdida de la posición relativa en términos de concentración del ingreso monetario para el 70% de la población de perceptores de ingresos, pérdida relativa que también se manifestó en pérdida real de su poder adquisitivo frente a las correspondientes ganancias del 30% más rico de esa población. Pero lo que no coincide es que para 2002 mientras la brecha en términos de concentración de ingreso total (cuadro 3) registró un ligero ensanchamiento adicional, en términos de poder adquisitivo, cae de manera importante (cuadros 5 y 6), al mismo tiempo que la desigualdad prácticamente no experimentó cambio respecto a su nivel del año anterior (gráficos 1 y 2). Para el año 2003 todos los resultados se muestran coherentes entre sí, es decir, reducción de la brecha entre los más pobres y los más ricos, coincidente con disminución de los valores de los índices que miden la desigualdad de ingreso total. Pero para 2004 se observan de nuevo contradicciones entre los resultados. Mientras en términos de concentración del ingreso total la diferencia entre los más pobres y los más ricos continuó disminuyendo, coincidente con disminución adicional de los índices de desigualdad de ingreso total reportados, en términos de poder adquisitivo esa diferencia aumentó. Para los años 2005 y 2006 los resultados sobre las brechas y los índices de desigualdad muestran tendencias coherentes, pero las explicaciones son distintas, así como las magnitudes difieren sustancialmente concretamente para 2006. Las diferencias en los años de conflicto político y social Vale la pena entonces detenerse a analizar las diferencias que se observan entre estos resultados, en particular los correspondientes a los años del período 20022004, dada la conflictividad social y política vivida en el país en esos años. Así, en el año 2002, a pesar de que los indicadores de desigualdad, en términos de concentración del ingreso total, mantuvieron los niveles alcanzados en 2001, año en que ocurrió un incremento importante, la diferencia en términos de poder adquisitivo entre los más pobres y los más ricos más bien registró una disminución en una magnitud sin precedente desde 1997. Esto se debió a que toda la población redujo su poder adquisitivo en una proporción semejante para casi todos los deciles, reducción que tuvo un impacto mayor para el más rico, para el que implicó una disminución de más de 4 CAN en promedio y de allí la disminución de la brecha observada (cuadro 5). Al avanzar hacia el año 2003 se observa un descenso de la desigualdad en términos de concentración de ingreso total, la cual se explica, según el cuadro 3,

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por una ganancia relativa de la mayoría de la población frente a una pérdida importante por parte del grupo más rico, pero el cuadro 6 reporta que hubo pérdida adicional del poder adquisitivo para todos los grupos de la población sin excepción, que implicó nuevamente una pérdida mayor para el decil más rico, la cual fue nuevamente superior a 4 CAN en promedio. Esto es, hacia 2003 toda la población experimentó un empobrecimiento adicional, en términos de poder adquisitivo, al sufrido en 2002 e iniciado en 2001 por el 70% de la población, que implicó una reducción de las diferencias de poder adquisitivo entre los grupos de ingreso pero a través del empobrecimiento generalizado. Siguiendo la observación hacia 2004, éste se presenta como un año en el cual continuó el descenso de la desigualdad, en términos de concentración del ingreso total, explicado por pérdidas relativas para el 40% más rico de la población, a favor del 30% de menores ingresos, siendo incluso el 10% más pobre el que registró la mayor ganancia relativa en este año (cuadro 3 y gráficos 1 y 2). Pero el cuadro 6 informa que, en términos de poder adquisitivo, realmente toda la población experimentó recuperación, siendo ésta mucho mayor para el decil más rico en términos absolutos, de hecho más del doble en términos absolutos, comparada con la ganancias de los otros deciles (cuadro 5), lo que implicó ensanchamiento de este tipo de brecha, a pesar de que la mayor ganancia porcentual la experimentó el decil más bajo (cuadro 6). Hacia 2005 la desigualdad aumentó de manera considerable, tanto en términos de concentración del ingreso total como del poder adquisitivo. La brecha de concentración del ingreso total se expandió en 50% respecto al año anterior y en términos del poder adquisitivo en 30%, los mayores incrementos interanuales registrados en todo el período del estudio, pero sin alcanzar su nivel inicial de 1997. Esta situación estuvo determinada por una fuerte reducción de la posición relativa del 30% más pobre de la población, a favor de un enriquecimiento considerable del decil más alto (cuadro 3). Pero según el cuadro 6, sólo el 10% más pobre de la población experimentó deterioro de su poder adquisitivo, mientras el resto lo mejoró, en particular el 10% más rico, el cual en promedio lo incrementó en 5 CAN, implicando esto la ampliación de la brecha en la proporción más alta de todo el período aquí analizado, que antes se destacó y que se tradujo en un incremento de la misma de más de 5 CAN. ¿Lograron los perceptores de ingreso tener en 2005 un poder adquisitivo mayor que en 2000? Habiendo llegado a este punto del análisis, resulta conveniente para el propósito de este trabajo, comparar la situación en 2005 de los diferentes deciles de ingreso total en términos de su poder adquisitivo y la que tenían en el año 2000. La comparación con este último año es relevante, ya que aquí se registró el nivel más bajo de desigualdad, en términos de concentración del ingreso, observada

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hasta el año 2005. Además, se asume que en el año 2000 se debería haber recogido por primera vez el impacto de las políticas sociales implementadas por el gobierno al inicio de su gestión (1999), que estaban destinadas a disminuir la desigualdad. También es importante detenerse a hacer la comparación en este año 2005, ya que el siguiente fue año electoral y el impacto de las políticas sociales podría estar distorsionado debido a los esfuerzos oficiales adicionales por lograr simpatías a su gestión. Al hacer esta comparación destaca entonces el hecho de que para la mayoría de los deciles, con excepción del 8 y el 10, el nivel adquisitivo de su ingreso en 2005 estaba por debajo del alcanzado en el año 2000 y para el 40% de la población de más bajos ingresos dicho nivel era aún más bajo que el que tenía en 1999, es decir, antes de implementarse las políticas sociales (cuadro 4). Esto quiere decir que el deterioro del poder adquisitivo experimentado por la mayoría de la población venezolana en los años conflictivos de 2002 y 2003 no logró ser compensado por la recuperación que se experimentó en los años 2004 y 2005, la cual más bien amplió la brecha entre los más pobres y los más ricos, en términos de poder adquisitivo, colocándola en 2005 en un nivel superior al registrado en el año 2000 (cuadro 4). El año electoral Al centrar ahora la atención en el año 2006, año electoral, se observa una diferencia importante de la situación respecto a la de los años anteriores. Respecto al año inmediato anterior, se observa una ganancia importante en términos de poder adquisitivo del 30% de la población de más bajos ingresos (cuadro 6), de hecho, la mayor para todo el período del estudio, en particular para el 10% más pobre, ganancia que ya se había reportado antes en términos de concentración del ingreso total (cuadro 3). Sin embargo, hay que resaltar que, mientras en términos de concentración del ingreso total la brecha se redujo en 42%, en términos de poder adquisitivo la reducción fue de apenas 3%. Esto fue debido a que mientras la ganancia de 71% experimentada por el decil más pobre le representó a este decil tan sólo media CAN adicional, la pérdida del decil más rico le sacrificó a éste una cantidad aún menor que fue de 0,2 CAN (cuadro 5). Ahora bien, la ganancia adicional de poder adquisitivo de la mayoría de los grupos, excepto para el decil más rico, en este año 2006, colocó al 80% de la población venezolana de perceptores de ingreso en una situación mejor que la que tenían en el año 2000 y sólo el 20% más rico desmejoró ligeramente su situación. No obstante, la brecha, a pesar de haber disminuido su magnitud respecto a 2005, continuó siendo ligeramente superior a la observada en el año 2000 (cuadro 4). Finalmente, al comparar las situaciones de los años extremos del período del estudio, se observa que, a pesar de las ganancias porcentuales extraordinarias de los grupos de más bajos ingresos y de registrarse una disminución importante

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en los valores de los índices de desigualdad de ingreso total, la diferencia entre los más pobres y los más ricos, en términos de poder adquisitivo, apenas logró una reducción que fue inferior al 1% (cuadro 6). Llegados a este punto del análisis, resulta lógico preguntarse cuál habrá sido el papel de los ingresos no laborales, dada la ganancia de importancia relativa de estos ingresos respecto al total y dentro de esos ingresos en particular el papel de las transferencias del Gobierno, en estos cambios analizados en la distribución del ingreso entre 1997 y 2006. La siguiente sección se enfoca a este asunto.

Las transferencias del Gobierno y la distribución del ingreso Como se destacó al comienzo, los ingresos no laborales han tenido una participación creciente en el ingreso total de los venezolanos perceptores de ingreso, a tal punto que esa participación casi se ha duplicado cuando se compara la situación de los años extremos 1997 y 2006 del intervalo de estudio. Sin embargo, a pesar de que la participación de los ingresos no laborales es mayor en el decil más pobre que en el resto de la población, al contrario de lo que podría haberse esperado, la importancia de esos ingresos en este decil disminuyó paulatinamente entre 1997 y 2005, registrando una recuperación importante en 2006, pero sin llegar al nivel inicial de 1997, cuando representaban cerca de la mitad del ingreso total de los más pobres. Por el contrario, para el 20% más rico de la población de perceptores los ingresos no laborales han ganado importancia, con una tendencia monótona creciente, a excepción del año 2003, cuando se observó una ligera caída en su participación en el ingreso total de este grupo de la población (cuadro 7). En función de este tipo de comportamiento, no se puede especular sobre la existencia de alguna asociación entre el comportamiento de la participación de los ingresos no laborales en el total y los cambios observados en la diferencia entre los más pobres y los más ricos, ni con los cambios en la desigualdad de ingresos totales. Más bien ese comportamiento sugiere que la ganancia registrada por los grupos más pobres a lo largo del período en estudio pareciera provenir en mayor proporción de los ingresos laborales que de los no laborales. Sin embargo, para poder intentar obtener una conclusión al respecto, se requiere evaluar el posible impacto en la distribución del ingreso de las transferencias del Gobierno, que son parte de los ingresos no laborales, para lo cual es necesario, en primer lugar, enfocar la atención en la distribución de estas transferencias entre los diferentes grupos de ingreso de la población de perceptores de ingreso. Los subsidios y las pensiones del IVSS constituyen, de hecho, las principales fuentes de transferencias, que son parte de los medios a través de los cuales el Gobierno busca influir en la desigualdad, tratando de redistribuir así el ingreso que se genera en la economía. Sobre la distribución de sus beneficiarios trata el análisis que sigue.

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Distribución de los beneficiarios de los subsidios Los cuadros 8 y 9 informan sobre la distribución de los perceptores de ingreso que son beneficiarios de los subsidios. Como era de esperarse, la mayor proporción de beneficiarios se concentra en el 10% más pobre de la población, siendo su presencia mucho menor en el resto de los grupos de ingreso. Sin embargo, lo que más llama la atención es el hecho de que la proporción de beneficiarios de subsidios en este decil registró su mayor valor en 1997 y decreció rápidamente hasta su valor mínimo en 2000, justo el año en que se esperaban ver los primeros efectos de las políticas sociales implementadas por el gobierno que asumió en 1999 (cuadro 8). Otro aspecto que llama la atención es que, mientras para 1997 la gran mayoría de beneficiarios de subsidios se concentraba en el decil de más bajos ingresos, a partir de 1998 éstos comienzan a repartirse entre varios de los deciles más bajos, llegando incluso en 2004 a concentrarse la mayor proporción en el tercer decil y en 2005 en el segundo. Esto significa que si bien los subsidios continúan beneficiando a la población de menores ingresos, éstos no están abrumadoramente concentrados en el 10% más pobre como ocurría en 1997. Por otro lado, destaca el hecho de que en 2006 se amplió la cobertura total de beneficiarios de los subsidios de manera importante respecto al año inmediato anterior, en particular en el decil más pobre, pero esa cobertura proporcionalmente se mantuvo aun muy por debajo de su nivel de 1997. Distribución de los beneficiarios de las pensiones del IVSS En lo que se refiere a las pensiones del IVSS (cuadros 10 y 11), se observa que su cobertura proporcional aumentó de manera sostenida a partir de 1999, llegando incluso a duplicar en 2006 el nivel que tenían en 1997. Ahora bien, lo que resalta del comportamiento observado es que el beneficio de las pensiones del IVSS a partir del año 2000 ha tendido ha favorecer más al 20% más rico de la población de perceptores de ingresos y a los sectores medios que a los grupos de más bajos ingresos. De hecho, en 2006 casi el 45% de los pensionados del IVSS estaba ubicado en el 20% más rico de la población, mientras apenas un poco más del 12% se encontraba en el 20% más pobre (cuadro 11). El impacto de las transferencias del Gobierno en la desigualdad Según la manera como se han distribuido estas transferencias, se puede pensar que los subsidios pudieran haber tenido un impacto progresivo en la distribución del ingreso total, es decir, que contribuyeron a disminuir la desigualdad, mientras que las pensiones del IVSS pudieran haber actuado en sentido opuesto, al menos a partir del año 2000, esto es, haber tendido a contribuir con un impacto regresivo sobre la desigualdad. Ahora bien, para poder concluir sobre este aspecto es necesario hacer una evaluación formal de esos impactos. La evaluación que sigue se apoya en la

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metodología de descomposición del coeficiente de Gini por fuentes de ingreso propuesta por Lerman y Yitzhaki (1985), la cual fue también aplicada por LópezFeldman, Mora y Taylor (2006) al caso de México y que está disponible como un comando del programa estadístico STATA por López-Feldman (2006). Esta metodología permite calcular la contribución a la desigualdad total de las distintas fuentes de ingreso en un momento determinado, así como estimar el impacto que tendría sobre la desigualdad un cambio marginal en cualquiera de las fuentes de ingreso, dada su distribución, estando las otras fuentes invariables. De acuerdo con este enfoque, la contribución de una fuente de ingresos i a la desigualdad total es igual al producto:

Si RiGi

Donde: Si : es la proporción del ingreso proveniente de la fuente i en el ingreso total. Ri : es la correlación de Gini entre la distribución del ingreso de la fuente i y la distribución del ingreso total. Ri : es el coeficiente de Gini de la distribución del ingreso proveniente de la fuente i. La correlación de Gini se define mediante:

Ri = cov [yi F (y)] / cov (yi, F (yi)]

Donde: y: es el ingreso total de cada individuo. F (y): es la función de distribución acumulativa del ingreso total de cada individuo (toma el valor 0 para el individuo más pobre y 1 para el más rico). yi : es el ingreso de cada individuo proveniente de la fuente i. F(yi): es la función de distribución acumulativa del ingreso de cada individuo proveniente de la fuente i. Las interpretaciones correspondientes a los tres factores que conforman dicha contribución son las siguientes: Si : indica cuán importante es la fuente de ingreso i en el ingreso total. Ri : informa cómo se correlaciona el ingreso proveniente de la fuente i con el ingreso total. Permite evaluar en qué medida la fuente de ingreso i favorece o no a los más pobres. Gi: mide cuán desigual es la distribución del ingreso proveniente de la fuente i.

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En teoría se espera que la correlación Ri para ingresos provenientes de las transferencias sea pequeña y posiblemente negativa, mientras que para los ingresos provenientes de rentas, intereses y dividendos sea positiva. La desigualdad de ingreso total es, entonces, la suma de todas las contribuciones de las diferentes fuentes de ingreso. Esto es:

Gy =

Si Si RiGi

Siendo Gy : coeficiente de Gini de la distribución del ingreso total. Si el ingreso proveniente de la fuente i representa una proporción grande del ingreso total, esta fuente potencialmente podría tener un impacto importante en la desigualdad de ingreso total. Sin embargo, si ese ingreso está perfectamente distribuido (Gi = 0), su impacto sobre la desigualdad sería nulo, aun siendo grande su magnitud. Ahora bien, si el aporte al ingreso total de la fuente de ingreso i (Si ) es grande y además está desigualmente distribuido, entonces la contribución puede ser de aumentar o disminuir la desigualdad, dependiendo de cuáles grupos en la distribución reciben el ingreso de la fuente i. Si la fuente i favorece a los grupos de altos ingresos, entonces Ri es positivo y la contribución de la fuente i es positiva. Si por el contrario, la fuente favorece a los grupos más pobres, entonces la contribución debería ser negativa (Ri es negativo). Con base en esta descomposición del coeficiente de Gini, se puede además estimar el efecto que tendría en la desigualdad de ingreso total un cambio porcentual ei en la fuente de ingreso i, igual para todos los individuos que reciben ingreso de esta fuente, manteniendo constante el ingreso proveniente de todas las otras fuentes. Según Stark et al. (1986), ese efecto es igual a: ∂Gy

/ ∂ei SRG = i i i - Si Gy Gy

Donde Gy es el coeficiente de Gini de la distribución del ingreso total anterior a producirse el cambio. El efecto en cuestión se mide, entonces, por la contribución relativa a la desigualdad total inicial menos la participación inicial del ingreso proveniente de la fuente i en el total.

Análisis de resultados La aplicación de esta metodología a través del comando “descogini” de STATA, permite obtener la información suministrada en los cuadros 12 y 13 que apoya el análisis que sigue. En el cuadro 12 se recoge la información sobre la contribución a la desigualdad total del ingreso laboral y la del no laboral, diferenciando

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en este último las contribuciones de las distintas fuentes que lo constituyen. Por su parte, en el cuadro 13 se suministra la información de los efectos en la desigualdad total de una variación de 1% en cada una de las fuentes de ingreso consideradas, manteniendo las otras constantes. La primera observación que resalta del cuadro 12 es que el ingreso laboral, como era de esperarse, es el que aportó la mayor proporción a la desigualdad total, pero ese aporte disminuyó a lo largo del período, llegando a ubicarse en 2006 en más de 10 puntos por debajo de su nivel en 1997. Esto es coherente con el hecho observado antes sobre la pérdida de relevancia de los ingresos laborales frente a los no laborales en el total, aunque los laborales siguen siendo la fuente de ingreso más importante de los venezolanos. Ahora bien, basado en la interpretación de la metodología antes explicada, el hecho de que la ganancia relativa de los ingresos no laborales en el total se haya traducido también en un aporte creciente a la desigualdad, permite concluir que estos ingresos han estado desigualmente distribuidos favoreciendo más a los grupos de mayores ingresos. Resulta curioso observar que el mayor incremento en el aporte a la desigualdad total de los ingresos no laborales se produjo en 2000, justo el año que recoge los primeros efectos de las políticas sociales implementadas por el gobierno que asumió en 1999, el cual colocó especial énfasis en disminuir las desigualdades, siendo parte de esas políticas las transferencias de dinero con el fin de redistribuir el ingreso. La principal fuente de ese incremento de relevancia de los ingresos no laborales en la desigualdad total provino de las pensiones del IVSS, que pasaron de tener un aporte inferior al 1% en 1997 a superar el 9% en 2006. Por su parte los subsidios tuvieron un aporte irrelevante en la mayor parte del período, siendo negativo sólo en 1997 y apenas llegó a superar el 1% en 2006. Por otro lado, el efecto de un incremento marginal en las pensiones del IVSS habría sido negativo hasta 1999 y a partir de entonces dicho efecto habría sido positivo hasta 2006 (cuadro 13). Por su parte, un incremento marginal en los subsidios habría tenido un efecto negativo hasta 1998, el cual se habría tornado positivo hasta 2001, pero de una magnitud muy inferior al de las pensiones del IVSS, para nuevamente haber tenido un impacto negativo hasta 2006. Estos resultados significan que, a partir del año 2000, dada una distribución del ingreso en un año específico dentro del intervalo de este estudio, un aumento marginal en las pensiones del IVSS, igual para todos los perceptores, aumentaría la desigualdad total, es decir, tendrían un impacto regresivo en la distribución del ingreso, mientras que a partir del año 2002 un incremento marginal de los subsidios, igual para todos los beneficiarios, tendería a disminuir la desigualdad, esto es, tendría un impacto progresivo en la distribución del ingreso total, pero de magnitud mucho menor que el de las pensiones del IVSS.

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El mercado laboral es la principal fuente de las desigualdades de ingreso Estos resultados confirman entonces lo sugerido en los cuadros 8 a 11 en relación con el efecto de las transferencias del Gobierno en la distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006. Sin embargo, antes de finalizar esta parte del análisis, es importante destacar un hecho muy importante que se ha observado anteriormente y que lo confirma la información suministrada por el cuadro 12. Se trata de que si bien la contribución a la desigualdad total de los ingresos laborales ha perdido importancia relativa frente a la contribución de los ingresos no laborales, se puede decir que la importancia del mercado laboral como determinante de las desigualdades en la distribución del ingreso prácticamente no ha variado o ha variado en una proporción muy poco relevante. Esta afirmación se basa no sólo en el hecho destacado al comienzo de este trabajo de que tanto la desigualdad total como la no laboral siguen el mismo comportamiento observado en la laboral, sino también en que tanto las pensiones del IVSS como las jubilaciones por trabajo (fuentes estas que aportan las mayores proporciones de la contribución total de los ingresos no laborales a la desigualdad total) están determinadas por el mercado laboral. Si sumamos los aportes correspondientes a estas dos fuentes de ingresos con la del ingreso laboral, se constata que este total en 1997 era de 99,37% y en 2006 cae sólo a 98,27% (cuadro 12). Esto significa que si se quiere influir efectivamente en las tendencias de la desigualdad de ingresos, las políticas deberían estar fundamentalmente dirigidas a lograr inducir cambios en el mercado laboral. Este análisis muestra que transferencias de dinero como los subsidios juegan un papel irrelevante en producir cambios en la desigualdad de ingresos y que incluso pueden no favorecer más a los más pobres de la población, lo que pondría también en duda su papel en disminuir los niveles de pobreza en el país. Lo anterior plantea la necesidad de una mayor investigación dirigida al mercado laboral para determinar las conexiones entre el comportamiento de éste, la desigualdad y la pobreza. Por lo pronto, para terminar este trabajo y a manera de preámbulo de uno próximo con el objetivo expuesto, conviene dar un vistazo a la ubicación en la distribución del ingreso del grupo de perceptores que reciben un salario igual o menor al mínimo. Esto se hace con el objeto de ver cuáles grupos dentro de la distribución del ingreso se estarían beneficiando de los continuos aumentos del salario mínimo, ya que estos aumentos, sin afectar de manera importante al resto de los salarios, también han sido parte de las políticas del gobierno dirigidas a beneficiar a los sectores de menores ingresos y han sido un intento de intervenir en el mercado laboral, tratando de disminuir las desigualdades de ingresos. A esta observación se dedica la sección final de este trabajo.

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¿Quiénes se beneficiarían de los aumentos del salario mínimo? Los cuadros 14 y 15 proporcionan información que contribuye aproximarse a la respuesta de la pregunta propuesta en el título de esta sección. En este caso el análisis se hace a partir de 1999, ya que en este año es cuando se incorporó en el cuestionario de la Encuesta de Hogares por Muestreo del INE una pregunta que permite hacer la cuantificación correspondiente a perceptores de ingreso que reciben en su trabajo principal un salario igual o menor que el mínimo. Esos cuadros informan sobre la ubicación en la distribución del ingreso de los mencionados perceptores, pero es importante aclarar que no necesariamente su ingreso total es igual o menor que el monto correspondiente al salario mínimo, ya que éste podría ser mayor a ese monto debido a ingresos provenientes de otros trabajos o a ingresos no laborales. Por otro lado, conviene tener en mente que esos perceptores son tan sólo potenciales beneficiarios de los decretos presidenciales sobre aumentos del salario mínimo, ya que no todos logran obtener dichos aumentos. Aclarado lo anterior, se procede al análisis de la información. Se observa que la proporción de la población de perceptores de ingreso que recibió un salario igual o menor al mínimo en 2006 fue, aproximadamente, la misma que en 1999, es decir, alrededor de 26%, a pesar de haber disminuido hasta 20% en 2001 y 2002 (cuadro 14). Hasta 2003 la mayor presencia de estos perceptores se encontró en el 60% de la población de menores ingresos, presencia que cae drásticamente en los deciles más altos. Sin embargo, a partir de 2004 se observa una tendencia a aumentar en esa proporción en los deciles de mayores ingresos, llegando a superar el 15% para todos los deciles hasta el octavo, inclusive. Ahora bien, las proporciones más altas se encontraron en los sectores medios, es decir, entre el tercer y quinto decil, para todos los años del período observado. La proporción de estos perceptores en el grupo de más bajos ingresos, éste es el 10% más pobre, fue menos de la mitad que cualquiera de las que se observa en los sectores medios, la cual se mantuvo con muy poca variación a lo largo de todo el período (cuadro 15). En definitiva, se puede afirmar que a lo largo de todo el período observado se encontró una sobrerrepresentación de los perceptores que reciben un salario igual o menor que el mínimo a partir del segundo decil hasta el quinto, ambos inclusive, que esos perceptores están subrrepresentados en el decil más pobre, sin observarse ninguna variación en esta representación a lo largo de los años del período analizado y que la presencia es irrelevante en el 30% más rico con una tendencia a aumentar a partir de 2004 (cuadro 15). En función de los resultados descritos, podría especularse entonces que los aumentos del salario mínimo podrían tener un impacto progresivo en la distribución del ingreso, ya que tenderían a favorecer a mayores proporciones de perceptores de ingreso de los grupos medios y de menores ingresos que de los altos. Sin embargo, el efecto positivo en el grupo más pobre sería mucho menor,

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dada la más baja presencia de este tipo de perceptores en ese grupo, lo que también permite especular un impacto poco eficaz de estos aumentos en reducir los niveles de pobreza. Ahora bien, dado que los decretos de aumentos de salarios han estado dirigidos fundamentalmente al mínimo, se ha contribuido con ellos a aumentar la presencia de perceptores que reciben estos salarios en deciles medios y altos, tendencia que de hecho se ha observado a partir de 2004, según la información suministrada en los cuadros 14 y 15. De continuar esta tendencia es de esperar también una disminución del impacto progresivo de tal política sobre el que antes se especuló. Para finalizar, es importante destacar que para poder concluir sobre los verdaderos efectos de esta política de aumento del salario mínimo, se requiere de una medición formal de su impacto en la distribución del ingreso. Esto, obviamente, escapa del objetivo inicial de este trabajo, el cual estuvo enfocado al impacto de las transferencias de dinero, pero se ha querido dejar planteada una inquietud que estimule alguna investigación dirigida al mercado laboral y su relación con la distribución del ingreso.

Conclusiones Los objetivos principales de este estudio fueron, por un lado, analizar la evolución de la desigualdad de ingresos en Venezuela en el período 1997-2006 y, por el otro, evaluar el papel jugado en ese comportamiento por las transferencias de dinero del Gobierno como parte de las políticas sociales. En relación con estos objetivos, los principales resultados y conclusiones se resumen de seguida: 1. A lo largo de todo el período se registró un descenso de la desigualdad, tanto de ingresos laborales como de los no laborales y, en consecuencia, del ingreso total (descenso de 14% calculada con el Gini y de 26% con el Theil). En el caso de los ingresos laborales, luego de un drástico aumento en 2005, el mayor descenso de desigualdad se registró entre 2005 y 2006, el cual fue determinante en la disminución observada para todo el período. 2. En términos de concentración del ingreso monetario, también la brecha entre los más pobres y los más ricos se redujo en todo el período, conducida fundamentalmente por la ganancia relativa del 10% más pobre de los perceptores de ingreso, reducción en la que fue determinante el drástico estrechamiento que se observó en el período electoral entre 2005 y 2006, luego de haber experimentado un ensanchamiento importante en 2005. 3. En términos de poder adquisitivo de canastas alimentarias normativas, las diferencias entre los perceptores de ingreso no siguieron el mismo comportamiento observado por los cambios en la concentración del ingreso monetario. Destacó lo ocurrido en el período de conflictividad política y social.

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La reducción de poder adquisitivo de toda la población en los años 2002 y 2003 redujo también las diferencias entre los más pobres y los más ricos, mientras en 2004 todos recuperaron poder adquisitivo con ensanchamiento de la brecha entre los deciles extremos. En 2005 la mayoría experimentó mejoría adicional, excepto el 10% más pobre, ensanchando aún más las diferencias entre ricos y pobres. Sin embargo, estas mejoras no compensaron las pérdidas de los años 2002 y 2003. Hasta 2005, inclusive, los períodos de desmejora generalizada del poder adquisitivo de la población de perceptores de ingreso estuvieron acompañados por reducciones de la brecha, y viceversa. En el año electoral se produce una mejora importante del poder adquisitivo del 30% más pobre de la población de perceptores de ingreso frente a una desmejora para el 20% más rico, que estrechó la brecha, pero ésta siguió siendo más amplia que la observada en 2000. Para todo el período la reducción fue poco relevante. 4. La participación de los ingresos no laborales en el total registró una tendencia creciente que se debió a una tasa de crecimiento de estos ingresos mayor que la de los ingresos laborales. Se encontró que los ingresos no laborales están desigualmente distribuidos favoreciendo más a los grupos de mayores ingresos, por lo que su aporte a la desigualdad total se le encontró también creciente a lo largo de todo el período observado. No obstante, los ingresos laborales siguen siendo la fuente principal de ingreso de los venezolanos y, en consecuencia, los que aportan la mayor proporción a la desigualdad total. 5. No se encontró evidencia que permitiera especular sobre alguna asociación entre el comportamiento de la participación de los ingresos no laborales en el total y los cambios observados en la desigualdad de ingresos. Por el contrario, el análisis sugiere que la ganancia registrada por los grupos más pobres a lo largo del período en estudio pareciera provenir en mayor proporción de los ingresos laborales que de los no laborales, mientras que la proporción de estos últimos en el ingreso total de los grupos de mayores ingresos ha tendido a aumentar. 6. La participación creciente de los ingresos no laborales en el total estuvo impulsada por las transferencias de dinero del Gobierno, principalmente por las pensiones del IVSS, debido no sólo al aumento del monto medio, sino también a la ampliación de la cobertura, la que en el caso de los subsidios no fue relevante en la ganancia relativa observada en los ingresos no laborales. Destacó el hecho de que si bien los subsidios benefician en mayor proporción a los grupos de menores ingresos, éstos no están abrumadoramente concentrados en el 10% más pobre como sí ocurría en 1997. Por su parte, las pensiones del IVSS han tendido a favorecer más a los grupos de mayores ingresos, lo cual se comprobó al determinar que su aporte a la desigualdad total fue creciente y relevante, mientras el aporte de los subsidios

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resultó muy poco importante. De hecho, se encontró que a partir de 2000 un incremento marginal en las pensiones del IVSS, igual para todos los beneficiarios, habría tenido un impacto regresivo en la distribución del ingreso total, mientras que en el caso de los subsidios a partir de 2002 el impacto habría sido progresivo, pero de magnitud mucho menor. 7. Los resultados de este trabajo dan base para pensar que es el mercado laboral el que determina las tendencias de la desigualdad en la distribución del ingreso y que las transferencias de dinero por parte del Gobierno, tales como becas, ayudas y subsidios, tienen un efecto poco relevante. Por lo tanto, si se quiere influir efectivamente en esas tendencias, las políticas en tal sentido deberían estar fundamentalmente dirigidas a lograr inducir cambios en el mercado laboral, que sean sostenibles en tiempo y no de efecto coyuntural, tales como períodos electorales. Esto obviamente demanda mayor investigación que arroje luces sobre la relación entre la estructura del mercado laboral y la distribución del ingreso.

Referencias bibliográficas Cowell, F. y E. Flachaire (2002). “Sensitivity of inequality measures to extreme values”, Distributional Analysis Research Programme, The Toyota Centre, Suntory and Toyota International Centres for Economics and Related Disciplines, London School of Economics and Political Science, Discussion Paper N° DARP 60, March. Lerman, R. y S. Yitzhaki (1985). “Income inequality effects by income source: A new approach and applications to the United States”, The Review of Economics and Statistics, 67:151-156. López-Feldman, A. (2006). “Decomposing inequality and obtaining marginal effects”, The Stata Journal, 6:106-111. López-Feldman, A., J. Mora y J.E. Taylor (2006). “Does natural resource extraction mitigate poverty and inequality? Evidence from rural Mexico and a Lacandona Rainforest Community”, Department of Agricultural and Resource Economics, University of California, Working Paper N° 06-005. Stark, O., J.E. Taylor y S. Yitzhaki (1986). “Remittances and inequality”, The Economic Journal, 383:722-740.

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Anexo Gráfico 1 Evolución de la desigualdad de ingreso total, laboral y no laboral, entre perceptores de ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006, calculada con el coeficiente de Gini en el segundo semestre de cada año Gini 0,6 –

0,5 –

0,4 –

0,3 –

0,2 –

Laboral

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

2006 -

No laboral

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

Total

1998 -

0–

1997 -

0,1 –

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Gráfico 2 Evolución de la desigualdad de ingresos total, laboral y no laboral, entre perceptores de ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006, calculada con el coeficiente de Theil en el segundo semestre de cada año Theil 0,7 – 0,6 – 0,5 – 0,4 – 0,3 – 0,2 –

Total

Laboral

2006 -

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

1998 -

0–

1997 -

0,1 –

No laboral

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Cuadro 1 Variación porcentual de la desigualdad de ingreso total, laboral y no laboral, entre perceptores de ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006, calculada con los índices de Gini y Theil en el segundo semestre de cada año

Índice

1997-2000

2000-2001

2001-2004

2004-2005

2005-2006

1997-2006

Gini Tipo de ingreso Total

-14

8

-6

6

-10

-15

Laboral

-12

8

-5

5

-12

-14

No laboral

-12

5

-6

10

-6

-12

Theil Tipo de ingreso Total

-26

17

-12

27

-28

-28

Laboral

-22

16

-10

27

-31

-26

No laboral

-30

20

-12

27

-17

-23

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

54

Gráfico 3 Participación del ingreso laboral en el ingreso total recibido por la totalidad de perceptores de ingreso en Venezuela durante 1997-2006, calculada en el segundo semestre de cada año % 94,0 – 93,0 – 92,0 – 91,0 – 90,0 – 89,0 – 88,0 – 87,0 – 86,0 – 85,0 –

2006 -

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

1998 -

83,0 –

1997 -

84,0 –

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Gráfico 4 Evolución de la desigualdad de ingreso total per cápita entre los hogares venezolanos entre 1997 y 2006, calculada con los índices de Gini y Theil en el segundo semestre de cada año Desigualdad 0,6 –

0,5 –

0,4 –

0,3 –

0,2 –

Theil

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

2006 -

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

Gini

1998 -

0–

1997 -

0,1 –

César Gallo / La distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006: el impacto de…

Gráfico 5 Comparación entre la desigualdad de ingresos totales per cápita de los hogares y la desigualdad de ingresos totales de los perceptores de ingreso, calculadas en el segundo semestre de cada año con el coeficiente de Gini. Venezuela, 1997-2006 Gini 0,6 –

0,5 –

0,4 –

0,3 –

0,2 –

Hogares

2006 -

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

1998 -

0–

1997 -

0,1 –

Perceptores

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Gráfico 6 Comparación entre la desigualdad de ingresos totales per cápita de los hogares y la desigualdad de ingresos totales de los perceptores de ingreso, calculadas en el segundo semestre de cada año con el índice de Theil. Venezuela, 1997-2006 Theil 0,6 –

0,5 –

0,4 –

0,3 –

0,2 –

Hogares

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

2006 -

Perceptores

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

1998 -

0–

1997 -

0,1 –

55

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

56

Gráfico 7 Montos totales mensuales de ingreso laboral y no laboral recibidos por la totalidad de los perceptores de ingreso, calculados en el segundo semestre de cada año, en miles de millones de bolívares de 1997. Venezuela, 1997-2006 Miles de millones de bolívares de 1997 1.400 – 1.200 – 1.000 – 800 – 600 – 400 –

Laboral total

2006 -

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

1998 -

0–

1997 -

200 –

No laboral total

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Gráfico 8 Tasas de crecimiento de los montos totales mensuales de los ingresos laborales y no laborales, recibidos por la totalidad de los perceptores de ingreso, calculados en el segundo semestre de cada año, a precios de 1997. Venezuela, 1997-2006. % 50 – 40 – 30 – 20 –

2005 -

2006 -

2005 -

2006 -

2004 -

2003 2003 -

– –

2004 -

2002 -

2001 2001 -

2002 -

2000 -

2000 -

1999 -

1998 1998 -

1999 -

– –

0–

1997 -

10 –

Laboral total

No laboral total

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

-20 –

1997 -

-10 –

César Gallo / La distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006: el impacto de…

57

Gráfico 9 Ingreso laboral y no laboral medio mensual recibidos por los perceptores de ingreso, calculados en el segundo semestre de cada año, en bolívares de 1997. Venezuela, 1997-2006 Bolívares de 1997 120.000 –

100.000 –

80.000 –

60.000 –

40.000 –

2006 -

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

Laboral medio

2000 -

1999 -

1998 -

0–

1997 -

20.000 –

No laboral medio

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Gráfico 10 Proporción de perceptores de ingresos no laborales respecto a la población total del país, calculada en el segundo semestre de cada año. Venezuela, 1997-2006 % 10,0 – 9,0 – 8,0 – 7,0 – 6,0 – 5,0 – 4,0 – 3,0 – 2,0 –

2006 -

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

1998 -

0,0 –

1997 -

1,0 –

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

58

Gráfico 11 Tasas de desocupación e inactividad en Venezuela durante 1997-2006, calculadas en el segundo semestre de cada año1 % 45 – 40 – 35 – 30 – 25 – 20 – 15 – 10 –

Tasa de desocupación

2006 -

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

1998 -

1997 -

1996 -

1995 -

0–

1994 -

5–

Tasa de inactividad

Las cifras de ocupados, desocupados e inactivos se calcularon en función de la variable “código sumario”, cuyos valores son asignados por el INE en la base de datos. La tasa de desocupación es calculada con base en la población económicamente activa, mientras la de inactividad es calculada con base en la población de 15 años o más.

1

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

César Gallo / La distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006: el impacto de…

59

Gráfico 12 Porcentajes de ocupados, desocupados e inactivos respecto a la población total del país, calculados en el segundo semestre de cada año. Venezuela, 1997-20061 % 45 – 40 – 35 – 30 – 25 – 20 – 15 – 10 –

Desocupados

2006 -

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

1998 -

1997 -

Ocupados

1996 -

1995 -

0–

1994 -

5–

Inactivos

Las cifras de ocupados, desocupados e inactivos se calcularon en función de la variable “código sumario”, cuyos valores son asignados por el INE en la base de datos.

1

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

60

Gráfico 13 Proporción del monto total de ingresos no laborales en el ingreso total mensual recibido por la totalidad de los perceptores de ingreso, según fuente de ingreso, calculada en el segundo semestre de cada año. Venezuela, 1997-2006 % 7,0 – 6,0 – 5,0 – 4,0 – 3,0 – 2,0 –

Pensiones del Seguro Social

Ayudas familiares o de otras personas

Subsidios, becas y otros

Jubilación por trabajo

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

2006 -

Rentas, intereses o dividendos

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

1998 -

0,0 –

1997 -

1,0 –

César Gallo / La distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006: el impacto de…

Gráfico 14 Proporción de perceptores de ingreso que reciben ingresos no laborales respecto al total de perceptores de ingreso, calculada en el segundo semestre de cada año, según fuente de ingreso. Venezuela, 1997-2006 % 10 – 9– 8– 7– 6– 5– 4– 3– 2–

Pensiones del Seguro Social

Ayudas familiares o de otras personas

Subsidios, becas y otros

Jubilación por trabajo

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

2006 -

Rentas, intereses o dividendos

2005 -

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

1998 -

0–

1997 -

1–

61

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

62

Gráfico 15 Ingreso no laboral medio mensual de los perceptores de ingreso, según fuente de ingreso, a precios constantes de 1997, calculado en el segundo semestre de cada año. Venezuela, 1997-2006 Miles de bolívares de 1997 200 – 180 – 160 – 140 – 120 – 100 – 80 – 60 – 40 –

Rentas, intereses o dividendos

Subsidios, becas y otros

Jubilación por trabajo

2006 -

2005 -

Pensiones del Seguro Social

2004 -

2003 -

2002 -

2001 -

2000 -

1999 -

1998 -

0–

1997 -

20 –

Ayudas familiares o de otras personas

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Cuadro 2 Concentración del ingreso total mensual (laboral más no laboral) de los perceptores de ingreso por decil, calculada en el segundo semestre de cada año. Venezuela, 1997-2006

Decil 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

1997 0,9 2,3 3,9 5,3 6,6 7,4 9,0 11,7 16,3 36,6

1998 0,9 2,6 4,2 5,8 6,5 7,6 9,4 12,0 16,2 34,9

1999 1,1 2,9 4,6 6,2 6,9 7,7 9,4 11,6 16,0 33,8

2000 1,4 3,2 4,8 6,2 7,5 8,0 9,8 11,6 15,8 31,7

2001 1,1 2,8 4,4 5,8 6,9 7,7 9,2 12,0 16,0 34,1

2002 1,1 2,7 4,3 5,8 7,2 7,9 9,1 11,9 16,1 33,8

2003 1,2 2,9 4,3 6,0 7,3 8,2 10,0 12,1 16,1 31,9

2004 1,4 3,1 4,7 5,7 7,5 8,4 9,8 12,0 15,7 31,7

2005 0,9 2,6 4,1 5,8 7,6 8,0 9,9 12,2 15,4 33,3

2006 1,5 3,3 5,1 6,4 7,4 8,5 10,2 12,0 14,9 30,6

Brecha 10/1

41,3

37,4

31,7

23,0

30,1

30,4

26,5

23,5

35,2

20,4

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

César Gallo / La distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006: el impacto de…

63

Cuadro 3 Variaciones porcentuales anuales de la concentración del ingreso total mensual (laboral más no laboral) de los perceptores de ingreso por decil, calculadas respecto a los segundos semestres de cada año. Venezuela, 1997-2006

Decil

1997

1998

1999

1

5,39

14,23

2

9,47

12,08

3

9,14

10,07

4

9,57

6,80

5

-1,82

2000

2001 2002

2003

2004

2005

29,47

-17,92

8,25 12,35

-29,99

58,63

12,28

-11,92 -3,42

6,70

6,76

-16,73

26,72 40,84

3,87

-9,01 -2,68

-0,09

9,50

-12,11

0,57

-5,80 -0,98

3,10

-4,41

2,14

10,22

21,78

6,53

8,90

-9,12

5,12

1,12

2,69

1,55

-2,86

11,45 14,75

-1,77

2006 06-97 69,72

25,54 33,38

6

1,97

1,78

3,44

-3,78

3,48

3,89

2,08

-4,95

6,51

7

4,32

-0,44

4,35

-6,10 -0,34

9,24

-1,58

1,26

2,44 13,12

8

2,01

-3,43

0,24

3,29 -0,96

1,96

-0,93

2,07

-1,46

2,63

9

-0,41

-1,45

-0,74

1,08

0,68

0,12

-2,62

-1,83

-3,47

-8,40

10

-4,68

-3,25

-6,16

7,76 -0,84

-5,72

-0,51

5,00

-8,18 -16,36

Brecha 10/1

-9,55 -15,29

-27,52

31,29

0,94 -12,91 -11,44

49,99 -42,11 -50,72

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Cuadro 4 Ingreso total (laboral más no laboral) medio mensual, en cada decil de perceptores de ingreso, expresado en número de canastas alimentarias normativas (CAN), calculados en el segundo semestre de cada año. Venezuela, 1997-2006

Decil

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

1

0,5

0,6

0,8

1,0

0,8

0,7

0,6

0,8

0,7

1,1

2

1,4

1,7

2,1

2,3

2,0

1,6

1,5

1,8

1,8

2,5

3

2,4

2,7

3,3

3,4

3,2

2,5

2,1

2,6

2,8

3,8

4

3,2

3,7

4,4

4,4

4,2

3,5

3,0

3,2

4,0

4,8

5

4,0

4,2

5,0

5,3

4,9

4,3

3,6

4,2

5,2

5,5

6

4,5

4,9

5,5

5,6

5,5

4,7

4,1

4,7

5,5

6,3

7

5,5

6,1

6,7

6,9

6,6

5,4

5,0

5,5

6,8

7,6

8

7,2

7,8

8,3

8,2

8,6

7,1

6,0

6,7

8,4

8,9

9

9,9

10,5

11,4

11,2

11,5

9,6

8,1

8,8

10,6

11,1

10

22,3

22,6

24,1

22,4

24,5

20,2

15,9

17,9

22,9

22,7

Brecha: 10-1

21,8

22,0

23,3

21,4

23,7

19,5

15,3

17,1

22,3

21,6

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

64

Cuadro 5 Variaciones absolutas del ingreso total medio mensual por decil de perceptores de ingreso, expresado en número de canastas alimentarias normativas (CAN), calculadas respecto a los segundos semestres de cada año. Venezuela, 1997-20061

Decil

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

1

0,1

0,2

0,2

(0,2)

2

0,2

0,4

0,2

(0,2)

3

0,4

0,6

0,1

(0,3)

2006 97-06

(0,2)

(0,1)

0,2

(0,1)

0,5

0,6

(0,4)

(0,2)

0,3

0,0

0,7

1,0

(0,6)

(0,4)

0,5

0,2

1,0

1,5

4

0,5

0,7

(0,0)

(0,2)

(0,7)

(0,5)

0,2

0,8

0,8

1,5

5

0,2

0,7

0,4

(0,4)

(0,6)

(0,7)

0,6

1,0

0,3

1,4

6

0,4

0,6

0,1

(0,1)

(0,8)

(0,6)

0,6

0,8

0,8

1,8

7

0,6

0,6

0,2

(0,3)

(1,1)

(0,5)

0,6

1,3

0,7

2,1

8

0,6

0,5

(0,1)

0,4

(1,5)

(1,0)

0,7

1,7

0,5

1,8

9

0,6

0,9

(0,2)

0,3

(1,9)

(1,6)

0,8

1,8

0,4

1,1

10

0,3

1,5

(1,7)

2,1

(4,3)

(4,3)

2,0

5,0

(0,2)

0,4

0,2

1,3

(1,9)

2,3

(4,2)

(4,2)

1,8

5,2

(0,7)

(0,2)

Brecha: 10-1 1

Las cifras entre paréntesis indican valores negativos o reducciones.

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Cuadro 6 Variaciones porcentuales del ingreso total medio, por decil de perceptores de ingreso, expresado en número de canastas alimentarias normativas (CAN). Venezuela, 1997-2006

Decil

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006 97-06

1

11,9

25,8

28,2

-16,6

-18,5

-9,5

26,8

-14,5

71,2

106,2

2

16,2

23,5

11,2

-10,5

-19,9

-10,8

20,5

1,7

36,8

71,3

3

15,9

21,2

2,9

-7,6

-19,3

-16,4

23,6

7,3

35,5

62,2

4

16,3

17,7

-0,4

-4,3

-17,8

-13,8

7,8

24,8

18,9

48,0

5

4,2

17,4

7,9

-7,7

-12,8

-15,4

15,9

24,0

4,9

35,5

6

8,4

12,1

2,4

-2,2

-14,1

-13,1

15,2

16,1

15,0

39,5

7

10,7

9,7

3,4

-4,6

-17,3

-8,6

11,1

23,7

10,6

37,5

8

8,3

6,4

-0,7

5,0

-17,8

-14,7

11,8

24,7

6,4

24,8

9

5,8

8,6

-1,7

2,7

-16,4

-16,3

9,9

19,9

4,2

11,4

10

1,2

6,6

-7,1

9,5

-17,7

-21,1

12,3

28,3

-0,9

1,7

1,0

6,1

-8,2

10,7

-17,7

-21,5

11,7

30,2

-3,0

-0,9

Brecha: 10-1

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

César Gallo / La distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006: el impacto de…

65

Cuadro 7 Proporción de ingreso no laboral en el ingreso total concentrado por cada decil de perceptores de ingreso. Venezuela, 1997-2006

Decil

1997

1998

1999

2000

2001

1

45,3

2

24,0

34,4

33,1

30,9

32,3

25,6

24,2

21,3

22,1

3

21,5

20,0

21,5

14,8

16,0

4

13,7

8,1

9,3

9,1

5

4,5

4,7

3,0

10,6

6

7,3

7,0

7,0

7

7,0

6,9

8,0

2002

2003

2004

2005

2006

30,9

30,1

26,1

27,1

39,5

20,8

20,5

19,0

28,6

22,0

16,0

13,5

20,5

14,5

14,5

14,1

9,5

10,3

9,5

10,1

12,5

9,0

13,6

9,5

9,2

7,0

15,5

8,3

7,0

10,0

14,0

14,0

17,5

7,4

7,0

8,5

8,1

8,7

8,0

7,0

5,8

8

4,6

6,5

8,2

10,0

10,5

9,3

9,6

7,5

6,1

6,4

9

5,0

5,2

7,0

11,0

12,7

16,2

14,4

16,5

17,3

20,0

10

4,7

5,4

6,5

10,1

9,6

12,4

11,1

12,6

13,4

13,8

En el total

7,1

7,3

8,4

10,6

11,0

12,6

11,9

12,6

12,7

13,2

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Cuadro 8 Porcentaje de la población de cada decil de perceptores de ingreso que recibe subsidios y becas. Venezuela, 1997-2006

Decil

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

1

26,9

12,9

4,1

2,6

4,9

6,1

5,2

7,1

6,5

14,3

2

1,2

2,1

1,1

0,9

1,9

2,3

2,8

2,9

8,3

5,3

3

2,1

0,5

1,3

0,8

1,4

2,2

1,4

12,4

2,9

6,3

4

0,5

0,5

1,1

0,6

0,6

1,4

1,3

2,1

2,8

2,6

5

0,3

0,4

0,3

0,4

0,3

0,5

0,8

1,9

1,6

1,2

6

0,3

0,5

0,4

0,4

0,3

0,5

0,6

1,4

0,7

1,7

7

0,5

0,2

0,5

0,7

0,7

0,9

0,7

2,1

2,2

2,1

8

0,3

0,5

0,5

0,4

0,6

1,0

0,5

1,2

0,9

1,0

9

0,7

0,6

0,8

0,5

0,8

0,9

0,6

1,2

1,1

1,5

10

0,9

1,2

1,2

1,7

1,6

1,0

1,0

1,3

2,3

3,5

En la pob. total

3,4

1,9

1,1

0,9

1,6

1,7

1,5

3,4

2,9

4,0

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

66

Cuadro 9 Representación en cada decil de perceptores de ingreso de la población que recibe subsidios y becas. Venezuela, 1997-2006

Decil

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

1

80,0

66,7

36,0

29,2

37,8

36,2

35,2

21,2

22,2

36,1

2

3,6

10,9

9,6

9,9

14,3

13,5

18,8

8,5

28,3

13,4

3

6,4

2,4

11,8

8,5

10,6

13,2

9,5

36,9

10,0

16,0

4

1,4

2,4

9,6

6,5

4,8

8,3

8,5

6,3

9,6

6,5

5

0,8

2,2

2,4

4,3

2,0

2,9

5,5

5,6

5,4

3,1

6

0,9

2,4

3,8

4,6

2,3

3,0

3,8

4,3

2,2

4,4

7

1,5

1,0

4,3

8,3

5,4

5,5

4,5

6,1

7,5

5,2

8

0,9

2,7

4,7

4,6

4,3

5,9

3,7

3,6

3,2

2,5

9

2,0

3,0

7,0

5,1

6,2

5,4

4,0

3,6

3,7

3,8

10

2,5

6,4

10,9

19,0

12,2

6,1

6,5

4,0

8,0

9,0

Total

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Cuadro 10 Proporción de la población de cada decil de perceptores de ingreso que recibe pensiones del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS). Venezuela, 1997-2006

Decil

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

1

4,2

4,0

4,3

2,9

3,6

3,2

3,0

3,2

4,7

4,3

2

2,7

2,4

1,7

1,9

2,5

2,5

2,9

2,8

3,1

2,7

3

5,4

6,7

9,2

1,3

1,2

1,0

1,1

1,3

0,9

0,9

4

3,7

1,2

1,1

1,3

6,9

1,0

1,1

0,8

1,1

5,8

5

1,6

0,3

0,3

7,2

4,2

8,1

1,5

2,6

1,0

10,2

6

1,6

3,1

2,9

3,2

2,0

4,7

9,5

8,2

13,6

2,5

7

2,8

3,2

2,9

2,8

2,2

1,7

3,3

3,0

1,9

2,6

8

2,4

3,0

3,2

4,6

5,0

3,1

3,8

2,7

2,5

2,6

9

1,7

1,5

2,7

6,6

7,6

10,0

8,2

11,1

13,0

17,0

10

1,3

1,7

1,8

3,4

3,9

5,2

7,5

7,7

9,1

8,6

En la pob. total

2,8

2,7

3,0

3,5

4,0

4,1

4,2

4,4

5,1

5,7

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

César Gallo / La distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006: el impacto de…

67

Cuadro 11 Representación en cada decil de perceptores de ingreso de la población que recibe pensiones del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS). Venezuela, 1997-2006

Decil

1997

1998

1999

2000

1

15,3

14,8

14,3

8,2

2

9,8

8,8

5,8

5,3

3

19,6

24,7

30,5

3,7

3,0

4

13,5

4,6

3,7

3,6

17,6

5

5,7

1,3

1,1

20,5

6

5,9

11,2

9,8

7

10,2

11,9

9,5

8

8,7

11,1

10,7

13,1

12,8

7,7

9,0

6,1

4,8

4,5

9

6,3

5,5

8,9

18,6

19,4

24,8

19,7

25,4

25,7

29,7

10

4,9

6,2

5,8

9,7

10,0

12,9

18,0

17,7

17,9

15,0

100,0

100

100

100

100

100

100

100

100

100

Total

2001

2002

2003

2004

2005

2006

9,2

8,0

7,2

7,4

9,3

7,5

6,5

6,2

7,0

6,4

6,2

4,7

2,4

2,7

3,0

1,7

1,6

2,4

2,6

1,9

2,1

10,1

10,8

20,0

3,6

6,0

1,9

17,9

9,2

5,2

11,6

22,6

18,9

26,7

4,3

8,0

5,5

4,1

7,7

7,0

3,7

4,6

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Cuadro 12 Contribución porcentual a la desigualdad total, medida con el coeficiente de Gini, de los ingresos laborales y de los provenientes de las diferentes fuentes de ingresos no laborales. Venezuela, 1997-2006

Tipo de ingreso 1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

Laboral

97,37

96,18

94,21

90,05

90,0

87,94

88,73

87,31

85,6

86,67

Pensiones del IVSS

0,77

1,24

1,92

4,72

3,77

5,48

6,27

7,37

7,87

9,12

Ayudas familiares

-0,25

-0,13

0,46

0,79

0,57

0,8

0,54

0,51

0,47

-0,86

Becas y subsidios

-0,11

0,39

0,63

0,67

1,11

0,73

0,52

0,53

1,2

1,34

Jubilación por trabajo

1,23

1,02

1,48

1,96

2,52

3,29

2,57

2,94

2,29

2,46

Rentas y dividendos

0,99

1,3

1,3

1,82

2,03

1,75

1,38

1,33

1,01

0,91

2,6

3,8

5,8

10,0

10,0

12,1

11,3

12,7

12,8

13,0

Pensiones más jubilaciones 2,0

2,3

3,4

6,7

6,3

8,8

8,8

10,3

10,2

11,6

Total no laboral

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

68

Cuadro 13 Efecto en la desigualdad total, medida con el coeficiente de Gini, de una variación del 1% en cada una de las fuentes del ingreso total, manteniendo las demás constantes. Venezuela, 1997-2006

Fuente

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

Laboral

0,0473

0,041

0,0369

0,0174

0,0197

0,0084

0,0125

Pensiones

-0,009 -0,0079 -0,0066 0,0072

0,002

0,011

0,015

Ayudas

-0,0312

Subsidios

-0,0069 -0,0016

0,0002 0,0006

Jubilación

-0,0014 -0,0008

0,0021

Renta y div.

0,0013 0,0022

0,0017 0,0042 0,0053

2004

2005

2006

0,0075 -0,0023 0,0065 0,0225

0,0207 0,0272

-0,033 -0,0342 -0,0343 -0,0341 -0,0311 -0,0337 -0,0287 -0,0264 -0,0344 0,0015 -0,0021 -0,0028 -0,0149 -0,0041 -0,0079

0,005 0,0058

0,0104 0,0072

0,0103

0,0066 0,0083

0,0033

0,0033

0,0016 0,0017

0,0017

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Cuadro 14 Proporción de la población de cada decil de perceptores de ingreso que recibe en su trabajo principal un salario igual o menor que el mínimo. Venezuela, 1999-2006

Decil

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

1

18,1

14,6

13,3

14,5

15,1

14,9

19,0

16,1

2

30,8

30,3

29,3

29,0

29,5

30,9

28,7

32,4

3

40,9

34,5

34,8

37,2

42,9

40,6

39,6

37,9

4

53,1

53,1

58,8

47,9

49,7

45,8

43,9

51,5

5

78,5

60,2

52,9

42,7

29,6

46,6

32,0

45,8

6

29,3

23,1

7,8

17,8

43,3

43,6

59,9

15,4

7

4,3

4,2

2,8

3,5

9,7

15,9

17,3

33,3

8

3,6

2,4

1,9

2,4

3,0

10,3

16,5

16,4

9

2,4

2,7

1,6

2,1

1,8

9,8

7,9

5,2

10

2,0

2,5

1,6

1,2

1,7

3,6

6,4

4,5

26,3

22,8

20,5

19,8

22,6

26,2

27,1

25,8

En la pob. total

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

César Gallo / La distribución del ingreso en Venezuela durante el período 1997-2006: el impacto de…

69

Cuadro 15 Representación en cada decil de perceptores de ingreso de la población que recibe en su trabajo principal un salario igual o menor que el mínimo. Venezuela, 1999-2006

Decil

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

1

7

6

7

7

7

6

7

6

2

12

13

14

15

13

12

11

13

3

16

15

17

19

19

15

15

15

4

20

23

29

24

22

17

16

20

5

30

26

26

22

13

18

12

18

6

11

10

4

9

19

17

22

6

7

2

2

1

2

4

6

6

13

8

1

1

1

1

1

4

6

6

9

1

1

1

1

1

4

3

2

10

1

1

1

1

1

1

2

2

100

100

100

100

100

100

100

100

Total

Fuente: INE, Encuesta de Hogares por Muestreo, cálculos propios.

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 71-103 • ISSN: 0005-4720

Diversificación de mercados y el crecimiento de las exportaciones en América Latina

Balza Caballero Ortega Pineda Lenin Balza*

María Caballero**

Leonardo Ortega*** José Pineda****

Resumen En este trabajo se documenta la descomposición de las exportaciones de diez países de América Latina, tanto por líneas de productos como por destinos comerciales entre 1970 y 2004. Los resultados obtenidos sugieren que la principal fuente de explicación del crecimiento en las exportaciones en estos países proviene de aquellos bienes que tradicionalmente han sido exportados o tradicionales, aunque las nuevas líneas de exportación tienen una participación

* Economista, Universidad Central de Venezuela. Estudiante de la Maestría en Economía, Universidad Torcuato Di Tella. Economista de la Vicepresidencia de Research Santander Investment, Banco de Venezuela Grupo Santander. Correo electrónico: [emailprotected] ** Economista, Universidad Central de Venezuela. Asistente de investigación en la Corporación Andina de Fomento (CAF). Correo electrónico: [emailprotected] *** Economista, Universidad Central de Venezuela. Estudiante de la Maestría en Economía, Universidad Torcuato Di Tella. Asistente de investigación, Corporación Andina de Fomento (CAF). Correo electrónico: [emailprotected] **** Economista, Universidad Central de Venezuela (UCV). Magíster y PhD en Economía, Universidad de Maryland, College Park. Consultor y Economista de Investigación, Oficina de Políticas Públicas y Competitividad, Corporación Andina de Fomento (CAF). Correo electrónico: [emailprotected] y [emailprotected]

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

72

no despreciable en el crecimiento. También, se encontró que en todos los casos la aparición de nuevos destinos comerciales es una importante fuente de explicación del crecimiento de las exportaciones y la desconcentración sectorial que se ha observado en la misma. Por lo tanto, desde el punto de vista de política, este trabajo sugiere que la búsqueda y ampliación de los mercados de exportación es fundamental para impulsar el crecimiento de las exportaciones e impulsar la mayor diversificación de la oferta exportable de los países de América Latina. Palabras clave: Política comercial / Integración económica / Crecimiento económico Código JEL: F13; F15; F43

Abstract This paper documents the export breakdown of 10 Latin American countries, in both product and destination market levels between 1970 and 2004. Our results suggest that the main source of explanation of export growth comes from those goods that usually have been exported or traditional goods, although new exports have a significant share in total export growth. We also find in all the cases that the appearance of new market destination is an important source of export growth and the reduction of industry concentration that has been observed. Therefore, from a point of view of policy, this paper suggests that search and extend export markets destinations is fundamental to develop a more diversified export supply in Latin American countries. Key words: Trade policy / Economic integration / Economic growth JEL code: F13; F15; F43

Resumo Nesse trabalho se documenta a decomposição das exportações de dez países da América Latina, tanto por linhas de produtos quanto por destinos comerciais entre 1970 e 2004. Os resultados obtidos sugerem que a fonte principal do crescimento das exportações nesses países está ligada àqueles bens que geralmente têm sido exportados ou bens tradicionais, embora as novas linhas de exportação tenham uma participação destacada no crescimento. Também, foi encontrado que em todos os casos a aparição de novos destinos comerciais é uma importante fonte de explicação do crescimento das exportações e da desconcentração setorial que se têm observado na mesma. Por tanto, desde o ponto de vista de política, esse trabalho sugere que a procura e ampliação dos mercados de exportação é fundamental para impulsionar o crescimento das exportações e fomentar a maior diversificação da oferta exportável dos países da América Latina.

L. Balza, M. Caballero, L. Ortega, J. Pineda / Diversificación de mercados y el crecimiento de…

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Palavras chave: Política comercial / Integração econômica / Crescimento econômico Código JEL: F13; F15; F43

Résumé Ce travail document la décomposition des exportations de dix pays d’Amérique Latine, tant pour les lignes de produits que pour les destins commerciaux entre 1970 et 2004. Les résultats obtenus suggèrent que la principale source d’explication de la croissance des exportations dans ces pays est obtenue de ces biens qui ont été exportés ou qui sont traditionnels, même si les nouvelles lignes d’exportation ont une participation non méprisables dans la croissance. Il a été aussi mis en évidence que, dans tous les cas, l’apparition de nouveaux destins commerciaux est une source importante d’explication de la croissance des exportations et de la déconcentration sectorielle observée. C’est pourquoi, du point de vue politique, ce travail suggère que la recherche et l’élargissem*nt des marchés d’exportation est fondamentale pour promouvoir la croissance des exportations et la diversification de l’offre exportable des pays d’Amérique Latine. Mots clés: Politique commerciale / Intégration économique / Croissance économique Code JEL: F13; F15; F43

Introducción En los últimos años hemos sido testigos de un mayor crecimiento de las exportaciones a nivel mundial. En la literatura moderna mucho se ha discutido sobre los beneficios que brinda la inserción en el comercio internacional, al punto de considerarse uno de los caminos que facilita el desarrollo económico de los países (CAF, 2005). Temas como la diversificación y la especialización productiva son un punto importante en muchos de los estudios sobre el desarrollo. Pero en menor medida se ha investigado sobre las alternativas de diversificación o especialización en los destinos comerciales. En este sentido, hemos observado tres hechos estilizados en varias economías del mundo, que nos motivan a estudiar patrones de diversificación o especialización al nivel de mercado en 10 países de América Latina.

A escala mundial los niveles de exportación han aumentado alrededor de seis veces con respecto al nivel presentado en 1970. Adicionalmente, al observar el cuadro 1 resulta evidente que en términos generales hubo un au-

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mento en la tasa de crecimiento de las exportaciones a partir de 1990. Este proceso ha sido liderado por Hong Kong, cuyas exportaciones crecieron a una tasa mayor, mientras que Finlandia e Irlanda mantuvieron una tasa de crecimiento de las exportaciones relativamente estable. Los países de América Latina y el Caribe también presentaron un aumento en las tasas de crecimiento de sus exportaciones a partir de la década de los noventa, lo cual confirma que la región se ha esforzado por lograr una mayor inserción en el comercio mundial. Sin embargo, este esfuerzo no ha sido suficiente y como resultado América Latina ha perdido participación en el comercio global (ver CAF, 2005). Cuadro 1 Tasas de crecimiento anual de las exportaciones (1980-2005) Porcentajes

Países

Crecimiento anual (1980-1990)

Crecimiento anual (1990-2005)

Crecimiento anual (1980-2005)

Argentina

4,32

7,83

6,42

Bolivia

-1,16

7,20

3,86

Brasil

4,44

8,83

7,08

Chile

5,93

10,19

8,49

Colombia

5,39

7,41

6,60

Costa Rica

3,44

10,59

7,73

Ecuador

0,90

8,60

5,52

Guatemala

-2,45

10,21

5,15

Honduras

-3,85

8,06

3,30

México

5,30

13,99

10,51

Nicaragua

-2,40

6,17

2,74

Panamá

-0,47

6,97

3,99

Paraguay

11,28

3,77

6,78

Perú

0,14

9,63

5,83

Trinidad y Tobago

-6,73

10,20

3,43

Uruguay

4,71

4,56

4,62

Venezuela

-0,67

7,48

4,22

Corea

13,11

9,86

11,16

Finlandia

6,33

5,97

6,11

Hong Kong

14,28

8,46

10,79

Irlanda

10,33

10,21

10,25

Fuente: ONU (2006) y cálculos propios.

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Por otro lado, cuando observamos al interior de América Latina notamos que existen heterogeneidades importantes entre los países de la región en cuanto al crecimiento de las exportaciones. En este sentido, encontramos países que sistemáticamente han incrementado las tasas de crecimiento anuales de sus exportaciones, como es el caso de Brasil, Chile y México, naciones que han alcanzado las más altas tasas de la región (7% y 10%) entre 1980 y 2005. Así mismo, encontramos otros países como Bolivia, Paraguay, Uruguay y Venezuela, que han experimentado una disminución considerable en las tasas de crecimiento anuales de sus exportaciones, las cuales han llegado alrededor de 4% entre 1980 y 2005. Un segundo elemento importante a destacar es la tendencia a la reducción de la concentración de las exportaciones en América Latina. En este sentido, CAF (2006) presenta evidencia sobre la disminución de la concentración1 de las exportaciones de América Latina, mostrando que el índice de concentración de las exportaciones ha pasado de 0,23 entre 1970-1972 a 0,16 entre 2003-2004, como se aprecia en el siguiente cuadro. Sin embargo, las exportaciones de la región continúan más concentradas en relación con otros países del mundo, como es el caso de Corea, Finlandia, Hong Kong e Irlanda, países para los cuales el índice de concentración no ha pasado de 0,1 desde 1970 hasta 2004. Esto último parece ser un tema importante, pues los países que presentan unos bajos niveles de concentración han experimentado un crecimiento importante de sus exportaciones en las últimas décadas.

1 En CAF (2006) se utilizó el índice de Herfindahl como medida de la concentración. Este índice toma valores entre 0 y 1, de manera tal que los valores cercanos a 0 indican poca concentración, mientras que valores cercanos a 1 indican alta concentración.

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Cuadro 2 Índice de concentración de las exportaciones, América Latina y otros países (1970-2004)

Años

América Latina

Corea

Finlandia

Hong Kong

Irlanda

1970-1972

0,23

0,05

0,03

0,06

0,04

1973-1975

0,21

0,03

0,03

0,05

0,03

1976-1978

0,19

0,03

0,03

0,06

0,03

1979-1981

0,22

0,03

0,03

0,04

0,02

1982-1984

0,25

0,04

0,03

0,04

0,03

1985-1987

0,18

0,03

0,03

0,03

0,04

1988-1990

0,15

0,03

0,02

0,03

0,03

1991-1993

0,13

0,03

0,02

0,03

0,03

1994-1996

0,12

0,04

0,03

0,02

0,05

1997-1999

0,10

0,04

0,04

0,03

0,06

2000-2002

0,12

0,04

0,05

0,03

0,07

2003-2004

0,16

0,05

0,04

0,03

0,07

Fuente: ONU (2006) y cálculos propios.

Adicionalmente, es importante a destacar que a nivel mundial ha habido una política comercial más abierta, lo cual ha motivado una mayor firma de acuerdos comerciales a nivel general y en América Latina en particular. Así, la búsqueda de nuevos destinos de exportación, vía preferencias arancelarias, ha sido notoria. En este sentido, conviene destacar que tanto Chile como México cuentan con al menos ocho (8) acuerdos comerciales, incluso con países fuera del continente y de diferentes niveles de desarrollo. Resulta interesante que precisamente estos dos países hayan experimentado unas de las más altas tasas de crecimiento en sus exportaciones, lo cual podría sugerir la existencia una relación positiva entre la búsqueda de nuevos mercados de exportación y el aumento de las exportaciones. Los tres hechos estilizados presentados anteriormente, nos conducen a presumir que la aparición de nuevos mercados es un elemento importante en la explicación del aumento de las exportaciones y la reducción de la concentración de la canasta exportadora en América Latina. El resto del documento está organizado de la siguiente manera. En la siguiente sección se muestra la visión de diferentes autores sobre temas como la relación entre la diversificación productiva y el desarrollo, con énfasis en el surgimiento de nuevas actividades de exportación, el proceso de formación de clusters, como estímulo a la diversificación a través de mejoras productivas, y el papel de los

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acuerdos comerciales en el proceso de diversificación de los destinos de exportación. En la sección 3 se describe la metodología utilizada para realizar la descomposición de las exportaciones. En la sección 4 se presentan los resultados obtenidos y, por último, en la sección 5 se concluye con algunas implicaciones de política y reflexiones derivadas de este tema.

Revisión de la literatura Comercio internacional y crecimiento económico Al hacer revisión de las distintas estrategias de desarrollo encontramos que un gran número de los países emergentes han volcado sus esfuerzos en capturar los beneficios que arrojan los modelos orientados a lograr una mayor inserción internacional. Los resultados arrojados por los países del Sureste asiático, e incluso China, son una muestra de cómo una estrategia de desarrollo orientada a lograr una mayor inserción internacional, así como una supresión y reducción de las barreras comerciales, redundan en mejores y mayores beneficios económicos y sociales. Es por ello que en las últimas décadas muchos países en desarrollo se han decidido por adoptar estrategias de desarrollo en línea con una mayor inserción internacional2. Al pasar revista a la literatura especializada encontramos que en términos generales existe cierto consenso entre los economistas sobre los beneficios que genera una mayor apertura comercial en el crecimiento económico. Diversos son los trabajos que sustentan dicho señalamiento, entre ellos cabe mencionar: Dollar (1992), Sachs y Warner (1995), Feenstra y Rose (1997), Edwards (1998) y más recientemente Dollar y Kraay (2002) y Wacziarg y Welch (2003). Ahora bien, Rodríguez y Rodrik (2000) ponen en duda dicho consenso al realizar críticas metodológicas que dificultan encontrar una relación de causalidad entre comercio y crecimiento. Rodríguez (2006)3 realiza un nuevo análisis a las investigaciones más recientes de la literatura especializada y concluye que éstas vuelven a fallar en mostrar evidencia que señale una conexión entre una mayor apertura y crecimiento económico. Rodríguez (2006) afirma que pudiese existir una relación positiva

Rodrik (1995; 1996; 2003) ha resaltado el papel de la política industrial de los gobiernos de algunos de estos países, indicando que ésta podría ser considerada tan o más importante que la propia orientación hacia las exportaciones. 2

3 Rodríguez (2006) pone de manifiesto que algunos de los países que han registrado rápido crecimiento económico desde los noventa, como Líbano y Lesoto, han aplicado políticas que restringen el libre comercio, al tiempo que países donde se aplicaron políticas de libre comercio, como Moldavia y Mongolia, han registrado colapsos en su tasa crecimiento económico.

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o negativa entre comercio y crecimiento, sólo que la información contenida en la data no es suficientemente robusta como para concluir sobre ello. En este sentido, Bhagwati y Srinivasan (1999) han señalado la necesidad de utilizar análisis al nivel de países para defender la existencia de vínculos positivos entre apertura y crecimiento en lugar de los análisis de corte transversal. Cabe destacar que Pineda (2004)4 y Jonsson y Subramanian (2001), siguiendo los señalamientos de que deben realizarse análisis de casos específicos, encuentra para el caso venezolano y surafricano, respectivamente, una relación positiva entre apertura y crecimiento económico. Por lo tanto, a pesar de la controversia que se observa en los estudios de corte transversal (comparación entre países), la evidencia al nivel de países parece mostrar de manera más conclusiva la relación positiva entre apertura y crecimiento económico. Por otra parte, Lederman y Maloney (2003) estudian el impacto de la composición de las exportaciones sobre el crecimiento económico. Estos autores señalan que la concentración de las exportaciones tiene un efecto negativo sobre el crecimiento económico. La estructura de preferencias y las decisiones de portafolio ofrecen un marco teórico que puede argumentar las razones por las cuales los países tienden a diversificar sus economías. Pero, para Imbs y Wacziarg (2003) las etapas de diversificación son el resultado de la interacción de los incrementos de productividad y los costos del comercio. Estos autores indican que los países pobres tienden a diversificar sus economías hasta alcanzar niveles relativamente altos de ingreso per cápita en los que dominan las fuerzas de aglomeración, dando paso a la especialización. Asimismo, se presenta evidencia de que la concentración sectorial describe una forma de U relacionada con los niveles de ingreso per cápita. De esta manera, de una u otra forma se contradice la teoría ricardiana del comercio internacional o teoría de las ventajas comparativas, la cual se fundamenta en una lógica de especialización. Las implicaciones obtenidas por estos autores parecen sugerir que la lógica de desarrollo está orientada al dominio de un rango amplio de actividades productivas. Con ello quiere hacerse ver que el proceso de diversificación productiva evidenciado en las economías y que redundan en una ampliación de la cartera de exportación de los países, debe considerarse ampliamente para explicar el notable crecimiento de las exportaciones ocurrido durante las últimas décadas. En esta misma línea de encontrar explicación al crecimiento de la exportaciones, Klinger y Lederman (2005), conscientes de la importancia que ha tomado la diversificación productiva en el desarrollo de los países, muestran que una canasta

Pineda (2004) muestra mediante el uso de distintas metodologías econométricas y bases de datos que mientras mayor sea el nivel de aranceles, menor será el crecimiento de la productividad total de los factores. 4

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de exportación de un determinado país comienza a diversificarse por el incremento en el ingreso, hasta un punto en el cual la diversificación se detiene y da paso a la especialización. Así mismo, resaltan la relación existente entre descubrimiento y niveles de desarrollo, la cual responde a la similitud entre diversificación y nuevos productos. Recientemente, Hausmann y Rodrik (2003) han señalado que las actividades de exportación generan una especie de señal de mercado, en el sentido de que éstas pudiesen estar determinando las actividades en las cuales los países evidencian ventajas comparativas. Ellos argumentan que los países deben enfocarse en algo que hasta ahora ha recibido poca atención por la literatura económica especializada, autodescubrir y aprender qué clase y tipo de bienes se pudiesen producir de manera rentable. En este sentido, cuando se descubre una nueva actividad rentable de exportación por parte de alguna empresa, ésta señala al resto del mercado hacia dónde deben orientarse las nuevas inversiones, generando así un valor al conocimiento social. De esta manera es producida una especie de reasignación de los factores hacia áreas realmente productivas que pudiesen explicar, al igual que lo anterior, parte del crecimiento de las exportaciones a nivel mundial. Dimensión geográfica del crecimiento de las exportaciones La concentración de las actividades a nivel mundial pareciera ser hoy algo más que evidente. Tal como señalan Henderson et al. (2000), las regiones de altos ingresos están concentradas en pocas zonas, cerca de 50% del PIB mundial es generado por sólo 15% de la población mundial. La mitad de las personas más pobres de la población mundial generan tan sólo el 14% del PIB mundial y 17 de las 20 naciones más pobres del mundo se encuentran en África. Esto es claro reflejo de que a nivel mundial las actividades están concentradas. En este sentido, la nueva geografía económica5 ha desarrollado aportes que indican la presencia de fuerzas de aglomeración que inciden sobre la localización de la producción, las cuales dependen mayormente de lo que se conoce como efectos de acceso a mercados, que sugiere que las firmas localizan su producción en los mercados más grandes y extensos. Una segunda fuerza, que combina el efecto de acceso a los mercados con bienes intermedios, al explicar que la demanda de manufactura no sólo se realiza por parte de los consumidores finales, sino también por parte de la demanda intermedia, por lo que la elección de una localización en donde se encuentren gran cantidad de firmas sería altamente preferible y atractiva para los productores intermedios. Asimismo, el efecto del

5 Estos argumentos se han desarrollado con base en Henderson et al. (2000), Fujita et al. (2000) y Ottaviano (2006).

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costo de vida, el cual señala que los precios de los bienes tienden a ser inferiores en aquellas regiones donde se encuentran mayor número de industrias, generaría los incentivos necesarios para la aglomeración y concentración de las mismas. Pero, así como existen fuerzas que generan aglomeración y concentración de las industrias, existen otras que actúan en la dirección contraria, a saber, de una dispersión de las actividades económicas. Una referente a externalidades negativas por congestión, que se refiere a que una mayor concentración tiende a encarecer los precios de los factores considerados inmóviles, lo que induciría a las firmas a trasladarse hacia localizaciones con un bajo precio de los factores. Otra, referente a la extensión del mercado, ya que al existir una demanda dispersa surgen incentivos para dispersar la producción en pequeñas plantas y evitar así los costos de transporte y, por último, el efecto saturación de mercado, el cual establece que las firmas tenderían a ubicarse en aquellas regiones donde encuentren relativamente pocos competidores. La idea de las economías de aglomeración es que éstas sugieren que un incremento de la concentración geográfica de las industrias y firmas conexas redunda en un incremento en la productividad, y así podrían explicar parte del crecimiento de las exportaciones. Ottaviano (2006) ha señalado que el surgimiento de aglomeraciones o clusters en las economías pudiese responder a condiciones de first nature (primera naturaleza) y second nature (segunda naturaleza) 6. La primera referente a la relativa abundancia de los recursos naturales, su proximidad a los medios naturales de comunicación y condiciones climáticas; sin embargo, las enormes diferencias en el desarrollo económico y distribución de las actividades a escala global, incluso en áreas que no difieren de tales atributos exógenos, hacen de las condiciones de primera naturaleza una respuesta incompleta. Es por ello que los investigadores han concluido que los desbalances observados responden a una segunda naturaleza, las cuales se refieren a fuerzas inherentes al propio proceso y funcionamiento productivo de las economías. Ahora bien, Rodríguez-Clare (2005) destaca el hecho de que la concentración geográfica ofrece sólo una posibilidad de una mayor productividad, una posibilidad que sólo será realizada a través de algún tipo de coordinación, por lo que descarta la idea de que un incremento de la concentración y aglomeración geográfica de las industrias necesariamente produce un incremento en la productividad.

6 En CAF (2006) señalan que la distinción entre fisrt nature y second nature se debe a Cronon (1991).

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Este mismo autor sugiere un set de intervenciones microeconómicas que incluyen la promoción de exportaciones, regulaciones en busca de mayores estándares de calidad, inversiones públicas en proyectos de infraestructura o medidas que faciliten las inversiones extranjeras directas. Intervenciones que resultan en un incremento de la productividad y aun cuando en ningún momento se señala que este tipo de medidas haya sido causante de los incrementos de las exportaciones, es bien conocido que muchos de los países insertos en una estrategia de inserción internacional, bien supieron utilizar la política pública como instrumento de apalancamiento para la mejora de la productividad y, con ello, lograr un crecimiento significativo de las exportaciones. Por otro lado, Evenett y Venables (2002) destacan un aspecto que en cierta forma se le ha prestado poca importancia, como es que los exportadores ahora venden bienes a un mayor número de países que en el pasado. Ellos sugieren que este fenómeno se debe en parte a la información adquirida por los exportadores acerca de nuevas oportunidades de exportación, la cual es recogida de los destinos de exportación que actualmente abastecen7. Los resultados arrojados muestran que, en promedio, cerca del 10% del incremento de las exportaciones es justificado por la introducción de nuevos productos. Asimismo, los autores resaltan que 1­/3 del crecimiento de las exportaciones es contabilizado por la venta de líneas de productos existentes a nuevos mercados. Igualmente, encuentran relevante que cerca del 60% de este crecimiento es explicado por la venta de productos a destinos tradicionales. Acuerdos comerciales y patrones de especialización de las exportaciones De acuerdo con cifras de la Organización Mundial del Comercio (OMC), sabemos que se han realizado cerca de 170 acuerdos comerciales, lo que refleja una clara orientación de las economías por lograr una mayor y mejor inserción internacional. Pantano et al. (2004) han realizado estudios sobre los beneficios asociados a la conformación de un bloque comercial. Destacan la aparición de economías de escala presentes en la producción, que surgen del hecho de tener un mercado más grande. Asimismo, señalan que una nación que pertenezca a un bloque comercial puede comenzar a exportar o a producir un bien que no produciría si no tuviese preferencias arancelarias en los mercados de sus socios, lo cual podría permitir a los países integrantes del bloque la incorporación de actividades nuevas en aquellos sectores en los que tienen ventajas comparativas.

La investigación de Evenett y Venables (2002) está basada en el estudio del crecimiento de las exportaciones de 23 países en vías de desarrollo de mediano ingreso. 7

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Sanguinetti y Volpe (2005) estudian los patrones de especialización para las exportaciones manufactureras para tres de los países integrantes del Mercosur (Argentina, Brasil y Uruguay) sumados a Chile. Las evidencias obtenidas en esta investigación sugieren que tanto Argentina como Brasil (países con ventajas comparativas intermedias en manufactura) mostraron una orientación regional de sus exportaciones mucho más marcada, sobre todo en los sectores con mayores preferencias arancelarias. En este sentido, estos dos países experimentaron un incremento en la especialización de sus exportaciones hacia los países del bloque, mientras que para el caso de Uruguay y Chile se observó una caída en la especialización de sus exportaciones hacia el Mercosur. Es importante señalar que una vez que se forman estos patrones de especialización se tiende a desviar el comercio hacia los países con los que se tienen preferencias arancelarias (bloque comercial), haciendo que los sectores favorecidos por estas preferencias se conviertan importantes a nivel regional pero se mantengan inactivos frente al comercio con el resto del mundo.

Metodología y datos La metodología utilizada en el presente trabajo persigue una aproximación empírica semejante a la utilizada por Evenett y Venables (2002), quienes realizan una descomposición de las exportaciones totales por líneas de productos y por destinos comerciales en 23 países en desarrollo. Este estudio se enfoca en los países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Venezuela8. Se utilizaron los datos de las exportaciones de estos diez países de América Latina desagregados por línea de productos y por destinos comerciales reportados en la base de datos UNComtrade para el período 1970-2004. Esta fuente provee diferentes tipos de clasificaciones estándares de productos a nivel mundial y diferentes niveles de desagregación, lo que permite realizar la descomposición por líneas de productos y por destinos comerciales de las exportaciones para el grupo de países seleccionados. De esta forma, se utilizó la clasificación SITC revisión 1 (por las siglas en inglés de Standard International Trade Classification) a 4 dígitos de desagregación, debido a que en ella se cubre un amplio rango de años de forma consistente. Dicha clasificación contiene el registro para una canasta de 625 productos, lo cual permite una mayor cobertura en el análisis. La desagregación por destino incluye un total de 225 naciones como socios

Una descripción detallada de la metodología se presenta en el anexo 2.

8

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comerciales, incluyendo a los países en estudio. El resto de las naciones se agregaron en una categoría denominada Otros9. El valor de las exportaciones realizadas para el período 1970-2004 fueron deflactados por el índice de precios al consumidor de Estados Unidos con año base 197010 para facilitar la comparación interanual de las exportaciones. A lo largo de los años estudiados se presentaron dos tipos de casos en los que los países destino sufrieron transformaciones, para los cuales fue necesario agregar o desagregar las naciones de acuerdo con el criterio descrito en el anexo 1. Para el cálculo de la importancia relativa de las exportaciones por tipo de líneas se calcularon variables dummies para identificar cuándo la exportación de alguna línea era relevante en los períodos 1970-74 y 2000-04, dependiendo si el valor de las exportaciones por línea superaba o no un umbral equivalente al 0,01% del promedio de las exportaciones totales en el período inicial. Esto permite clasificar a cada una de las líneas en tradicionales si son relevantes en ambos períodos, nuevas si sólo son relevantes en el período final y muertas si sólo son relevantes en el período inicial. De manera análoga, a partir de la información anterior se crearon variables dummies para la identificación de destinos relevantes en los períodos 1970-74 y 200004 para los casos de las líneas tradicionales y nuevas, dependiendo de si las exportaciones a un destino determinado superaban o no un umbral definido en 0,5% de las exportaciones promedio de esa línea en el período inicial. Esto permite clasificar a cada uno de los destinos comerciales en tradicionales si son relevantes en ambos períodos, nuevas si sólo son relevantes en el período final, y muertos si sólo son relevantes en el período inicial. Esta clasificación nos permitió descomponer la variación en las exportaciones entre los períodos 1970-74 y 2000-04 por tipo de línea-destino, lo que facilita la identificación de patrones en la importancia relativa de cada desagregación para cada uno de los países estudiados11. Finalmente, en términos de la metodología utilizada es importante indicar que se realizaron algunas modificaciones a la presentada por Evenett y Venables (2002), que pretenden mejorar la robustez de los resultados derivados de ella. En primer lugar, para la descomposición por líneas de productos se utilizó un Las naciones agregadas en esta categoría no representaban destinos comerciales para más del 5% de las exportaciones para cada uno de los países de la muestra. Estos países son reportados en la base de datos de UNComtrade como: African Customs Union, US Pacific Island, Other Asian nes, Christmas Island, Mariana Island, South Antartic, Free zones, Guam, Other Europe nes, New Caledonia, Palestinian Terr, Indian Oceam Terr, Br Virgin Island, entre otros. 9

Los datos del IPC de Estados Unidos provienen de U.S. Department of Labor.

10

Para un análisis más detallado sobre la construcción de las variables dummies, ver anexo 2.

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umbral por país (que internaliza las diferencias de tamaños existentes en las economías estudiadas), ya que depende específicamente del tamaño del sector exportador de cada país, en contraposición al utilizado por Evenett y Venables (2002), el cual era fijo para todas las economías y estaba fijado en US$ 10.000. En segundo lugar, se utilizó una desagregación mayor que en el caso del estudio de Evenett y Venables (2002), lo que permite realizar un estudio más específico de la estructura exportadora de los países en cuestión. Por último, se toma en cuenta una mayor cobertura en los destinos comerciales (225 naciones en lugar de 92), lo que al igual que en el caso de las líneas exportadas permite mejorar el alcance de los resultados hallados en este estudio.

Resultados Descomposición por línea de producto La descomposición por línea de producto se realizó con el propósito de establecer en qué medida el crecimiento de las exportaciones puede deberse a la introducción de nuevos productos de exportación, a cambios en el volumen de los productos que siempre se han exportado, o a la desaparición de productos previamente exportados. Como se explicó anteriormente, los bienes nuevos son aquellos que una nación exportó al inicio del período, pero no exportaba en el período inicial, es decir, bienes que exportó sólo en el período 2000-2004. Llamamos productos desaparecidos al set de líneas de productos que se dejaron de exportar, es decir, bienes que se exportaron sólo en el período 1970-1974, mientras que los bienes tradicionales son el set de productos que siempre se han exportado y, por tanto, son reportados, tanto en el período 1970-1974 como en el período 2000-2004. Conviene destacar que esta descomposición fue realizada por Evenett y Venables (2002), con la diferencia de que en este estudio se utilizaron grupos de países, datos y años diferentes. Adicionalmente, este ejercicio se realizó con la finalidad de crear las bases para realizar las descomposiciones por destinos. En términos generales, se observa un incremento en el número de líneas exportadas por los 10 países, ya que la cantidad de bienes que se exportó en el período 1970-1974 aumentó en el período 2000-2004. Sin embargo, es evidente que tal aumento en el número de líneas exportadas fue moderado en la mayoría de estos países en comparación con respecto a otras regiones donde el crecimiento evidenciado de las líneas exportadas resulta ampliamente superior12. Sin duda alguna, el crecimiento de las exportaciones se debe al aumento de los bienes tradicionales, lo cual puede atribuirse a la importancia que tienen los bienes que se encuentran en esta categoría para los 10 países en estudio. El Parte de estos resultados replican el estudio de CAF (2006).

12

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cuadro 3 presenta los resultados de la descomposición por líneas de productos, para el número de líneas exportadas en cada período y por categoría. En el cuadro 4 se observa la proporción del crecimiento de las exportaciones en cada categoría y el porcentaje del cambio total de las exportaciones. Cuadro 3 Descomposición del crecimiento de las exportaciones por línea de producto

País Argentina

N° de líneas de productos exportados 70-74

N° de líneas tradicionales # Ci

N° de líneas nuevas # Ni

286

250

126

N° de líneas N° de líneas de muertas productos exportadas # Di 00-04 36

376

Bolivia

47

28

137

19

165

Brasil

281

247

188

34

435

Chile

90

79

241

11

320

Colombia

234

189

140

45

329

Ecuador

73

54

170

19

224

México

274

258

209

16

467

Paraguay

81

54

139

27

193

Perú

110

90

184

20

274

Venezuela

54

39

119

15

158

Fuente: ONU (2006) y cálculos propios.

Cuadro 4 Descomposición del crecimiento de las exportaciones por línea de producto como porcentaje del cambio de las exportaciones

País

Productos tradicionales ci

Argentina

Productos nuevos ni

Productos muertos di

% del cambio total en las exportaciones 70-74 / 00-04

88,7

14,3

-3,1

162,8

Bolivia

-267,96

371,03

-6,14

14,8

Brasil

84,82

15,85

-0,73

243,6

Chile

79,7

20,6

-0,4

267,8

Colombia

87,7

15,6

-3,3

213,3

Ecuador

80,50

20,50

-1,20

190,6

México

80,4

19,7

-0,1

1935,3

Paraguay

82,0

24,3

-6,4

169,2

Perú

32,4

71,9

-5,1

44,5

108,1

33,1

-42,2

40,1

Venezuela

Fuente: ONU (2006) y cálculos propios..

86

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

En el caso de Argentina, Colombia, Brasil y México, se observa que la introducción de bienes nuevos fue abundante, sin embargo, la contribución de estos bienes al crecimiento de las exportaciones es moderada. Además, la desaparición de un bien raramente ocurre en estos países. Por otra parte, en Bolivia, Chile, Ecuador, Venezuela y Paraguay se observa que pocos bienes tradicionales fueron exportados, en relación con los otros países estudiados, mientras que la aparición de líneas nuevas fue más frecuente. A pesar de ello, la contribución de las líneas nuevas al crecimiento total de las exportaciones fue moderada, siendo las líneas tradicionales las que contribuyeron significativamente al crecimiento total de las exportaciones. En estos países las líneas nuevas parecen tener más relevancia, pero su contribución al crecimiento de las exportaciones es limitada. En el caso de Perú, las líneas nuevas son responsables de la mayor parte de incremento de las exportaciones, a diferencia de los otros países donde el incremento de las exportaciones es explicado en su mayoría por los productos tradicionales. Conviene destacar que en Bolivia, Venezuela y Paraguay la desaparición de los bienes fue más frecuente que en los otros países. Sin embargo, a pesar de que en Paraguay una proporción importante de los bienes exportados al principio del período desaparecieron, el peso sobre el crecimiento total de las exportaciones no fue significativo. Por el contrario, en Venezuela la muerte de las líneas tradicionales representó una proporción importante del total del crecimiento de las exportaciones y contribuyeron significativamente al poco crecimiento de las exportaciones de este país. Descomposición por destinos En esta sección se realiza la descomposición por destinos del crecimiento de las exportaciones. La primera descomposición por destinos se hizo para líneas de productos tradicionales, mientras que en segundo lugar se realizó una descomposición para las líneas de productos nuevos. Descomposición por destinos para las líneas tradicionales Esta subsección analiza en qué medida los cambios observados en las exportaciones de líneas tradicionales se atribuyen a cambios de socios comerciales. En este sentido, se realizó una clasificación de destinos con el fin de determinar la proporción en que ellos explican el cambio en las exportaciones. El cuadro 5 muestra la descomposición de las exportaciones por destinos para las líneas de productos tradicionales. Este cuadro reporta el número de destinos a los que se les exportó las líneas tradicionales, por categoría. En el cuadro 6

L. Balza, M. Caballero, L. Ortega, J. Pineda / Diversificación de mercados y el crecimiento de…

87

se observan las proporciones del cambio de las exportaciones, asociadas a los cambios de socios comerciales para cada categoría. Cuadro 5 Descomposición del crecimiento de las exportaciones tradicionales por destinos

País N° de destinos N° de destinos 70-74 tradicionales #Ci Argentina

2.946

N° de destinos nuevos #Ni

N° de destinos que murieron #Di

N° de destinos 00-04

3.288

1.121

5.113

1.825

Bolivia

177

61

170

116

231

Brasil

3.093

2.125

5.972

968

8.097

Chile

614

468

1.552

146

2.020

Colombia

1.931

1.315

2.513

616

3.828

Ecuador

350

226

728

124

954

México

2.362

1.633

3.965

729

5.598

Paraguay

300

148

332

152

480

Perú

811

489

1.093

322

1.582

Venezuela

378

193

472

185

665

Fuente: ONU (2006) y cálculos propios.

Cuadro 6 Descomposición por destinos como porcentaje del cambio en las exportaciones tradicionales

País

Destinos tradicionales ci

Destinos nuevos ni

Destinos que murieron Destinos irrelevantes di oi

Argentina

45,34

81,97

-27,81

0,50

Bolivia

19,30

-59,00

139,10

0,60

Brasil

48,20

62,30

-11,10

0,63

Chile

45,44

58,60

-4,37

0,33

Colombia

69,56

41,68

-11,23

-0,01

Ecuador

69,30

44,10

-13,70

0,25

México

93,58

7,18

-0,81

0,06

Paraguay

9,44

116,03

-25,54

0,07

Perú

-21,96

319,45

-203,03

5,54

Venezuela

49,00

139,27

-86,96

-1,31

Fuente: ONU (2006) y cálculos propios.

88

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

En términos generales, se observa que en los 10 países hubo una expansión de socios comerciales para las líneas de productos tradicionales. Adicionalmente, puede decirse que todos los países han incorporado una cantidad importante de nuevos socios comerciales dentro de los destinos de los bienes que tradicionalmente exportan. Por otra parte, tres de estos países han perdido un gran número de socios comerciales para sus bienes tradicionales, con excepción de Colombia, país que ha perdido menos mercados y, por ende, ha mantenido a los socios que venden sus líneas de productos tradicionales. Los resultados obtenidos sugieren que del total del crecimiento de las exportaciones tradicionales de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Venezuela, los destinos nuevos representan la mayor proporción. En el caso de Colombia y Ecuador, el peso de los destinos nuevos sobre el total del crecimiento de las exportaciones tradicionales no es tan alto como lo es para los otros tres países, sin embargo, esta proporción contribuye de manera importante al crecimiento total de las exportaciones tradicionales, mientras que los destinos tradicionales son los que tienen una mayor contribución al crecimiento total de las exportaciones tradicionales de este país. Para México, los destinos tradicionales representan la mayor proporción sobre el crecimiento total de sus exportaciones. A pesar de esto, en Argentina, Brasil, Chile y en Venezuela la proporción de destinos tradicionales sobre el total del crecimiento de las exportaciones es significativa (más de 40%). Esto puede deberse a que los socios que están en esta categoría (destinos tradicionales) representan mercados importantes para las exportaciones tradicionales de estas naciones. Descomposición por destinos para las líneas nuevas Esta subsección analiza en qué medida los cambios observados en las exportaciones de los productos nuevos se atribuyen a cambios de socios comerciales. Los resultados de esta sección se observan en los cuadros 7 y 8. El cuadro 7 muestra el número de destinos, por categoría, a los que se les exportó las líneas nuevas. El cuadro 8 reporta las proporciones del cambio de las exportaciones, asociadas a los cambios de socios comerciales por categoría.

L. Balza, M. Caballero, L. Ortega, J. Pineda / Diversificación de mercados y el crecimiento de…

89

Cuadro 7 Descomposición del crecimiento de las exportaciones nuevas por destinos

País N° de destinos N° de destinos 70-74 tradicionales #Ci Argentina

915

N° de destinos nuevos #Ni

646

N° de destinos que murieron #Di

2.265

N° de destinos 00-04

269

2.911

Bolivia

114

90

1.799

24

1.889

Brasil

1.569

1.282

6.012

287

7.294

Chile

545

491

6.615

54

7.106

Colombia

792

598

2.253

194

2.851

Ecuador

225

182

2.673

43

2.855

México

1.025

851

5.899

174

6.750

52

34

1.244

18

1.278

Perú

625

540

3.900

85

4440

Venezuela

851

578

2.408

273

2.986

Paraguay

Fuente: ONU (2006) y cálculos propios.

Cuadro 8 Descomposición por destinos como porcentaje del cambio en las exportaciones nuevas

País

Destinos tradicionales ci

Destinos nuevos ni

23,60

77,90

-1,60

0,06

Bolivia

8,10

91,90

0,00

0,00

Brasil

26,30

73,90

-0,20

0,04

Chile

20,12

79,92

-0,05

0,00

Argentina

Destinos que murieron Destinos irrelevantes di oi

Colombia

24,58

75,60

-0,20

0,01

Ecuador

9,50

90,60

-0,10

0,00

México

32,22

67,79

-0,02

0,00

1,15

98,89

-0,04

0,00

Perú

Paraguay

47,62

52,52

-0,15

0,01

Venezuela

38,06

62,45

-0,53

0,00

Fuente: ONU (2006) y cálculos propios.

Los resultados obtenidos sugieren que en los 10 países en estudio el crecimiento total de las exportaciones nuevas se atribuye principalmente a los destinos nuevos, mientras que la desaparición de destinos fue poco frecuente en el período estudiado. En este sentido, es evidente que para esta muestra de países es de gran importancia la búsqueda de nuevos mercados de exportación, una

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

90

vez que los mismos han sido la fuente del mayor crecimiento de las exportaciones de nuevos productos. En Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela una proporción considerable, alrededor de 30% del total del crecimiento de las exportaciones de línea de nuevos productos, se atribuye a las ventas de estos bienes a socios comerciales tradicionales. Por el contrario, en Bolivia, Ecuador y Paraguay casi la totalidad del cambio de las exportaciones nuevas se debe a las ventas realizadas a los nuevos destinos. Proporción de líneas y destinos sobre el crecimiento total de las exportaciones En esta subsección se presenta un resumen de las descomposiciones del crecimiento de las exportaciones, tanto por tipo de línea como por tipo de destino, lo que permite destacar el peso de los mismos sobre el crecimiento total de las exportaciones, para la muestra de países estudiados (ver cuadros 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 y 18). Cuadro 9 Descomposición del crecimiento de las exportaciones de Argentina por tipo de línea y destino

Destinos Líneas Tradicionales Tradicionales

Nuevas

Total destinos

40,2

3,4

Nuevos

72,7

11,1

83,8

Muertos

-24,7

-0,2

-24,9

Total líneas

88,3

14,3

-3,1

Nuevas

Muertas

Tradicionales

43,6

Fuente: Cálculos propios.

Cuadro 10 Descomposición del crecimiento de las exportaciones de Bolivia por tipo de línea y destino

Destinos Líneas Tradicionales

Nuevas

Total destinos

Tradicionales

-51,7

30,1

-21,7

Nuevos

158,1

341,0

499,1

Muertos

-372,7

0,0

-372,7

Total líneas

-266 Tradicionales

Fuente: Cálculos propios.

371

6,1

Nuevas

Muertas

L. Balza, M. Caballero, L. Ortega, J. Pineda / Diversificación de mercados y el crecimiento de…

91

Cuadro 11 Descomposición del crecimiento de las exportaciones de Brasil por tipo de línea y destino

Destinos Líneas Tradicionales

Nuevas

Total destinos

Tradicionales

40,9

4,2

45,1

Nuevos

52,8

11,7

64,6

Muertos

-9,4

0,0

-9,4

Total líneas

84 Tradicionales

16

0,7

Nuevas

Muertas

Fuente: Cálculos propios.

Cuadro 12 Descomposición del crecimiento de las exportaciones de Chile por tipo de línea y destino

Destinos Líneas Tradicionales

Nuevas

Total destinos

Tradicionales

36,2

4,1

40,4

Nuevos

46,7

16,4

63,1

Muertos

-3,5

0,0

-3,5

Total líneas

79,4

20,5

-0,4

Nuevas

Muertas

Tradicionales Fuente: Cálculos propios.

Cuadro 13 Descomposición del crecimiento de las exportaciones de Colombia por tipo de línea y destino

Destinos Líneas Tradicionales

Nuevas

Total destinos

Tradicionales

61,0

3,8

64,8

Nuevos

36,6

11,8

48,3

Muertos

-9,8

0,0

-9,9

Total líneas Fuente: Cálculos propios.

87,7

15,6

-3,3

Tradicionales

Nuevas

Muertas

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

92

Cuadro 14 Descomposición del crecimiento de las exportaciones de Ecuador por tipo de línea y destino

Destinos Líneas Tradicionales

Nuevas

Total destinos

Tradicionales

55,8

2,0

57,7

Nuevos

35,5

18,6

54,1

Muertos

-11,0

0,0

-11,1

Total líneas

80

21

-1,2

Tradicionales

Nuevas

Muertas

Fuente: Cálculos propios.

Cuadro 15 Descomposición del crecimiento de las exportaciones de México por tipo de línea y destino

Destinos Líneas Tradicionales Tradicionales Nuevos

Nuevas

Total destinos

75,2

6,4

81,5

5,8

13,4

19,1

Muertos

-0,7

0,0

-0,7

Total líneas

80,3

19,7

-0,1

Tradicionales

Nuevas

Muertas

Fuente: Cálculos propios.

Cuadro 16 Descomposición del crecimiento de las exportaciones de Paraguay por tipo de línea y destino

Destinos Líneas Tradicionales

Nuevas

Total destinos

7,7

0,3

8,0

Nuevos

95,1

24,0

119,2

Muertos

-20,9

0,0

-21,0

Tradicionales

Total líneas Fuente: Cálculos propios.

81,9

24,3

-6,4

Tradicionales

Nuevas

Muertas

L. Balza, M. Caballero, L. Ortega, J. Pineda / Diversificación de mercados y el crecimiento de…

93

Cuadro 17 Descomposición del crecimiento de las exportaciones de Perú por tipo de línea y destino

Destinos Líneas Tradicionales

Nuevas

Total destinos

Tradicionales

-7,1

34,2

27,1

Nuevos

103,4

37,8

141,1

Muertos

-65,7

-0,1

-65,8

Total líneas

30,6 Tradicionales

71,9 Nuevas

-5,1 Muertas

Fuente: Cálculos propios.

Cuadro 18 Descomposición del crecimiento de las exportaciones de Venezuela por tipo de línea y destino

Destinos Líneas Tradicionales

Nuevas

Tradicionales

53,0

12,6

65,6

150,6

20,7

171,2

Nuevos

Total destinos

Muertos

-94,0

-0,2

-94,2

Total líneas

109,5

33,1

-42,2

Nuevas

Muertas

Tradicionales Fuente: Cálculos propios.

Al observar el efecto agregado de cada tipo de destino (sumando la participación en el crecimiento, tanto de las líneas tradicionales como de las líneas nuevas), se aprecia que los destinos tradicionales jugaron un papel muy importante en el crecimiento total de las exportaciones, exceptuando los casos de Bolivia y Paraguay. Asimismo se observa que la proporción de los destinos nuevos para el caso de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Venezuela tienen un peso bastante significativo en el crecimiento total de las exportaciones, representando 84%, 499%, 65%, 63%, 119%, 141% y 171%, respectivamente. Conviene destacar que para Bolivia, Paraguay, Perú y Venezuela la aparición de nuevas líneas, exportadas a los destinos nuevos, fue determinante para el crecimiento total de sus exportaciones. En cuanto a Ecuador, la carga se encuentra más balanceada entre los destinos tradicionales y los destinos nuevos, a pesar de esto los destinos tradicionales son los que más aportan al crecimiento de las exportaciones de este país (58%). En Colombia y en México los destinos tradicionales representan la mayor proporción del crecimiento total de las exportaciones. Sin embargo, en Colombia

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Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

alrededor del 40% del crecimiento total de las exportaciones es explicado por los nuevos destinos de exportación. En cuanto a la desaparición de destinos, el efecto negativo en el crecimiento de las exportaciones está alojado casi en su totalidad en las líneas tradicionales, siendo bastante significativos en los casos de Bolivia, Perú y Venezuela. Así mismo, en Brasil, Chile, Colombia y Ecuador la desaparición de destinos fue moderada (entre -4 y -11%), mientras que en México la proporción de los destinos que murieron sobre el crecimiento total de las exportaciones fue muy leve.

Consideraciones finales En este trabajo hemos estudiado los patrones de diversificación o especialización al nivel de mercado en 10 países de América Latina, a través de la implementación de la metodología presentada por Evenett y Venables (2002) –incorporando lo que consideramos son algunas mejoras relevantes. En términos generales, los resultados muestran la existencia de un papel relevante a la diversificación de mercados en la explicación del crecimiento de las exportaciones en los países de la región que hemos analizado. El surgimiento de nuevos destinos de exportación es un factor relevante, tanto para el crecimiento de las exportaciones de líneas tradicionales, las cuales son los que más aportan al crecimiento total de las exportaciones en la mayoría de los países estudiados, como para las líneas nuevas. Con respecto al primer grupo de bienes, puede decirse que todos los países han incorporado una cantidad importante de nuevos socios comerciales dentro de los destinos de los bienes que tradicionalmente exportan, convirtiéndose en la principal fuente de crecimiento de las exportaciones de este tipo de bienes. Una excepción a este resultado lo representan el caso de Colombia, Ecuador y México, países donde los destinos tradicionales para sus líneas tradicionales de exportación son los que más contribuyen al crecimiento total de sus exportaciones. Adicionalmente, se observa que tanto la desaparición de líneas de producto como de destinos inhibe el crecimiento total de las exportaciones, siendo éste el caso de Bolivia y Venezuela, países que mostraron las menores tasas de crecimiento de sus exportaciones, en relación con los otros países estudiados. Por el lado de las nuevas líneas de exportación, los resultados obtenidos sugieren que el crecimiento total de las exportaciones de este tipo de líneas se atribuye principalmente al surgimiento de nuevos destinos. Por lo tanto, desde el punto de vista de política, este trabajo sugiere que la búsqueda y ampliación de los mercados de exportación es fundamental para impulsar el crecimiento de las exportaciones y la mayor diversificación de la oferta exportable, una vez que los mismos han sido la mayor fuente de crecimiento de las exportaciones de nuevos productos y una fuente importante en la explicación del crecimiento de las exportaciones de productos tradicionales.

L. Balza, M. Caballero, L. Ortega, J. Pineda / Diversificación de mercados y el crecimiento de…

95

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L. Balza, M. Caballero, L. Ortega, J. Pineda / Diversificación de mercados y el crecimiento de…

97

Anexo 1 En cuanto a la hom*ogeneización de los destinos comerciales a lo largo del tiempo, se tomaron ciertas medidas correctivas. El primer caso comprende aquellos países que en los primeros años se encontraban separados (por ejemplo, Alemania Federal y Alemania Democrática), y que en años posteriores sufrieron transformaciones hasta convertirse en una sola nación1. En estos casos se tomó la decisión de agregarlos en uno solo desde el comienzo de la muestra. El segundo caso comprende aquellos países que en un principio se encontraban agregados y que luego se reportaban de manera separada (por ejemplo, Bélgica y Luxemburgo se reportaba al comienzo como una sola nación y luego se reportó de manera separada). En este tipo de casos se decidió crear tres columnas. La primera reportaba las exportaciones en el período de tiempo en que esos países estaban unidos, y las otras columnas reportaban las exportaciones en el período en que los países se reportaron por separado. Esta consideración se tomó debido a que sólo cuatro grupos de países poseían esta característica. Por un lado, eran naciones que por alguna razón se reportaban agregadas al principio de la muestra y que después se reportan separados, y por otro, casos en los que los países sufrieron transformaciones y se separaron en repúblicas independientes. Al ser pocos estos casos, el efecto en los resultados es mínimo. Estos grupos de países son: Saint Kitts, Nevis y Anguilla, Bélgica y Luxemburgo, Checoslovaquia (República Checa y Eslovaquia) y la Unión Soviética. Todas estas consideraciones se realizaron con la finalidad de obtener matrices hom*ogéneas para cada uno de los países estudiados.

1 La División de Estadística de las Naciones Unidas reporta países como Yemen, Etiopía y Vietnam, que se caracterizaron por tener gobiernos socialistas durante los primeros años del período en estudio. De esta manera, estas naciones fueron reportadas como dos países distintos. Para efectos de nuestro estudio, los valores de las exportaciones de estas naciones fueron agregados en un solo país. De la misma forma, las estadísticas comerciales de Panamá se reportan en dos destinos, Panamá sin incluir el canal y el canal de Panamá. En este caso también se constituyó un destino que englobara los dos reportes de comercio en uno solo. Un caso similar lo presenta India, el cual es reportado como India excluyendo a Sikkin, por lo que tal reporte es agregado a India, constituyéndose así un solo destino para este país.

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Anexo 2 Para cada uno de los 10 países se realizó una descomposición de las exportaciones por líneas de productos y una descomposición de las exportaciones por destinos. Las descomposiciones realizadas para cada nación consideran los promedios anuales desde 1970 hasta 1974 y los promedios anuales desde 2000 hasta 2004, a fin de evitar las distorsiones puntuales ocasionadas por los ciclos económicos. De esta forma, para identificar los tipos de bienes y destinos se construyeron dos ventanas. La primera ventana se construye para el período inicial (19701974), en el cual se pueden identificar los bienes y destinos a los que se les exportó en este período. La segunda ventana se realiza para el período final (2000-2004), en el cual se puede confirmar el establecimiento tanto de un bien como de un destino nuevo. En este sentido, se utiliza una notación1 común para las dos descomposiciones realizadas, a saber:

Xijk (70/4) = promedio de las exportaciones del bien k desde la nación i a la nación j en el período 1970-1974

Xijk (00/4) = promedio de las exportaciones del bien k desde la nación i a la nación j en el período 2000-2004

DXijk ; Xijk (00/4) – Xijk (70/4) = cambio en el valor de las exportaciones del bien k desde la nación i a la nación j

k Xik (70/4) ; SX (70/4) = valor de las exportaciones totales del bien k ij j de la nación i en 1970-1974

k Xik (00/4) ; SX (00/4) = valor de las exportaciones totales del bien k ij j de la nación i en 2000-2004

DXik ; Xik (00/4) – Xik (70/4) = variación en el valor de las exportaciones del bien k de la nación i

k DXik ; SDX variación de las exportaciones totales de la nación i i k

Siguiendo a Evenett y Venables (2002).

1

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Descomposición por líneas de productos Para realizar la descomposición de las exportaciones por líneas de productos, se crean dos indicadores o variables ficticias que determinan si la nación i exportó el bien k en 1970-1974 y/o en 2000-20042. Con el fin de dejar fuera de la muestra las exportaciones irrelevantes y no sesgar los resultados, se introduce un nivel umbral de exportación ($x– ). A diferencia de lo realizado en Evenett y Venables (2002), el valor de este umbral no fue un valor único, puesto que la escogencia de alguno obviaría las diferencias en el tamaño de las economías. A manera de utilizar un criterio común entre los países y que, a su vez, tomara en cuenta las diferencias entre las naciones que componen la muestra, se establece un valor del umbral de 0,01% de las exportaciones promedio totales del período 1970-1974 para cada uno de los países. De esta forma, el umbral variará de acuerdo con el valor de las exportaciones del país en estudio. En este sentido, el valor de las líneas de productos que ni en el período 1970-1974 ni en 20002004 superaron este nivel se tratan como si no hubiesen sido exportados. Las variables ficticias se construyeron de la siguiente manera:

I[Xik (70/74)] = 1 si Xik (70/74) ≥ x– y 0 en cualquier otro caso3

I[Xik (00/04)] = 1 si Xik (00/04) ≥ x– y 0 en cualquier otro caso4

Estas variables ficticias permiten la clasificación de las líneas exportadas en cuatro categorías:

dumci ; {k_I[Xik (70/74)]= 1>I(Xik (00/4)= 1} = conjunto de líneas de productos k que la nación i exportaba en 1970-1974 y continuó exportando en 2000-2004

dumni ; {k_I[Xik (70/74)]= 0>I(Xik (00/4)= 1} = conjunto de líneas de productos k que la nación i no exportaba en 1970-1974 y que sí exportó en 2000-2004

dumdi ; {k_I[Xik (70/74)]= 1>I(Xik (00/4)= 0} = conjunto de líneas de productos k que la nación i exportaba en 1970-1974 y dejó de exportar en 2000-2004

2 Nótese que el expresar las exportaciones en términos reales permiten la comparación de las mismas a lo largo de los años, sin sesgar los resultados por los efectos de la devaluación.

Nos referiremos a líneas relevantes en 1970-1974 en los casos en que este índice sea igual a 1. 3

Nos referiremos a líneas relevantes en 2000-2004 en los casos en que este índice sea igual a 1. 4

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100

dumoi ; {k_I[Xik (70/74)]= 0>I(Xik (00/4)= 0} = conjunto de líneas de producto k que la nación i nunca exportó

De esta forma, se dice que el grupo dumci contiene aquellas líneas de productos que se exportan en ambos períodos, las cuales llamaremos líneas tradicionales; el grupo dumni contiene aquellas líneas que sólo se exportan en el último período, las cuales llamaremos líneas nuevas; el grupo dumdi está formado por aquellas líneas de productos que se exportan en el primer período, pero que no resultan serlo para el último período, las cuales denominaremos líneas muertas o líneas que desaparecieron; y, por último, el grupo dumoi, que contiene aquellas líneas de productos que no se exportan en ninguno de los dos períodos o que nunca superan el umbral. El cambio porcentual de las exportaciones que se encuentran en cada categoría (dumci, dumni, dumdi y dumoi), con respecto al cambio total de las exportaciones en los períodos 1970-1974 / 2000-2004, fue calculado de la siguiente manera:

ci = 100 kedumci S DXik / DXi = porcentaje del cambio total de las exportaciones que se atribuye a la variación de las líneas de productos tradicionales

ni = 100kedumni S DXik / DXi = porcentaje del cambio total de las exportaciones que se atribuye a la variación de las líneas de productos nuevas

di = 100 kedumdi S DXik / DXi = porcentaje del cambio total de las exportaciones que se atribuye a la variación de las líneas de productos que desaparecieron

oi = 100 S DXik / DXi = porcentaje del cambio total de las exportaciones que se atribuye a la variación de las líneas de productos irrelevantes

kedumoi

De esta forma, se clasifican las líneas de productos exportadas en cuatro tipos que agotan el espacio posible de las líneas. Con base en esta información, se realizará la descomposición de las exportaciones por tipo de destino. Descomposición por destinos Tomando en cuenta que existe una dimensión geográfica que puede explicar la evolución de las exportaciones, se realizaron dos descomposiciones por destino. La primera se efectuó para líneas de productos tradicionales; la segunda fue realizada para las líneas de productos nuevas.

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Descomposición por destinos para las líneas tradicionales Siguiendo la metodología utilizada por Evenett y Venables (2002), la descomposición de las exportaciones se realiza para conocer la evolución de los destinos para los bienes tradicionales. Para ello también se establecen dos variables ficticias, que determinan el cambio en los socios comerciales para las líneas de productos tradicionales. Del mismo modo que en la descomposición anterior, se introdujo un nivel umbral de exportación ($x– ), que está definido como el 0,5% de la sumatoria del promedio de cada una de las líneas tradicionales exportadas en el período 1970-1974, para cada uno de los países5. De esta forma, el umbral varía de acuerdo con el país en estudio y la línea tradicional observada. En este sentido, las exportaciones dirigidas a aquellos destinos que se encontraron por debajo de este nivel son tratadas como si nunca fueran comercializadas. Las variables ficticias se construyeron de la siguiente manera:

Ic [Xijk (70/74)] = 1 si Xijk (70/74) ≥ x– y 0 en cualquier otro caso6

Ic [Xijk (00/04)] = 1 si Xijk (00/04) ≥ x– y 0 en cualquier otro caso7

Estas variables ficticias permiten ubicar a los destinos dentro de tres categorías, y de esta manera identificar los cambios de socios comerciales del país i para la línea tradicional k, como se muestra a continuación:

dcici ; {j_Ic [Xijk (70/74)]= 1>Ic (Xijk (00/04)= 1} = Destinos tradicionales: destinos a los que el país i le exportó la línea tradicional k en 1970-1974 y en 2000-2004

dcini ; {j_Ic [Xijk (70/74)]= 0>Ic (Xijk (00/04)= 1} = Destinos nuevos: destinos a los que el país i no le exportó la línea tradicional k en 1970-1974 pero sí en 2000-2004

dcidi ; {j_Ic [Xijk (70/74)]= 1>Ic (Xijk (00/04)= 0} = Destinos que murieron: destinos a los que el país i dejó de exportar la línea tradicional k en 2000-2004

5 El ejercicio también fue realizado al 1%, evidenciando cierta sensibilidad en los resultados para el umbral que se escoja.

Nos referiremos a destinos relevantes en 1970-74 en los casos en que este índice sea igual a 1. 6

Nos referiremos a destinos relevantes en 2000-04 en los casos en que este índice sea igual a 1. 7

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Para calcular el porcentaje del cambio total de las exportaciones tradicionales por categoría de destinos se utilizaron las siguientes ecuaciones:

cidumci = 100 S S DXijk / DXi = porcentaje del cambio de las exportaciones k jedcici asociadas a los cambios porcentuales de los destinos tradicionales del país i

DXijk / DXi = porcentaje del cambio de las exportaciones nidumci = 100 S S k jedcini asociadas a los cambios porcentuales de los destinos nuevos del país i

DXijk / DXi = porcentaje del cambio de las exportaciones didumci = 100 S S k jedcidi asociadas a los cambios porcentuales de los destinos que murieron del país i

j

k

j

j

k

k

Descomposición por destinos para las líneas nuevas Siguiendo la metodología utilizada por Evenett y Venables (2002), introducimos esta segunda descomposición por destinos, la cual se realizó para conocer la evolución de los destinos para las líneas de productos nuevas. Se construyeron dos variables ficticias que determinan el cambio en los socios comerciales para las líneas de productos nuevas. Del mismo modo que en la primera descomposición por destinos, se introdujo un nivel umbral de exportación ($x– ), que está definido por el 0,5% de la sumatoria del promedio de cada una de las líneas nuevas exportadas en el período 1970-1974, para cada uno de los países8. Por ende, el umbral variará de acuerdo con el país en estudio y la línea nueva observada. En este sentido, las exportaciones que se encontraron por debajo de este nivel se tratan como si nunca fueron comercializadas. Las variables ficticias se construyeron de la siguiente manera:

IN [Xijk (70/74)] = 1 si Xijk (70/74) ≥ x– y 0 en cualquier otro caso

IN [Xijk (00/04)] = 1 si Xijk (00/04) ≥ x– y 0 en cualquier otro caso

Estas variables permiten ubicar a los destinos dentro de tres categorías y de esta manera identificar los cambios de socios comerciales del país i para la línea nueva k, como se muestra a continuación:

dnici ; {j_IN [Xijk (70/74)]= 1>IN (Xijk (00/04)= 1} = Destinos tradicionales: destinos a los que el país i les exportó la línea nueva k en 1970-1974 y en 2000-2004

8 Igualmente, se realiza para el 1%, el cual evidencia cierta sensibilidad en los resultados ante cambio del umbral.

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dnini ; {j_IN [Xijk (70/74)]= 0>IN (Xijk (00/04)= 1} = Destinos nuevos: destinos a los que el país i no le exportó la línea nueva k en 1970-1974 pero sí en 2000-2004.

dnidi ; {j_IN [Xijk (70/74)]= 1>IN (Xijk (00/04)= 0} = Destinos que murieron: destinos a los que el país i dejó de exportar la línea nueva k

Para calcular el porcentaje del cambio total de las exportaciones de las líneas de productos nuevas por categoría de destinos se utilizaron las siguientes ecuaciones:

cidumni = 100 S S DXijk / DXi = porcentaje del cambio de las exportaciones k jednici asociadas a los cambios porcentuales de los destinos tradicionales del país i

DXijk / DXi = porcentaje del cambio de las exportaciones nidumni = 100 S S k jednini asociadas a los cambios porcentuales de los destinos nuevos del país i

DXijk / DXi = porcentaje del cambio de las exportaciones didumni = 100 S S k jednidi asociadas a los cambios porcentuales de los destinos desaparecidos del país i

j

k

j

j

k

k

Para resumir todos estos resultados se construyeron matrices para cada país, que resumen la explicación del crecimiento de las exportaciones por tipo de líneas y por tipo de destinos.

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 105-145 • ISSN: 0005-4720

El diseño de la política petrolera en Venezuela: un enfoque de economía política

Núñez Pagliacci Belkis Núñez*

Carolina Pagliacci**

Resumen Este trabajo busca entender las relaciones entre el Gobierno venezolano y Pdvsa en el diseño de la política petrolera. Mediante indicadores cualitativos, se establecen algunos aspectos del proceso de formulación de la política petrolera desde la nacionalización hasta 2006: a) Después de la nacionalización, cada actor refleja una visión diversa sobre el desarrollo del negocio petrolero. b) Durante la apertura petrolera se observa una alta coincidencia entre los lineamientos del Ejecutivo y Pdvsa, que puede explicarse por el proceso de posicionamiento estratégico de Pdvsa como líder en la formulación de los lineamientos de la política petrolera. Esto implicó que el diseño de la política petrolera se desplazara desde el Ejecutivo hacia Pdvsa e incrementara el poder político y económico de la industria. c) La expansión de la actividad petrolera se produjo por una progresiva reducción de los recursos fiscales del Gobierno d) A partir de 2004 se rompe definitivamente la delegación de atribuciones del Ejecutivo hacia la industria, por lo que la política petrolera se concentra en el Ejecutivo Nacional. Esto generó un cambio en los incentivos y en la estrategia del negocio petrolero. Palabras clave: Economía política / Formulación de política / Política petrolera Código JEL: Q48; D78

* Economista, Universidad Santa María (USM). Magíster en Economía, Universidad Central de Venezuela (BCV). Especialista Económico I, Departamento de Análisis Económico del BCV. Correo electrónico: [emailprotected] ** Economista, Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). PhD, Universidad Texas A&M. Investigador senior, Oficina de Investigaciones Económicas del BCV. Correo electrónico: [emailprotected]

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Abstract This paper seeks for common understanding about the relations between the Venezuelan government and Pdvsa in devising the oil policy. The use of qualitative indicators allows for setting out some aspects related to the devising process of oil policy in Venezuela from nationalization to 2006: a) After nationalization, each party embodies a diverse character as to oil business development. b) During oil opening, the guidelines of the Executive and Pdvsa showed a high degree of similarity, easy to explain when considering Pdvsa had been positioned strategically as the head entity with respect to oil policy guidelines. Thus, Pdvsa took over the design of the oil policy, which increased its political and economic power. c) The expansion of oil activities emerged from the progressive reduction of governmental tax resources. d) As from 2004, the model in which the government delegates functions to the industry is finally broken, thereby, oil policy gets focused on the National Executive, which caused a major change with regard to incentives and oil business strategy. Key words: Political economy / Policy devising / Oil policy JEL code: Q48; D78

Resumo Esse trabalho objetiva a compreensão das relações entre o governo venezuelano y Pdvsa na formulação da política petroleira. Por meio de indicadores qualitativos é possível estabelecer alguns aspetos relativos ao processo de formulação de política petroleira na Venezuela desde a nacionalização até 2006: a) Depois da nacionalização, cada ator reflete uma visão diferente a respeito do desenvolvimento do negócio petroleiro. b) Durante a abertura petroleira, as diretrizes do Governo e Pdvsa mostraram um alto índice de compatibilidade, o qual pode ser explicado através do posicionamento estratégico de Pdvsa como líder no estabelecimento das diretrizes da política petroleira. Assim sendo, Pdvsa substituiu o Governo no delineamento da política petroleira, incrementando o poder político e econômico da indústria. c) A expansão da atividade petroleira foi resultado duma progressiva redução dos recursos fiscais do governo. d) Desde 2004, rompe-se definitivamente a delegação de atribuições do Executivo à indústria, assim, a política petroleira fica concentrada no Executivo Nacional. Isso gerou uma mudança nos incentivos e na estratégia do negocio petroleiro. Palavras chaves: Economia política / Formulação de políticas / Política petroleira Código JEL: Q48; D78

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Résumé Ce travail vise à comprendre les rapports entre le gouvernement vénézuélien et Pdvsa en ce qui concerne le dessin de la politique pétrolière. À partir d’indicateurs qualitatifs, certains aspects du processus de formulation de la politique pétrolière depuis la nationalisation à 2006 sont établis, tels que: a) Depuis la nationalisation, tous les secteurs montrent une vision différente sur le développement des affaires pétrolières. b) Pendant l’ouverture pétrolière, des grandes coïncidences entre le règlement du gouvernement et celui de Pdvsa ont été observés, ce qui peut être expliqué par le processus de positionnement stratégique du règlement de la politique pétrolière. Cela a supposé le changement du dessin de la politique pétrolière de Pdvsa par le gouvernement et la croissance du pouvoir politique et économique de l’industrie. c) L’expansion de l’activité pétrolière a été produite par une réduction progressive des recours fiscaux du gouvernement. d) À partir de 2004, la délégation d’attributions du gouvernement vers l’industrie est définitivement terminée, c’est pourquoi la politique pétrolière est concentrée principalement dans le gouvernement national. Cela a crée un changement de stimulants et des stratégies des affaires pétrolières. Mots clés: Économie politique/ Formulation de politique/ Politique pétrolière Code JEL: Q48; D78

Introducción Antes de la nacionalización, el Estado como propietario del petróleo otorga el derecho de exploración y explotación a privados (mayoritariamente extranjeros), los cuales suscribían los contratos de concesión con el Ejecutivo Nacional (el Ministerio de Fomento), pero con la previa aprobación del Congreso Nacional. En este esquema, las relaciones entre el Ejecutivo Nacional y los privados se podrían caracterizar siguiendo la visión de Espinaza (2004). Según esta visión, durante la vigencia de las concesiones petroleras los privados se encargaban de maximizar los beneficios que se producían de la explotación del petróleo, en tanto que el Gobierno nacional, en representación del Estado, trataba de maximizar los ingresos fiscales que le correspondían por ley (regalías e impuesto sobre la renta, primordialmente). Esta intencionalidad del Estado se materializó en las diversas reformas de las leyes impositivas que se llevaron a cabo a partir de los años cuarenta, las cuales buscaron incrementar la participación del Gobierno en las ganancias del negocio petrolero hasta alcanzar su máxima expresión en 1959 con la ruptura del convenio fifty-fifty, cuando el Estado logró una participación mayor al 50%. De hecho, entre 1949 y 1974 dicha participación registró

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una tendencia creciente con promedios de 66,9% para la década de los sesenta y 83,9% en el período 1970-741. Con la nacionalización, el Estado se reserva de forma exclusiva todas las actividades económicas relacionadas con los hidrocarburos. Asimismo, crea la empresa Pdvsa del Estado, la cual se encarga de coordinar las actividades de exploración, producción, refinación, comercialización y transporte del petróleo llevadas a cabo por sus empresas filiales. El Ejecutivo Nacional, en representación de los intereses del Estado, se encarga de diseñar la política petrolera y de inspeccionar y fiscalizar las actividades llevadas a cabo por la industria nacional. En términos formales, lo anterior implica que el marco legal otorga poder de jure, tanto al Ejecutivo como a la empresa de petróleos del Estado, para tomar decisiones sobre el negocio petrolero. Sin embargo, estos poderes se encuentran claramente delimitados a dos ámbitos diversos: la planificación y supervisión por un lado, y la ejecución del negocio por otro. Esto pone de manifiesto una relación de subordinación legal de la industria al Ejecutivo Nacional. En términos teóricos, esta relación se describe como la de principal-agente entre dos entes del Estado (respectivamente, el Ejecutivo Nacional en la figura del Ministerio de Energía y Minas y la industria petrolera nacional representada por Pdvsa). En dicha relación, el principal mantiene el diseño de la política petrolera y delega al agente (la burocracia especializada2) las decisiones referidas al manejo concreto del negocio petrolero. Por definición, con la delegación se abre la posibilidad de que el agente (la industria) obtenga mayor información y experticia sobre el negocio petrolero de la que pueda tener a su disposición el Ejecutivo Nacional, lo que trae asociado el problema de información asimétrica. Ante esta situación queda en manos del principal instaurar los mecanismos de regulación y monitoreo adecuados para asegurar que el agente cumpla con los objetivos que le sean trazados. En la práctica, desde la nacionalización hasta 2003, la relación financiera entre estos actores se conservó de forma similar a la mantenida entre el Ejecutivo Nacional y las empresas extranjeras antes de la nacionalización: el Gobierno nacional recibía los ingresos provenientes de los impuestos, en tanto que la empresa nacional (Pdvsa) llevaba a cabo la actividad, logrando a su vez conservar cierto control sobre el uso y destino de la producción y la generación de ganancias del negocio.

PODE y cálculos propios.

1

Se entiende por burocracia especializada el sistema organizacional en que los individuos que la conforman son altamente calificados para desempeñar actividades que requieren conocimiento técnico especializado. 2

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En el año 2001, con la promulgación de la nueva Ley de Hidrocarburos promovida por el Ejecutivo Nacional, se modificó el marco legal descrito anteriormente. Entre los cambios relevantes se encuentra el fortalecimiento de las funciones de inspección y fiscalización del Ministerio de Energía y Petróleo, no sólo de la empresa principal (Pdvsa), sino también de las empresas filiales, tanto en el territorio nacional como en el exterior. Por el contrario, se moderó el papel contralor de Pdvsa al dejar de atribuirle la coordinación de otras empresas que se crearen en el sector. La reforma a la legislación y la ocurrencia de algunos eventos que tendieron a buscar una mayor injerencia por parte del Ejecutivo en las decisiones de la industria durante el período 1999-2002, pueden interpretarse como una señal de que a lo largo del tiempo se había venido produciendo un debilitamiento en las funciones de fiscalización por parte del Ejecutivo Nacional y que de facto la industria había adquirido mayor poder político en la toma de decisiones del negocio que el establecido en la ley. Siendo el diseño de la política petrolera una atribución formal del Ejecutivo Nacional, surge la interrogante de que si su visión sobre el negocio petrolero había prevalecido en los años posteriores a la nacionalización, o si alternativamente ambos actores se habían encargado simultáneamente del diseño de la política petrolera y, por tanto, compartían la visión del negocio petrolero. La presente investigación busca entender, en primera instancia, cuál ha sido la visión del Ejecutivo Nacional y de Pdvsa en cuanto al diseño de la política petrolera a partir de los lineamientos de política declarados separadamente por cada uno de estos entes del Estado. En segundo lugar, el trabajo desea inferir las relaciones entre el Ejecutivo y Pdvsa en el proceso de formulación de la política petrolera, a partir del análisis del grado de coincidencia entre las visiones de estos actores, de las condiciones históricas y de la legislación relevante vigente. Para desarrollar estos objetivos se combinan dos metodologías desarrolladas separadamente en la literatura económica (la de indicadores narrativos y la de análisis de políticas públicas) y se aplican al caso específico del estudio de la política petrolera venezolana. La primera metodología, proveniente de la literatura sobre política monetaria desarrollada en los estudios de Romer y Romer (1989; 2004) y Boshen y Mills (1995), se refiere al uso de indicadores narrativos (cualitativos) para establecer la intencionalidad de las decisiones de la Reserva Federal, a partir del estudio de las minutas publicadas por el propio Comité de Política Monetaria. El objetivo de estos trabajos era identificar si una serie de acciones monetarias habían sido de corte contractivo o expansivo, y en qué medida estas acciones respondían al estado de la economía o a la decisión de la Reserva Federal de causar sorpresas

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o choques monetarios3. En este trabajo se construyen análogamente indicadores cualitativos, a partir de los lineamientos de política publicados por el Ejecutivo Nacional y Pdvsa, para entender la intencionalidad no de las acciones, sino del diseño de la política petrolera nacional. De esta manera se puede tener, a partir de los discursos públicos de estos entes, cuál es la visión que cada uno tiene sobre el negocio petrolero. La segunda metodología que sirve de base para este trabajo es desarrollada en el Banco Mundial por Stein et al. (2005) para describir el proceso de formulación de políticas públicas, a partir del análisis del grado de estabilidad, adaptabilidad, implementación, cumplimiento, eficiencia y coherencia en el tiempo que exhiben dichas políticas. Esta descripción del proceso de formulación de las políticas se realiza tomando en cuenta que los actores participantes están sometidos a incentivos, en la mayoría de los casos contrapuestos, que responden a las condiciones específicas del momento y a las reglas formales o informales que determinan el funcionamiento de las instituciones, o lo que se denomina las reglas del juego político. De esta literatura se toma la idea de que los participantes en el diseño de la política petrolera nacional, en este caso el Ejecutivo Nacional y Pdvsa, responden a los incentivos que determinan las condiciones históricas y la legislación y prácticas del momento. También, se aplica la noción de que a partir de la caracterización de un aspecto de la política petrolera, en particular, del grado de coincidencia que existe entre el Ejecutivo y Pdvsa sobre las visiones del negocio petrolero, se tratan de inferir algunos aspectos del proceso de formulación de la política petrolera. Para medir la intencionalidad de la política petrolera se escogen seis aspectos de la misma que aparecen de forma recurrente en los documentos oficiales publicados, tanto por el Ejecutivo Nacional como por Pdvsa. Estos aspectos se refieren a la estrategia volumétrica, de precios y de exploración de reservas de crudo, la posición adoptada frente a la OPEP y el capital extranjero, y la intención de desarrollo del sector petrolero. Cada uno de estos aspectos es calificado, tanto para el Ejecutivo Nacional como para la industria, según categorías cualitativas previamente establecidas, lo que permite construir indicadores sobre la visión del negocio petrolero durante el período de estudio (1976-2003) para cada actor. Los documentos utilizados son primordialmente tres: los planes de la nación, los informes anuales y los planes de inversión de Pdvsa. Una vez calificados los aspectos de la política seleccionados para los diferentes subperíodos identificados entre 1976 y 2003, se analiza, en primera instancia, la

Una aplicación de esta metodología a las decisiones de política monetaria en Venezuela la realizan Pagliacci y Ruda (2004). 3

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continuidad en el tiempo de la visión expresada sobre cada aspecto. Posteriormente, se construye un tercer indicador que señala el grado de coincidencia entre las visiones del Ejecutivo Nacional y la de Pdvsa. Con ello se persigue determinar en qué medida existió coordinación o cohesión en el diseño de la política petrolera nacional. Una vez identificados los períodos de alta o baja coordinación, se infieren algunas características particulares del proceso de formulación de las políticas que determinaron estos resultados. El trabajo se desarrolla en las siguientes tres secciones. En la sección dos se describe el marco legal petrolero desde la nacionalización, en tanto que en la sección tres se describe la construcción e interpretación de los diferentes indicadores de intencionalidad. En la sección cuatro se describe el proceso de formulación de la política petrolera, utilizando los elementos del marco legal y las condiciones históricas específicas. En la sección cinco se plantean las conclusiones del trabajo.

Marco legal petrolero desde la nacionalización Con la Ley de Nacionalización de 1975 el Estado se reserva la ejecución de todas las actividades del negocio y suprime, como norma general, la participación del sector privado nacional e internacional. Para ejecutar estas actividades aparecen dos actores principales dentro del Estado: el Ministerio de Minas e Hidrocarburos4 y la empresa principal Petróleos de Venezuela (Pdvsa)5. Las reglas formales que rigen la interacción entre estos actores quedan definidas de la siguiente manera: el primero se encargará de coordinar y supervisar las operaciones de las empresas petroleras, y el segundo coordinará y supervisará las operaciones de todas las otras empresas, que por Ley, se crean como filiales de esta empresa principal. Más detalladamente, las funciones del Ministerio de Energía y Minas (como se denomina a partir del año 1976), según el artículo 10 de la Ley que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos son: fiscalizar y controlar la planificación y prácticas operacionales, financieras, comerciales y laborales de las empresas, así como los costos de la industria petrolera nacional. Estas funciones

En el año 1951 se crea el Ministerio de Minas e Hidrocarburos. En el año 1976 el Congreso de la República sancionó la Ley Orgánica de la Administración Central promulgada el 28 de diciembre. Allí se cambia el nombre a Ministerio de Energía y Minas y se amplían las funciones. En el año 2005 en Gaceta Oficial Nº 38.111 de 20 de enero de 2005, artículo 19, se denomina Ministerio de Energía y Petróleo. 4

5 Esta compañía anónima, constituida por un solo socio, se crea mediante Decreto Nº 250, reformado en el artículo 2 del Decreto ejecutivo N° 1.123 de fecha 30 de agosto de 1975.

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involucran, a su vez, la autorización de los contratos de ventas y de intercambio de crudos y productos, las remisiones de fondos y pagos al exterior, los presupuestos de inversiones y los contratos relativos a la transferencia de tecnología. La sociedad anónima Pdvsa, siguiendo los lineamientos del artículo 6 de la Ley que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos, y más específicamente, de acuerdo con lo establecido en el Decreto N° 250, tiene por objeto planificar, coordinar y supervisar la acción de las sociedades de su propiedad, así como controlar sus actividades de exploración, explotación, transporte, manufactura, refinación, almacenamiento y comercialización, de manera que éstas se ejecuten de manera regular y eficiente. Además, Pdvsa puede emitir obligaciones, promover como accionista o no otras sociedades civiles o mercantiles y asociarse con personas naturales o jurídicas (todo conforme a la Ley). Igualmente, está facultada para otorgar créditos, financiamientos, fianzas, avales o garantías de cualquier tipo y, en general, para realizar todas aquellas operaciones, contratos y actos comerciales que sean necesarios o convenientes para el cumplimiento del mencionado objeto. La disponibilidad de recursos para el funcionamiento del Ministerio de Energía y Minas y Pdvsa fue caracterizada por el marco legal en forma diferenciada. Por una parte, a Pdvsa se le garantizó la disponibilidad de recursos financieros a través del artículo 6 de la Ley que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos: “A los fines de proveer recursos suficientes para desarrollar la industria petrolera nacional, las empresas operadoras entregarán mensualmente a aquélla una cantidad de dinero equivalente al diez por ciento (10%) de los ingresos netos provenientes del petróleo exportado por ellas durante el mes inmediatamente anterior”. En el caso del Ministerio de Energía y Minas, al ser un ente de la Administración central regido por la Ley de Carrera Administrativa6, está sujeto al proceso de asignación de recursos por parte del Gobierno central, el cual tiende a ser inestable en el tiempo debido a la economía política propia que emerge por la competencia de recursos entre los diferentes entes que lo conforman. Esta asignación de recursos tendió, en general, a ser precaria, sobre todo durante los períodos de crisis económica de los años ochenta y buena parte de los noventa. En cuanto a la disposición del Estado para realizar las actividades petroleras con el sector privado, la Ley de Nacionalización deja abierta la posibilidad de que el sector privado pueda participar conjuntamente con el Estado, pero sólo en los casos especiales especificados en su artículo 5. Según este artículo, el Estado quedó facultado para celebrar convenios operativos en los casos requeridos para Ley promulgada en 03 de septiembre de 1970 y publicada en Gaceta Oficial N° 1.428 de fecha 4 de septiembre de 1970. 6

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garantizar el cumplimiento de sus funciones y celebrar convenios de asociación, cuando “convenga al interés público”7. En la década de los noventa, Pdvsa basándose en el artículo 5, pone en práctica el proceso de apertura petrolera, que permitió nuevamente la participación del sector privado en la actividad8. Con la entrada en vigencia de la Ley de Hidrocarburos en el año 2001 se modificó el marco legal que había sido aplicado desde la nacionalización. La nueva Ley refuerza las funciones del Ministerio de Energía y Petróleo para ejercer la función de inspección y fiscalización, tanto de la empresa principal como de las empresas filiales, bien sea que estén ubicadas en el territorio nacional o en el exterior (Arts. 8 y 30). También, se establece en la Ley que el Ejecutivo debe proveer los recursos financieros necesarios para que el Ministerio de Energía y Petróleo dé cumplimiento a sus funciones como órgano rector de la política petrolera (Art. 8) 9. Por el contrario, la Ley desdibuja el papel de Pdvsa como coordinadora de las actividades del resto de las empresas petroleras, y se menciona de manera general a las empresas petroleras estatales (Arts. 28 y 29). Con relación al sector privado, se acepta expresamente su participación, pero se hace una importante distinción entre su papel dentro de las actividades primarias y secundarias. En el caso de las actividades primarias, previa autorización de la Asamblea Nacional y cuando así convenga al interés nacional, sólo se permitirá la creación de empresas mixtas, en las que el Estado tenga el control de la actividad con una participación accionaria superior a 50%. En las actividades aguas abajo se pueden constituir empresas mixtas, o inclusive 100% privadas, para

7 Estos convenios de asociación requerían que la participación del Estado garantizara el control de la actividad y que la duración de la asociación fuese limitada y autorizada por el Congreso Nacional en sesión conjunta.

Los convenios operativos establecieron contratos de servicios por 20 años para realizar la reactivación de campos maduros (o baja rentabilidad). Las empresas proveedoras de estos servicios aportaban tecnología avanzada y se beneficiaban de una tasa de Impuesto sobre la Renta muy inferior a la aplicada a las actividades de hidrocarburos, y estaban exentos del pago de regalías. Dentro de la figura de los convenios de asociación surgieron las asociaciones estratégicas. Estas asociaciones se constituían en compañías anónimas con el fin de explotar los crudos pesados y extrapesados de la Faja del Orinoco. Los estados financieros de estas compañías se elaboraban como una agregación de los activos, pasivos, ingresos y costos de los diversos socios que las conformaban. 8

En la práctica, a partir del año 2001 se ha producido un aumento considerable en la asignación de recursos del presupuesto nacional al Ministerio de Energía y Petróleo, de manera que el porcentaje medio del gasto total asignado ha aumentado de 0,1% (para el período 1997-2001) a 0,6% (para el período 2002-2007). 9

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realizar las actividades, una vez solicitado el permiso correspondiente al Ministerio de Energía y Petróleo. En el año 2005 el Ejecutivo estableció que las empresas creadas bajo la figura de convenios operativos y asociaciones estratégicas debían transformarse en empresas mixtas con control accionario mayoritario de Pdvsa, para adecuarse así a los lineamientos de la ley de hidrocarburos vigente.

La intencionalidad en el diseño de la política petrolera En esta sección se busca entender la visión que tenían los principales actores del negocio petrolero (el Ejecutivo Nacional y Pdvsa), a partir de la exposición de sus lineamientos de política. Para ello, primeramente se explica la construcción de los indicadores que sintetizan la intencionalidad de la política planificada por cada actor. Posteriormente, se describen los resultados de los indicadores en el contexto de las condiciones históricas enfrentadas. Finalmente, se mide el grado de coincidencia de visiones entre estos actores. Indicadores de intencionalidad La intencionalidad de la política petrolera por parte del Ejecutivo Nacional se extrae de los planes de la nación. Estos planes surgieron a partir del año 1958 como el instrumento por excelencia de la planificación del desarrollo social y económico. Su objetivo era contar con un presupuesto-programa permanente de cinco años que contemplara las metas y proyectos gubernamentales. Según Giordani (1996), estos planes tenían un alcance mayor a la mera referencia de las metas económicas: “La planificación se caracterizó por el mantenimiento de una imagen de racionalidad técnica con un contenido eminentemente político. Su papel se ligó al cumplimiento de una acción ideológica por parte del Estado…”. En el caso de Pdvsa, los instrumentos disponibles para conocer la intencionalidad en la política son básicamente dos: los informes anuales de operaciones y los planes de negocios de la industria petrolera en el mediano plazo. Los informes anuales son presentados en la primera parte del año siguiente a la culminación del ejercicio contable. Si bien estos informes describen parte de los resultados concretos logrados por la industria, también establecen los lineamientos de su funcionamiento a futuro. Los planes de negocios son estrategias de mediano y largo plazo que rigen la actuación de la industria año a año, pero sólo se encuentran disponibles a partir de 199010. Para el período 1976-1990 se utilizaron únicamente los informes anuales de las operaciones de Pdvsa. Para el resto de los años se tomó como base los planes de negocios o planes de inversiones de la industria, pero sin dejar de considerar los elementos aportados por los informes anuales disponibles hasta el año 2001. 10

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Para medir la intencionalidad de la política petrolera se evalúan seis de sus aspectos más relevantes (estrategia volumétrica, de precios y de exploración de reservas de crudo, posición adoptada frente a la OPEP y al capital extranjero, e intención de desarrollo del sector petrolero), y se califica cada uno de ellos con una de las dos o tres categorías disponibles, las cuales son construidas de manera de reflejar visiones del negocio que sean mutuamente excluyentes. A continuación se definen cada uno de los aspectos de política considerados y se enumeran para cada aspecto las dos o tres categorías disponibles, según sea relevante. 1. Estrategia volumétrica: se refiere a las variaciones esperadas del volumen de producción de crudos, tomando en cuenta los cambios a futuro en la capacidad de producción. Esta estrategia se calificó de acuerdo con las siguientes tres categorías, dependiendo de la importancia de las variaciones esperadas en la producción.

a. Conservacionista: se espera mantener o reducir la producción, sin modificar la capacidad de producción existente.

b. Crecimiento moderado: se espera un aumento de la producción para abastecer una demanda adicional del mercado, sin que ello requiera una expansión de la capacidad de producción.

c. Expansión significativa: se espera un crecimiento acelerado de la producción y aumento de la capacidad de producción con la finalidad de mejorar el posicionamiento en el mercado internacional.

2. Estrategia de precios: se refiere a la manera como se interpreta el proceso de formación de los precios del petróleo en los mercados internacionales en relación con la estrategia volumétrica fijada. En este caso se escogen dos categorías cualitativas.

a. Defensa de precios: se desea mantener o aumentar los niveles de precios existentes en los mercados internacionales, supeditando la estrategia volumétrica a este objetivo.

b. Precios competitivos: se entiende que los precios son el resultado de la interacción entre la oferta y la demanda mundial de crudos, y se prioriza la estrategia volumétrica fijada.

3. Posición frente a la OPEP: se refiere a si se hace explícito o condicionado el apoyo a la política de la OPEP, bien sea en términos del mantenimiento de las cuotas de producción del país o en términos de los objetivos de precios declarados por la OPEP.

a. Apoyo explícito: se declara apego a la política establecida en la OPEP.

b. Apoyo condicionado: se expresa una posición ambigua o parcialmente comprometida respecto a la política de la OPEP.

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4. Estrategia de exploración de reservas: se refiere al énfasis de la política en términos de la búsqueda de nuevas reservas. La clasificación de este aspecto puede realizarse según las siguientes dos categorías.

a. Exploración intensiva: se planifica realizar las inversiones en exploración que garanticen el incremento del acervo de reservas.

b. Exploración de mantenimiento: se realizan exploraciones para reponer las reservas existentes.

En la evaluación de la estrategia de las reservas de Pdvsa se encontró dificultad para determinar cuándo la política era de exploración intensiva o de mantenimiento, ya que los diferentes documentos utilizados hacen referencia continua a la necesidad de realizar importantes desembolsos de exploración en las áreas tradicionales y no desarrolladas. Por esta razón se usaron como referencia los desembolsos de la industria para exploración en términos reales, ajustados con el índice de precios al consumidor (base 1997). Se consideró que desembolsos menores a Bs. 100.000 constantes calificaban como suficientes para realizar una exploración de mantenimiento, y que desembolsos superiores a este monto implicaban una exploración más intensiva11.

5. Posición con relación al capital privado: se refiere a la participación esperada del capital privado en el negocio petrolero. Los documentos consultados permiten establecer tres formas diferentes (o categorías) para clasificar esta participación.

a. Promueve la participación: se desea que el sector privado intervenga en actividades aguas arriba, como la exploración y producción.

b. Participación mixta con control estatal: se promueve la participación del sector privado, pero se mantiene el control accionario de las actividades medulares.

c. Evita la participación: no se desea que el sector privado participe en actividades aguas arriba o se permite su participación en forma muy delimitada (como, por ejemplo, bajo la figura de contratos de servicios).

6. Intención de desarrollo del sector petrolero. En el caso del Ejecutivo, este aspecto se refiere a la prioridad dada al desarrollo del sector petrolero respecto a otros sectores de la economía o a la distribución de recursos finan-

Los quiebres encontrados en la serie de datos de desembolsos fueron suavizados, partiendo de la premisa de que cuando se traza un plan de inversiones, la intención es mantenerlo en el tiempo.

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cieros hacia el sector petrolero. En el caso de Pdvsa, se refiere al énfasis que se da al desarrollo de la actividad (típicamente este aspecto está en armonía con su estrategia volumétrica e intenciones de inversión en el mediano plazo). Esta intención de desarrollo sencillamente se clasifica en:

a) Alta; b) Media; c) Baja.

Una vez clasificada la intencionalidad de la política petrolera según las categorías anteriores, tanto para el Ejecutivo Nacional como para Pdvsa (cuadros 1 y 2), se describen en forma sintética los cambios ocurridos en el tiempo. A lo largo de los veintiséis informes anuales disponibles para Pdvsa, se apreció una cierta continuidad en el discurso presentado por sus presidentes12. Por ello, se construye un indicador adicional que exprese el grado de cohesión de la directiva de Pdvsa (y en particular de sus presidentes) con algunos elementos discursivos que se reiteran a lo largo del tiempo y que en la mayoría de los casos se expresaron como metas a ser alcanzadas o mantenidas por la empresa. Entre los elementos discursivos seleccionados se encuentran: 1) ser un proveedor confiable y seguro; 2) aumentar la capacidad de producción y la producción en el largo plazo; 3) realizar una gestión eficiente (reducción de costos); 4) intensificar la refinación; 5) se califica la participación fiscal como alta; 6) promover la asociación con el capital extranjero; 7) diversificar los mercados; 8) defender el principio de autonomía financiera; 9) convertirse en una corporación energética mundial de primer orden; e 10) incentivar y reconocer al personal. Una vez definidas estas categorías, el indicador se calcula como el porcentaje de categorías (de un total de diez) presentes en cada discurso, por lo que toma valores entre 0 y 1 (ver cuadro 3). Este indicador sirve para complementar el análisis de intencionalidad de la política petrolera por el lado de la industria. Una vez establecida la intencionalidad de la política petrolera, tanto para el Ejecutivo Nacional como para Pdvsa (cuadros 1 y 2), se elabora el indicador de coincidencia entre ambas (cuadro 4). Para ello se toma cada uno de los diferentes aspectos de la política petrolera seleccionados y se le imputa un valor igual a 1, si durante el período de tiempo estudiado el aspecto en cuestión posee la

Al momento de la elaboración de este trabajo, la industria petrolera cuenta en su haber con doce presidentes, siendo el actual Rafael Ramírez. Sin embargo, sólo se dispone de información de los discursos anuales presentados por los siguientes diez presidentes: general Rafael Alfonzo R. (1976-1982); Brígido Natera (1983-1985); Juan Chacín (1986-1988); Andrés Sosa P. (1989-1990); Gustavo Roosen (1991-1992); Luis E. Giusti (1993-1997); Roberto Mandini (1998); Héctor Ciavaldini (1999); Guaicaipuro Lameda (2000) y Alí Rodríguez (2001). Se excluyen de esta lista al presidente Gastón Parra (febrero-abril 2002) y al actual presidente Rafael Ramírez. 12

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misma categoría cualitativa para ambos actores. Si, por el contrario, cada actor califica ese aspecto de la política de manera diferente, entonces se le imputa un valor igual a 0 para dicho período de tiempo. El indicador de coincidencia, finalmente, se calcula para el período de tiempo en cuestión, como el cociente entre la suma de los valores asignados (1 o 0) a cada uno de los aspectos y el total de aspectos considerados (6). Este indicador representa la proporción de aspectos sobre el diseño de la política petrolera que tienen una visión coincidente entre ambos actores y se interpreta como el grado de cohesión o coordinación de la política petrolera. Nótese que este indicador se presenta con una frecuencia anual, tal como se estudia la intencionalidad de Pdvsa. Para ello se asumió que la política del Ejecutivo Nacional en un determinado año coincide con la estrategia planteada en el Plan de la Nación vigente para ese año. Intencionalidad de la política petrolera del Ejecutivo Nacional En todos los planes elaborados desde los primeros años de la democracia hasta el presente, se destaca la importancia del papel que juega el petróleo en la economía venezolana. Sin embargo, la visión sobre el sector petrolero presentó importantes cambios a lo largo de estos planes (ver cuadro 1)13. En los planes I, II y III, los cuales abarcan los años desde 1960 a 1969, se observa que la intencionalidad de la política petrolera se orientó hacia un crecimiento moderado de la producción pero bajo un esquema de defensa de precios, haciendo un frente común con la OPEP. La posición con relación al capital privado extranjero fue la de evitar su participación en el negocio. No obstante, se aprecian cambios en la intención de desarrollar el negocio y en la intensidad de exploración de las reservas con el pasar de los años. Este diseño de la política petrolera se explica por diversos factores que confluyeron durante el período. Las estrategias de precios y posición frente al capital extranjero fueron marcadas principalmente por la doctrina de Pérez Alfonzo14, quien fue artífice de la política petrolera venezolana por cerca de treinta años15. Su doctrina constó de cinco ejes que se denominaron el pentágono petrolero. Estos ejes eran los siguientes: una participación razonable del Estado en las ganancias provenientes del negocio petrolero; la creación de una Comisión Coordinadora de la Conservación y el Comercio de Hidrocarburos que diseñara 13 A pesar de que el estudio se concentra a partir de la nacionalización, el análisis de los planes de la nación se presenta desde sus inicios, de manera de dar al lector una noción histórica de la evolución de dichos planes.

Ministro de Fomento desde 1945 hasta 1948 y de Minas e Hidrocarburos en 1959.

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Esta referencia corresponde a Luis Prieto Figueroa y se encuentra en el prólogo que hace del libro de Pérez Alfonzo en El pentágono petrolero, p. VII. 15

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una política activa de defensa de precios en vista del agotamiento inevitable del petróleo; la creación de la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP), de manera que el negocio petrolero fuese manejado por una empresa nacional; la proposición del principio de “no más concesiones”, así como de otros mecanismos de negociación con el sector privado extranjero (la política del fifty-fifty); y la unión de países exportadores de petróleo con intereses comunes para protegerse de la industria petrolera internacional (Pérez Alfonzo, 1967). Por esta última posición se conoce a Pérez Alfonzo como el padre fundador de la OPEP. La intención moderada de desarrollo del sector se relaciona con la coexistencia de dos discursos por parte del Estado. Por un lado, la creación de CVP con el propósito de incursionar en el negocio con la exploración de áreas reservadas al Estado, y la producción y la comercialización de crudos a través de contratos de servicios con el sector privado. El desarrollo de la empresa estatal se concibió a partir de la reinversión de parte de los recursos fiscales provenientes de las concesiones a empresas extranjeras. Esta intención parece afianzarse a partir del II Plan de la Nación. Por otro lado, se observa en el discurso del Estado una tendencia general a restarle a la economía venezolana su dependencia del petróleo. En esta visión los recursos provenientes del petróleo se veían básicamente como fuente de financiamiento para desarrollar la agricultura y la industria (sembrar el petróleo16). En el I Plan de la Nación presentado por Cordiplan para el período 1960-1962, se expresaba: Venezuela que aparece como país rico, no puede estar ni siquiera medianamente satisfecho en su esfuerzo de desarrollo mientras subsista, al lado de un afortunado sector con recursos comparables a los de los países industrializados, grandes masas depauperadas. Para alcanzar la meta de bienestar se impone el aprovechamiento óptimo de los recursos provenientes de las actividades petroleras y mineras, a fin de lograr el fortalecimiento de la economía permanente de Venezuela, basada en al agricultura y la industria. En otras palabras, la consigna de la siembra del petróleo debe cobrar vigencia y efectividad.

En cuanto a la estrategia volumétrica, se hablaba de un incremento moderado de la producción, posiblemente, también, por la contraposición de dos elementos: por un lado, el sesgo conservacionista del discurso de Pérez Alfonzo y la merma en las reservas de petróleo desde inicios de los años sesenta apuntaban hacia una explotación racional del recurso. Por otro lado, la obtención de recursos fiscales a partir del negocio hacía deseable mantener crecimientos positivos en los niveles de producción.

16 Esta frase fue popularizada por Arturo Uslar Pietri como una consigna para difundir la idea de utilizar los ingresos del petróleo en el desarrollo de otras actividades productivas. Ver más detalle en Quiroz (2003) en su libro Meritocracia petrolera: ¿mito o realidad?, p. 14.

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En los planes IV, V y VI, correspondientes al período 1970-1984, los cambios de la política petrolera respecto al período anterior se expresan en términos de una estrategia volumétrica más conservacionista y una exploración más intensiva de las reservas, en especial después del proceso de nacionalización petrolera en 1976. La visión más conservacionista de la producción no sólo obedecía a la continuidad del discurso de Pérez Alfonso, sino también a la preocupación creciente por el agotamiento acelerado de las reservas y la reducción del tiempo de duración, el cual pasó de 16,7 en 1960 a 11,4 años en 1969. Este agotamiento de las reservas se debió fundamentalmente a la falta de inversión en exploración por parte de las empresas transnacionales17. Con la nacionalización del petróleo, esta preocupación se profundizó por la merma en la capacidad de producción, la cual también se vio afectada por la falta de inversiones de capital por parte de las empresas transnacionales, lo que aceleró la declinación natural de producción de los pozos y redujo considerablemente el acervo petrolero. Esta visión conservacionista, sobre todo después de la nacionalización, coexistió con una estrategia de mediano plazo de fortalecimiento del negocio petrolero, para dinamizar la economía a partir de una mayor demanda de bienes y servicios por parte del sector petrolero, en especial de bienes de capital y asistencia técnica. En el V Plan de la Nación (1976-1980) se sintetizaron estas ideas de la siguiente manera: “Debe atenderse el sector dentro de una programación amplia y racional que va desde la explotación, extracción, refinación y comercialización hasta la construcción de una flota petrolera y la preparación técnico-científica” (Cordiplan, V Plan de la Nación, p. 209). Esta programación se denominó racional porque preveía un desarrollo del sector en el marco de un esquema de defensa de precios y cohesión con la OPEP. Al VII Plan de la Nación (vigente desde 1985 hasta 1988) le antecedió la crisis económica del país de la primera parte de los ochenta, caracterizada por un estancamiento del aparato productivo (en el período 1978-1984 el crecimiento promedio del PIB fue de 0,2%). Por esta razón, este plan presentó un cambio respecto a las funciones del Estado: se esperaba pasar al sector privado parte de la producción de bienes y servicios llevada a cabo hasta ese momento por el Estado y utilizar más intensivamente a Pdvsa como elemento dinamizador del resto de las actividades. De hecho, la intención era “fortalecer la industria petrolera como palanca estratégica de desarrollo” (Cordiplan, VII Plan de la Nación, p. 31). Esto se pretendía hacer con la ampliación de los efectos de encadenamiento de la producción de la industria petrolera con el resto de las actividades económicas a partir de la compra de suministros de bienes y servicios petroleros nacionales.

Espinaza (2004) y Monaldi (2004) señalan que esta falta de inversiones en exploración se produjo desde el año 1958.

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El fortalecimiento de la industria petrolera también se concibió como un apoyo más explícito a los lineamientos de desarrollo estratégico que se habían diseñado por la propia Pdvsa. Por las razones anteriores, en el VII Plan el indicador de intencionalidad de la política arrojó tres cambios: a) la estrategia volumétrica pasó de conservacionista a crecimiento moderado; b) la estrategia de precios se desplazó hacia una posición de precios competitivos; y c) el apoyo a la OPEP fue condicionado, ya que se consideró estar en presencia de un escenario mundial en el cual la OPEP había perdido influencia para modificar los precios del petróleo18. En el VIII Plan de la Nación (1989-1994), denominado también el Gran Viraje, se intensificó aún más la disposición del Ejecutivo a desarrollar la industria petrolera nacional, la cual se seguía considerando como la “palanca del desarrollo nacional”. De esta manera, Pdvsa contó con todo el apoyo del Ejecutivo para llevar a cabo el plan de expansión de los años noventa. Por su parte, en el IX Plan (1995-2000) la visión sobre el negocio petrolero se mantuvo sin cambios con respecto al VIII Plan, puesto que se continuaban apoyando las acciones llevadas a cabo para materializar los planes de expansión de Pdvsa. Para el momento de su elaboración se produjeron intensas discusiones en el seno del Congreso Nacional para permitir la participación del sector privado internacional en los programas de pozos inactivos o marginales y en el desarrollo de la Faja Petrolera del Orinoco, entre otros. Por tanto, en los VIII y IX planes (correspondientes al período 1989-2000) se observa que el indicador para determinar la intencionalidad de la política presenta variaciones en cuatro de los seis aspectos seleccionados. Durante este período la estrategia volumétrica fue de expansión significativa, por lo que la intención de desarrollar el sector es también alta. Adicionalmente, el Ejecutivo abandonó el discurso promovido por Pérez Alfonzo contra la injerencia del capital extranjero en las actividades medulares de la industria nacional y promovió la participación del sector privado internacional en exploración y producción. El cuarto cambio se refirió a la decisión de no seguir explorando intensivamente el subsuelo venezolano, muy posiblemente debido al aumento significativo que sufrieron las reservas de petróleo a partir de 198619.

18 En el VII Plan de la Nación se hace mención explícita al cambio en la geopolítica mundial con respecto a los años setenta (p. 18). 19 Las reservas se duplicaron en cantidad al pasar de 29.330 millones de barriles en 1985 a 55.521 millones de barriles en 1986. También, se amplió el horizonte de duración de las reservas a 85 años.

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Con el inicio del gobierno del presidente Hugo Chávez en 1999, se comenzó un cambio en la visión institucional y política del país. Este cambio de visión y la fuerte caída de los precios de petróleo ocurrida en el año 1998, se tradujeron en una ruptura de la manera como se concebía la política petrolera en los últimos dos planes. Sin embargo, esta ruptura sólo es capturada por el indicador de intencionalidad en el año 2001, al momento de la presentación del Plan 20012007. Es justamente en el año 2001 cuando el indicador de intencionalidad de la política registra el mayor número de cambios (cinco en total). El principal cambio responde a la intención de recuperar los niveles de precios del petróleo en el mercado internacional, para lo cual se estableció una estrategia de defensa de precios a partir de una estrecha cooperación con el resto de los productores de la OPEP20. Subordinada a la estrategia anterior, la política referente a los volúmenes de producción pasó de “expansión significativa” a “crecimiento moderado”, pero se mantuvo la intención de mantener la capacidad de producción en el mediano y largo plazo. Otro cambio significativo se observa en la percepción sobre la participación del capital extranjero: si bien el Gobierno entrante aceptó dicha participación, buscó garantizar el control por parte del Estado en las actividades de exploración y producción. La intencionalidad de desarrollar el sector petrolero se catalogó como baja debido al deseo del Ejecutivo de promover el crecimiento de actividades aguas abajo con participación de capital privado (refinación, gas, petroquímica), y no el crecimiento de las actividades medulares, tal como se planteaba en los años noventa. Intencionalidad de la política petrolera de Pdvsa La intencionalidad de la política petrolera por parte de Pdvsa, tiende a ser bastante estable de un año respecto al otro en la mayoría de los aspectos establecidos (ver cuadro 2). Asimismo, los cambios que se observan en los documentos corresponden a una mayor o menor intensidad en las estrategias y no al cambio de una estrategia por otra contraria. Una excepción a esto último son los aspectos relativos a la estrategia de precios y la posición frente a la OPEP, los cuales están conformados por dos posiciones necesariamente antagónicas. De hecho, el cambio de estrategias que se observa en el período 1983-1984 se debió a una situación muy particular que será explicada más adelante en esta misma sección. En la gran mayoría de los años Pdvsa prefirió declarar una estrategia de precios competitivos y un apoyo condicionado a la OPEP. La intencionalidad de desarrollar el sector petrolero se clasificó como alta a lo largo de toda la serie (1976-2003), con excepción del primer año después de la

Se debe recordar que para el momento de la elaboración del plan ya muchas de las acciones en defensa de los precios se habían materializado. 20

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nacionalización. De igual manera, en la estrategia volumétrica se aprecia cómo la industria esperaba incrementar la producción de forma moderada hasta el año 1989 y de forma significativa de allí en adelante. Esto ocurre por las características específicas del negocio petrolero, en el que las metas se fijan en el mediano y largo plazo (entre cinco y diez años), y los proyectos son difíciles de revertir una vez puestos en marcha. Como ejemplos de la apreciación anterior se exponen algunos párrafos contenidos en los informes anuales. En el segundo año de operaciones de la industria (año 1977) los planes son los siguientes: El signo de la industria en los años por venir seguirá siendo la expansión en todos los órdenes de sus actividades (Pdvsa, Informe anual 1977, p. 10). Aunque a largo plazo nuestro futuro petrolero se presenta estable, la ubicación y desarrollo de los nuevos recursos de hidrocarburos requeridos por el país para mantener un ritmo de producción de acuerdo a los lineamientos recibidos, será el resultado del mayor esfuerzo programado y sistemático de la historia petrolera del país, ya que las inversiones necesarias en los próximos 10 a 12 años serán del orden de los 80.000 millones de bolívares y los costos de operación de unos 70.000 millones de bolívares (p. 11).

En la primera parte de los años ochenta el panorama petrolero se tornó inestable y de mucha incertidumbre debido a las fuertes reducciones de los precios del petróleo y al aumento de la competencia de los países del Mar del Norte21. En este escenario Pdvsa sólo redujo la producción temporalmente, en consonancia con algunas de las reducciones programadas con la OPEP. Sin embargo, al nivel de intencionalidad, podría generalizarse que Pdvsa no era proclive a realizar reducciones voluntarias en su producción, ya que esto se contraponía al principio de “suplidor confiable y seguro” ampliamente difundido en el discurso de la industria. Este dilema quedó reflejado en el Informe Anual 1982 del presidente general Rafael Alfonzo Ravard, cuando expresó: Es obvio que tan brusca transición impuso fuertes tensiones operacionales y comerciales a la actividad de Petróleos de Venezuela y sus empresas filiales, por los complicados ajustes que hubo que establecer en lo relativo a la producción y refinación y los problemas que éstos significaron para las relaciones con nuestra clientela. A pesar de estos ajustes, fue posible sostener frente a nuestros mercados tradicionales la imagen de confiabilidad que prestigia a nuestra industria petrolera como suplidor seguro. 21 La escalada de precios en el año 1981 (que junto con 1974 representan máximos históricos de los precios en términos reales) llevó a los países consumidores a modificar sus patrones de consumo, lo que se tradujo en una contracción de la demanda mundial de 2,1% promedio durante el período 1980 hasta 1985. Mientras la demanda iba en descenso, la producción de petróleo de los países no pertenecientes a la OPEP registraba tasas de crecimiento promedio de 4,1%.

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En el mensaje del año 1984 se reiteró la disposición de la industria a ceñirse a los planes de producción de mediano plazo, aun en contextos internacionales adversos: Toda la gestión cumplida en el marco de evidentes dificultades de mercado y estrechez financiera, pone en evidencia la validez del principio fundamental que orienta y norma la acción de esta industria, como es la continuidad de objetivos, planes y programas, y el desarrollo sistemático de actividades sujetas a una ajustada planificación a corto mediano y largo plazo (Pdvsa, Informe anual 1983, p. 10).

En los noventa el objetivo de Pdvsa era el de convertirse en una “corporación global”. Para ello se diseñó el primer Plan de Inversiones que contemplaba un aumento significativo de la capacidad de producción y el desarrollo de otras áreas del negocio. Las palabras del presidente de ese entonces, Andrés Sosa Pietri, fueron: En concordancia con nuestra visión, la corporación se trazó un ambicioso programa de expansión y diversificación, que constituye su Plan a Mediano Plazo (1991-96). El Plan acentúa la diversificación de Petróleos de Venezuela en las áreas de petróleo, petroquímica, gas, carbón y bitúmenes y fortalece las bases esenciales en las que se sustenta el negocio petrolero (Pdvsa, Informe anual 1990, p. 8).

Los planes de inversión, conocidos también como planes estratégicos, se reeditaron año tras año, por lo que en el Plan 1994-2003 el objetivo volumétrico seguía siendo el de aumentar el potencial de producción (en este caso, a 4,6 millones de bpd (Pdvsa, febrero, 1995, Plan Corporativo 1995-2000)). Asimismo, a pesar de las dificultades en el mercado petrolero internacional a finales de los noventa, en el Plan de Negocios 2001-2006 se planteó un incremento de la producción en 1,3 millones de bpd adicionales, lo cual implicaba un redimensionamiento del crecimiento, pero manteniendo los lineamientos de expansión. En relación con la estrategia de precios, se encontró que los documentos de Pdvsa favorecían el establecimiento de precios competitivos, es decir, de precios resultantes de la interacción entre la oferta y la demanda. Como consecuencia, los programas destinados a aumentar la capacidad de producción, en la mayoría de los casos, contrataron con la política de la OPEP de administrar su suministro en función del comportamiento de la demanda mundial y de la oferta de los países no OPEP. Una excepción a las diferencias entre la industria y la OPEP fue el cambio de estrategia de Pdvsa en los años 1983-1984, en los cuales la industria petrolera nacional manifestó explícitamente su adhesión a la estrategia de defensa de los precios. La relación de Pdvsa con los capitales extranjeros se calificó como proclive a promover su participación, por cuanto la industria siempre buscó establecer

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asociaciones con empresas foráneas. En este sentido, las estrategias de internacionalización de los años ochenta y la apertura petrolera de los años noventa fueron las etapas en las que se llevaron a cabo los negocios más importantes entre ambos actores. La primera etapa de internacionalización la definió el ex presidente Juan Chacín en el año 1987 como una “…estrategia dirigida a integrar el negocio desde la producción al consumidor final y a propiciar la estabilidad del mercado mediante la conciliación de intereses de productores y consumidores reduciendo los riesgos para unos y otros” (Pdvsa, Informe anual 1987, p. 9). En el marco de esta estrategia, se adquirieron 14 refinerías en el exterior entre 1983 y 1997. Si bien la mayoría de estas refinerías son actualmente propiedad exclusiva de Pdvsa a través de filiales externas, muchas de ellas comenzaron con una participación igual o menor al 50%, tal como es el caso de Citgo en Estados Unidos. En cuanto al proceso de apertura petrolera, su presidente Luis Giusti expresó lo siguiente: “El año 1993 es el año de la materialización de la política de apertura al sector privado nacional y extranjero” (Pdvsa, Informe anual 1993, p. 6). Sin embargo, ya desde el año 1991 se menciona esta estrategia en los mensajes de los presidentes. Con la apertura petrolera se realizaron los convenios operativos y asociaciones estratégicas de la faja. Los convenios operativos (figura contemplada en el artículo 5° de la Ley de la Nacionalización) se crearon para explotar campos marginales, los cuales fueron adjudicados mediante tres rondas (I en el año 1992, II en el año 1993 y III en 1997). En definitiva, se firmaron 32 convenios que abarcaban a 22 operadoras nacionales e internacionales. Dentro de las empresas foráneas se encontraban BP, Chevron Texaco, Shell, Petrobras, Repsol y Total22. Las asociaciones estratégicas se crearon para el desarrollo y mejoramiento de los crudos de la Faja de Orinoco. Se firmaron, finalmente, cuatro asociaciones: la primera con la empresa extranjera Conoco (que creó la empresa Petrozuata), la segunda con Total-Statoil-Norsk Hydro (que creó el consorcio Sincor), la tercera con Mobil-Veba (correspondiente a la empresa Cerro Negro) y la última asociación, con las empresas extranjeras Arco-Phillips-Texaco (que dio origen a la empresa Ameriven) (Pdvsa, Informe anual 1997, p. xxiii). En cuanto a la categoría de política de las reservas petroleras de crudo, se consideró que el período de exploración intensiva abarca desde el año 1976 hasta el año 1984. El período siguiente, entre 1985 y 2003, fue definido como de exploración de mantenimiento.

Pdvsa y Ministerio de Energía y Minas, marzo 2006, Empresas mixtas al servicio del pueblo (p. 26), Gerencia Corporativa de Asuntos Públicos de Pdvsa. 22

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La anterior visión de la industria es avalada por la continuidad a lo largo del tiempo del discurso de los presidentes de Pdvsa, el cual contiene elementos relativos a la estrategia de crecimiento y consolidación de la industria. Esta continuidad se verifica con los resultados del indicador cualitativo que mide el grado de cohesión discursiva de los presidentes de Pdvsa (ver cuadro 3 y gráfico 1). Estos resultados se pueden resumir como: • En 20 de los 26 informes se encuentran presentes por lo menos cinco de los 10 elementos discursivos seleccionados. • El elemento que más se repite en el tiempo es el del incentivo y reconocimiento al personal. • Otros dos elementos de muy frecuente aparición son los relacionados con la estrategia de la corporación de vender productos refinados y no petróleo crudo, así como la disposición de Pdvsa a asociarse con capitales extranjeros. • La frase de proveedor confiable y seguro es usada por seis de los diez presidentes y está presente, tanto en el discurso del primer presidente (Rafael A. Ravard) como del último analizado (Alí Rodríguez). • Bajo la presidencia de Luis Giusti (1993-1997) se alcanza el máximo valor del indicador (de 0,9). • Desde el año 1976 hasta el año 1997 los presidentes expresaron, por lo menos en uno de sus varios informes, la disposición de aumentar la producción y la capacidad de producción en el mediano y largo plazo. Indicador de coincidencia entre la intencionalidad de la política del Ejecutivo Nacional y Pdvsa Del estudio de los indicadores de intencionalidad del Ejecutivo Nacional y Pdvsa se desprende que existieron cambios en las visiones sobre el diseño de la política petrolera por parte de estos actores a lo largo de los años analizados. Con la construcción del indicador de coincidencia se intenta apreciar si estos cambios fueron coincidentes en el Ejecutivo y la industria, y en cuáles aspectos de la política se producen dichas diferencias. A continuación se presentan de forma resumida los resultados que arroja el indicador de coincidencia (para detalles, ver cuadro 4 y gráfico 2): • En el período comprendido entre el año 1976 y 1982 el indicador registra porcentajes bajos (inferiores al 35%), lo cual apunta a una baja coincidencia en la intencionalidad de la política petrolera entre el Ejecutivo y Pdvsa.

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• En el período 1983-2000 el indicador presenta valores del 50% para los primeros tres años, para luego aumentar progresivamente hasta 100%23. • En el período 2001-2003 el indicador arroja porcentajes de coincidencia menores al 20%, indicando que Pdvsa y el Ejecutivo se vuelven a desalinear. • Haciendo una comparación de los diferentes aspectos a lo largo del tiempo, se tiene que la estrategia de exploración de reservas petroleras es el aspecto de mayor coincidencia, en tanto que la posición con relación al capital extranjero es la categoría con mayores diferencias.

Algunos aspectos del proceso de formulación de la política petrolera venezolana Una vez establecidos los períodos en los cuales la coincidencia del indicador de intencionalidad de la política petrolera fue baja o alta, es importante entender los factores que determinaron estos resultados a partir del análisis del discurso de los actores, las condiciones históricas y el marco legal existente. Es precisamente esta descripción del proceso de interacción estratégica de los actores que intervienen en el diseño de la política petrolera y los incentivos que enfrentan lo que se define como el proceso de formulación de la política. En esta sección se describen los aspectos más generales, partiendo de la premisa que la relación entre Ejecutivo Nacional y Pdvsa es fundamentalmente una relación entre principal y agente. En los años posteriores a la nacionalización, durante el período 1976-1982, el grado de coincidencia en la intencionalidad de la política entre el Ejecutivo Nacional y la industria es relativamente bajo, fundamentalmente debido a la existencia de dos visiones encontradas. El discurso de la política petrolera del Ejecutivo se desarrolla en torno a una explotación conservacionista del recurso y una estrategia de defensa de precios apegada a los postulados de la OPEP. Esta postura es justificada por el bajo nivel de las reservas de crudo y la drástica reducción de la capacidad de producción sufrida antes de la nacionalización. Después de la nacionalización, cuando el Ejecutivo asume la responsabilidad de desarrollar el negocio petrolero, se plantea resolver estos problemas realizando pequeños crecimientos en la producción, exploración intensiva de reservas y reposición del acervo de capital petrolero.

Es importante señalar que el indicador de coincidencia para los años 1999 y 2000 no refleja el estado real de las relaciones entre el Ejecutivo Nacional y Pdvsa, debido a que la visión del Ejecutivo en estos años sólo se recoge a partir del año 2001 con la publicación del Plan de la Nación por parte del presidente Hugo Chávez. La descripción de las relaciones entre el Ejecutivo y Pdvsa para estos años se describe con más detalle en la siguiente sección. 23

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Por el contrario, en el caso de Pdvsa, al realizarse una planificación de las estrategias en el mediano y largo plazo, se establecen objetivos volumétricos, de precios y apoyo a la OPEP cónsonos con la expansión del negocio petrolero. Esto también es consistente con la posición de promover al capital extranjero, como una forma más para apalancar el desarrollo del negocio. A pesar de lo antagónico de las visiones del negocio petrolero, se podría presumir que durante este período el Ejecutivo Nacional establece el diseño de los lineamientos de la política petrolera, los cuales son acatados por Pdvsa debido, en parte, a las limitaciones concretas para expandir el negocio en forma sostenida: los bajos niveles del acervo de capital y reservas de crudos heredados del proceso de las compañías transnacionales24. Sin embargo, la industria comienza a desarrollar su propia visión del negocio petrolero, la cual no se traduce en acciones económicas concretas debido, entre otras razones, a la falta de apoyo político. Desde 1983 hasta 2000 la coincidencia de ambos actores pareciera ser relativamente alta (mayor a 50%). No obstante, existieron circunstancias cambiantes que son importantes señalar. En una primera fase (en los años 1983-1984) la coincidencia entre las políticas mejora debido a que la difícil situación del mercado petrolero hace que Pdvsa comparta con el Ejecutivo la idea de defender los precios y explicite su apoyo a la OPEP en la reducción de las cuotas de mercado. A partir del año 1985, con la aparición del VII Plan de la Nación (1985-1988), el Ejecutivo Nacional se alinea con la visión de desarrollo del negocio de la industria, aumentando el porcentaje de coincidencia a 63% en promedio. Sin embargo, todavía no aparece claramente una disposición a promover la inversión extranjera y desarrollar intensivamente el sector petrolero. Es con la vigencia de los planes siguientes (VIII y IX), con el gobierno de Carlos Andrés Pérez y en especial el de Rafael Caldera, que el Ejecutivo Nacional cohesiona su visión con la prevaleciente en la industria, llevando el indicador a un máximo de 100%. La alineación entre el Ejecutivo y Pdvsa pareciera ocurrir a partir de un proceso político de negociación (lobbying) llevado a cabo por Pdvsa, para posicionarse como líder en el establecimiento de los lineamientos de la estrategia petrolera nacional. Este poder político de facto se va haciendo más efectivo en la medida en que crece la presencia de Pdvsa en el ámbito internacional25. Esta apreciación De hecho, el esfuerzo exploratorio llevado a cabo en los primeros diez años de la nacionalización, se cristalizó en el año 1986 con la adición de 26.195 millones de barriles. Ello permitió elevar las reservas a 55.521 millones de barriles, equivalentes a 84,8 años de duración. 24

Esta tesis sigue muy de cerca la planteada por Mommer (2003), la cual expresa el poder ejercido por Pdvsa en la toma de decisiones sobre la política petrolera. 25

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se puede inferir a partir de la forma como la industria describe sus vínculos con el Ejecutivo a través de diversas frases encontradas en los informes anuales. En el año 1977, la forma como el general Rafael Alfonzo Ravard se expresa, señala una relación de poder en la que la empresa es principalmente seguidora de los lineamientos del Ejecutivo Nacional: Petróleos de Venezuela participa en la definición de la política petrolera establecida por el Ejecutivo Nacional, mediante su continua y oportuna relación con el Ministerio de Energía y Minas y orienta su acción al estricto cumplimiento de esta política que recibe anualmente bajo la formación de lineamientos, que constituyen la base de los programas y proyectos de sus filiales (p. 4).

Para el año 1980, todavía el general Rafael Alfonzo es el presidente de Pdvsa, pero ya pude apreciarse en sus palabras un mayor protagonismo de la empresa en la definición de las estrategias a seguir: La planificación participativa permite el acceso continuo a los centros de decisión que nos afectan, y queremos dejar constancia de la forma franca con la que hemos actuado y a la receptividad encontrada en los organismos gubernamentales que nos corresponden, en especial con el Ministerio de Energía y Minas, lo que ha permitido un flujo de información que garantiza que los lineamientos de política que recibimos corresponden a las necesidades de la industria y que sean de posible ejecución en los plazos y con los medios de que se dispone (p. 9).

En el año 1990, bajo la presidencia de Andrés Sosa, se aprecia con claridad el liderazgo que ya ha adquirido Pdvsa en la toma de decisiones y el proceso de planificación: En concordancia con nuestra visión, la corporación se trazó un ambicioso programa de expansión y diversificación, que constituye su plan a mediano plazo (1991-96), aprobado en la Asamblea de Accionistas del 27 de diciembre próximo pasado (p. 8).

Las palabras del presidente Luis Giusti en los años 1995 y 1997 representan la máxima expresión del liderazgo y poder de facto de la industria en el diseño de la estrategia petrolera nacional: Alcanzar todas las metas y logros de la corporación en 1995, fue posible por la continuidad de los planes de la industria, los cuales son el producto del esfuerzo no sólo de quienes estamos en Petróleos de Venezuela sino también de la visión y madurez de las instituciones fundamentales que han venido apoyando cada vez más los proyectos que consolidan esta corporación. Esto ha sido posible porque se ha venido produciendo un cambio importante en el vínculo entre el petróleo y la sociedad venezolana y porque se reconoce, cada vez más, al petróleo y al sector petrolero como agentes activos de la economía, y como elementos fundamentales de la sociedad (p. 13).

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La orientación del Estado, a través del Ministerio de Energía y Minas, así como el respaldo del Congreso y demás instituciones fundamentales del país, permitieron a Petróleos de Venezuela implantar su Plan de Negocios y alcanzar los mejores resultados de su historia, fortalecer el posicionamiento de la Corporación en los mercados energéticos, profundizar los cambios organizacionales y de funcionamiento iniciados en los últimos años, apoyar en forma decisiva el proceso de desarrollo económico nacional y acentuar el proceso de integración del modelo petróleo-sociedad (p. 18).

El poder político de facto en el diseño de la política petrolera se expresa, también, en la materialización de algunos eventos concretos de carácter económico favorables a la industria. En el marco legal, Pdvsa logra la eliminación del valor fiscal de exportación, la reducción de la tasa de regalía e Impuesto sobre la Renta en las asociaciones estratégicas y la aplicación de deducciones por inflación, entre otros. Las anteriores modificaciones en el marco legal causaron que la proporción de recursos en manos de la industria se incrementara, de manera que la participación del Ejecutivo Nacional en los ingresos brutos pasara de 74,7% en el año 1976 a 29,7% en los noventa (ver gráfico 3). Desde un punto de vista económico, este deterioro de la participación fiscal responde también a la merma de las ganancias que ocasiona el aumento progresivo de los costos de operación de la industria en la medida en que se llevaba a cabo su proceso de expansión26. Desde el punto de vista de economía política, el deterioro de la participación fiscal es la expresión de la ganancia progresiva del poder de negociación de Pdvsa frente al Ejecutivo, el cual se abstiene de modificar el marco legal para obtener mayores beneficios fiscales y así permitir la reinversión de los ingresos en la expansión de la industria. Este comportamiento del Ejecutivo se podría entender como la respuesta racional a la promesa de Pdvsa de proveer ingresos fiscales futuros mayores en la medida en que se materialice la expansión del negocio. Al respecto, el presidente de Pdvsa, Luis Giusti, en su informe del año 1994 expresa: La eliminación gradual y definitiva del valor fiscal de exportación ha ido restaurando la capacidad financiera de Pdvsa, la cual garantiza una efectiva retribución al país en los años por venir, por la vía de una expansión sostenida de los ingresos de exportación, de los ingresos fiscales y de la actividad económica interna, tan necesaria en tiempos de contracción de nuestra economía (Pdvsa, Informe anual 1994, p. 13).

A pesar del pronunciado deterioro de los precios del petróleo en el período 1986-1998, los costos siguieron una trayectoria ascendente, explicada principalmente por el renglón costos de petróleo crudo, derivados y otros, que incluye las operaciones derivadas con las refinerías en el exterior. 26

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La tensión producida entre ambos actores a partir de la distribución de la renta también tuvo su expresión en el uso del poder formal (de jure) por parte del Ejecutivo Nacional para intentar aliviar la crisis externa ocurrida en 1982. A este respecto, el presidente de Pdvsa de ese entonces, el general Rafael Alfonso, describe: …hacia el fin del tercer trimestre de 1982, la industria petrolera fue objeto de una modificación sustancial en lo tocante a su principio operativo de autosuficiencia financiera. Efectivamente, el 27 de septiembre de 1982 el Ministerio de Hacienda, en representación del Ejecutivo Nacional, convino con el Banco Central de Venezuela la centralización de fondos en divisas de Petróleos de Venezuela en este instituto, en una catalogación de tales fondos bajo el concepto de Reservas Monetarias Internacionales de Venezuela, lo que significó para la industria petrolera un cambio de gran importancia en su estructura financiera. Posteriormente, el Ejecutivo determinó que una porción de la cuenta denominada en bolívares fuese destinada a la adquisición de bonos de la deuda pública a fin de proveer de liquidez al Tesoro Nacional (Pdvsa, Informe anual 1982, pp. 4-5).

Con el desplome de los precios del petróleo en 1998, parte de la tensión entre el Ejecutivo y Pdvsa se hace explícita. Por un lado, la falta de recursos fiscales llevó al Ejecutivo a convenir, alrededor de abril y junio de 1998, acuerdos de reducción de la producción con países de la OPEP y productores independientes como México. Por otro lado, Pdvsa, al encontrarse en plena fase de expansión de la producción, se mostró muy reticente a acatar los acuerdos, por lo que continuó haciendo negociaciones políticas para que no se redujera la producción de petróleo27. Con la llegada a la presidencia de la república de Hugo Chávez en 1999, se produce un cambio de la visión del negocio petrolero (Mommer, 2003; MoraContreras, 2004; Pagliacci y Portillo, 2006). El Ejecutivo Nacional afianzó su postura de defender los precios y obtener mayor participación en las ganancias del negocio. En esta dirección, con la Ley de Hidrocarburos del año 2001, el Ejecutivo buscó rescatar el control del Estado en las actividades aguas arriba del negocio y quitarle a Pdvsa el papel de coordinador de la actividad petrolera establecido en la Ley de 1975. De igual manera, para tratar de aumentar su injerencia en el manejo de la industria, durante el período 1999-2001 el Ejecutivo Nacional tuvo que recurrir a la designación de cuatro presidentes de Pdvsa en tres años, rompiéndose así la estabilidad de los veintidós años anteriores en lo cuales sólo existieron sies presidentes. A pesar de los cambios en la presidencia de Pdvsa, la empresa no abandonó sus planes de expansión, los cuales fueron

Mommer (2003:178) expresa que “Pdvsa había estado presumiendo públicamente de que nunca más recortaría ni un solo barril de producción”. 27

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redimensionados en espera de llevarlos a cabo en tanto el entorno internacional fuera más favorable. En este contexto las tensiones entre ambos actores fueron en aumento. En febrero de 2002 el Presidente de la república designó una nueva junta directiva para la industria, la cual estuvo conformada por personas que tradicionalmente habían abogado por incrementar el control del negocio petrolero por parte del Ejecutivo y la participación del fisco en las ganancias. Lo anterior desató la primera ruptura explícita entre ambos actores y condujo la incorporación de Pdvsa al paro general convocado por los representantes sindicales e empresariales del país en abril de ese mismo año. Las tensiones entre el Ejecutivo y la industria se mantuvieron latentes hasta el mes de diciembre, por lo que Pdvsa se unió nuevamente a una huelga general de 62 días. Esta paralización de las actividades petroleras tuvo tremendas consecuencias para las relaciones entre Gobierno e industria. En particular, se produce el despido de una parte importante del personal de la industria, lo que representó la ruptura formal del contrato implícito de delegación que había existido entre el Ejecutivo Nacional y la burocracia especializada de Pdvsa desde la nacionalización. En el mes de noviembre de 2004 se lleva a cabo la designación del ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, como presidente de Pdvsa. Con esta decisión quedan bajo una misma dirección la función de formulación y ejecución de la política petrolera, por lo que se rompe definitivamente la delegación de atribuciones del Ejecutivo hacia la industria y se profundiza el control ejercido por el Ejecutivo. Con este cambio también se modifica significativamente el rol de la empresa, ya que además de desempeñarse en su ámbito mercantil, Pdvsa pasa a ser un ente responsable de promover el desarrollo del país, para lo cual realiza aportes monetarios directos a proyectos sociales del Gobierno. En palabras del propio Rafael Ramírez: La nueva Pdvsa es un instrumento al servicio del pueblo, al servicio del Estado revolucionario. No nos cabe duda que se convertirá en un motor fundamental para la construcción de la sociedad plena y justa que todos queremos, para la construcción del socialismo28.

Esta nueva definición del rol de la industria petrolera pareciera sustentarse en los cambios de legislación que se realizaron en los años 1999 y 2001, en la Constitución Nacional y la Ley Orgánica de Hidrocarburos, respectivamente. En la Constitución Nacional se estableció que el ingreso generado por la actividad

Petrocuba, Entorno nacional, presentación del Plan de Pdvsa por parte del ministro del Menpet y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez. 28

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petrolera debe ser usado para financiar proyectos de inversión productiva, salud y educación (Art. 311). Esos preceptos fueron reforzados en la Ley Orgánica de Hidrocarburos, donde además se contempló la formación de fondos de estabilización macroeconómica (Art. 5). Según Parra (2005), estas modificaciones en el marco legal definieron un cambio estructural importante en la distribución del ingreso petrolero nacional. Después del cambio en la concepción de la industria petrolera, es sólo hasta el año 2005 cuando se presenta formalmente la visión del negocio petrolero en el Plan Siembra Petrolera 2006-2012, el cual fue presentado por el Ejecutivo Nacional en la figura del Presidente de la república. Curiosamente, este plan propone la misma orientación que el Plan de Apertura Petrolera de los años noventa: altos volúmenes de inversiones para lograr una elevada expansión de la producción de crudos y de las actividades aguas abajo (refinación, gas, petroquímica, entre otros)29. Lo anterior se acompaña con un aumento esperado de la producción en 2,5 millones de bpd (desde 3,3 millones de bpd en 2005 a 5,8 millones de bpd en 2012), y con la planificación de la construcción de refinerías que incrementen la capacidad de refinación en 800 mil bpd (desde 3,3 millones de bpd en 2005 a 4,1 millones de bpd en 2012). En la presentación del plan el Presidente de la república expresa lo siguiente: … es un Plan Estratégico no de Pdvsa, el Plan nace en Pdvsa, el Plan se genera en Pdvsa, pero es un Plan Nacional en el cual estamos comprometidos en cuerpo, nervio, alma y espíritu, en el gobierno nacional…30.

Tanto el Plan de la Nación en 2001, así como el Plan Siembra en 2005, fueron presentados por el presidente Hugo Chávez, pero representan dos perspectivas opuestas del negocio petrolero. En este sentido, cabe preguntarse cuáles fueron los elementos que generaron este cambio de visión, en lugar de observarse una reorientación de la política hacia una explotación más racional del petróleo, tal como se asomaba en el año 2001. El cambio de visión en el negocio petrolero pareciera explicarse fundamentalmente por la recuperación del control de la empresa petrolera a partir del año 2004. Antes del año 2004 el Ejecutivo Nacional no sólo delegaba formalmente a la burocracia en Pdvsa el manejo operativo del negocio petrolero, sino que además permitía a la industria participar activamente en el diseño de la política petrolera. En condiciones en las que la industria detentaba un importante poder 29 En el período 2005-2012 Pdvsa planea desembolsar 120.959 millones de dólares americanos, de los cuales 55.928 millones de dólares son inversiones y el resto gastos operativos. De estos desembolsos se espera que terceros tengan una participación de 23%.

Acto inaugural “Planes estratégicos de Pdvsa”, Hotel Caracas Hilton, 18 de agosto de 2005. Plan Siembra Petrolera 2006-2012. 30

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político, expresado también como la capacidad de reinvertir los ingresos petroleros en la expansión de la industria, cualquier intención por parte del Ejecutivo de incrementar la participación de los ingresos fiscales debía reflejarse en una política de defensa de precios, en especial si la coyuntura internacional era favorable. Este comportamiento aseguraba un incremento de los ingresos fiscales en el corto plazo y, por tanto, del poder económico detentado por el principal. A partir del año 2004, cuando el principal asume directamente el diseño de la política petrolera, también genera implícitamente un nuevo contrato de delegación con un nuevo agente (otra burocracia especializada), a la que le otorga menos discrecionalidad. Esta recuperación del control y fiscalización por parte del principal cambia también los incentivos a los que se somete y, por tanto, modifican la orientación de la política petrolera. Cuando el Ejecutivo ejerce un mayor control sobre la industria, los incentivos son a expandirla para incrementar el poder económico y político que se derivan con el manejo de crecientes niveles de producción e ingresos. Esto ocurre porque sólo el crecimiento sostenido del negocio petrolero en el largo plazo asegura la maximización de ingresos ante cualquier escenario de precios petroleros. Sin embargo, al contar con la total discreción sobre los recursos petroleros, el problema que surge al interno del Ejecutivo es el de escoger la estrategia de distribución de la renta petrolera que permita la reconciliación del objetivo de largo plazo con otros objetivos más inmediatos. Es decir, siendo el Gobierno un actor que detenta poder político, parcialmente a partir de la asignación de renta petrolera a otros agentes o actores políticos, en el corto plazo pueden no existir los incentivos a realizar las inversiones petroleras consistentes con el objetivo de largo plazo. Esta especie de disonancia cognitiva o inconsistencia de objetivos hace necesario el planteamiento de mecanismos de compromiso sobre los desembolsos a dedicar a la industria o al replanteamiento de la relación entre principal y agente, de manera que se asegure el crecimiento del negocio petrolero en el largo plazo, sin que ello menoscabe la capacidad de dirección y monitoreo por parte del principal. Sin embargo, la comprensión a cabalidad de este problema requiere de un mayor estudio que va más allá del objetivo planteado en esta investigación.

Conclusiones Con la nacionalización, formalmente las relaciones entre Gobierno y la industria estuvieron caracterizadas por el siguiente marco legal: el Ejecutivo tenía como función diseñar la política e inspeccionar y fiscalizar las actividades petroleras. La industria, representada por las empresas del Estado, tenía la función de llevar a cabo todas las actividades relacionadas con la explotación del petróleo.

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El estudio de la orientación de la política petrolera en los años posteriores a la nacionalización muestra dos enfoques diversos en cuanto a cómo desarrollar el negocio petrolero. Por un lado, el discurso del Ejecutivo se centró hacia una explotación conservacionista del recurso y una estrategia de defensa de precios en el marco de la OPEP. Esta orientación fue muy influenciada por el bajo nivel de reservas de crudo y la drástica reducción de la capacidad de producción. En el caso de Pdvsa, al establecerse horizontes de planificación de mediano y largo plazo se privilegiaron en el diseño una estrategia volumétrica de precios competitivos y apoyo condicionado a la OPEP, cónsonos con la expansión sostenida del negocio petrolero. Durante el período 1983-1998 se observó una creciente coincidencia entre los lineamientos del Ejecutivo y Pdvsa que se explica por el posicionamiento de Pdvsa como líder en el establecimiento de los lineamientos de la estrategia petrolera nacional. Con ese liderazgo Pdvsa obtiene algunas prerrogativas en materia legal y fiscal que le permiten expandir la industria en las décadas de los ochenta y noventa a expensas de un deterioro en los ingresos fiscales del Ejecutivo. En la práctica, esto significó que el diseño de la política petrolera se desplazara progresivamente desde el Ejecutivo hacia Pdvsa. La drástica reducción de los precios del petróleo en 1998 y el cambio de autoridades en el Ejecutivo en 1999, pusieron de manifiesto nuevamente las diferencias en la intencionalidad de la política. La tensión en la relación entre los dos actores fue en aumento con el cambio de estrategia de la política petrolera (desde volumétrica a defensa de los precios) y las modificaciones en la legislación en el año 2001 (Ley de Hidrocarburos), las cuales buscaron restar influencia a Pdvsa en el negocio petrolero y reforzar las actividades de fiscalización y supervisión por parte del Ejecutivo. Con el despido de la mayor parte de la burocracia especializada de Pdvsa en 2003, y la designación como Presidente de Pdvsa al Ministro de Energía y Petróleo en el año 2004, el Ejecutivo Nacional rompe formalmente el contrato implícito de delegación que había existido entre el Ejecutivo y Pdvsa desde la nacionalización y retoma el control de la industria, al quedar bajo una misma figura la función de formulación y ejecución de la política petrolera. En el año 2005, con la presentación del Plan “Siembra Petrolera 2006-2012” por parte del Ejecutivo Nacional, se aprecia un cambio en su visión de desarrollo del negocio petrolero que apunta a expandir la industria en el mediano plazo. Este cambio de visión pareciera responder al mayor poder político y económico que se deriva de la expansión y el control del negocio. Sin embargo, este objetivo de largo plazo podría estar en conflicto con otros objetivos de corto plazo del Gobierno.

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1

1

1

3

4

5

*La vigencia de los planes de la nación fue establecida de la siguiente manera: el inicio en función del año de su presentación; el final está supeditado a la presentación de un nuevo plan que lo sustituya. Los nombres de los presidentes constituyen una referencia de la persona que presenta el plan, por lo que las fechas señaladas no necesariamente coinciden con sus períodos de gestión. Fuente: Planes de la nación y cálculos propios.

N° de cambios respecto al plan anterior

Planes de la nación I II III IV V VI VII VIII IX X N° de (1960-1962) (1963-1964) (1965-1969) (1970-1975) (1976-1980) (1981-1984) (1985-1988) (1989-1994) (1995-2000) (2001-2007) cambios Intencionalidad de la política Betancourt Betancourt Leoni Caldera I Pérez I Herrera Lusinchi Pérez II Caldera II Chavéz por aspecto Estrategia volumétrica: a- Conservacionista a a a b- Crecimiento moderado b b b b b 4 c- Expansión significativa c c Estrategia de precios: a- Defensa de precios a a a a a a a b- Precios competitivos b b b 2 Posición frente a la OPEP: a- Apoyo explícito a a a a a a a b- Apoyo condicionado b b b 2 Estrategia de exploración de las reservas: a- Exploración intensiva a a a a a b- Exploración de mantenimiento b b b b b 2 Posición con relación al capital extranjero: a- Promueve la participación a a b- Participación mixta con control estatal b 2 c- Evita la participación c c c c c c c Intención de desarrollar el sector petrolero: a- Alta a a b- Media b b b b b b 3 c- Baja c c

Cuadro 1 Intencionalidad de la política petrolera del Ejecutivo Nacional*

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Anexo

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

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Cuadro 2 Intencionalidad de la política petrolera de Pdvsa

Informes anuales 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 Intencionalidad de la política

Estrategia volumétrica: a- Conservacionista b- Crecimiento moderado b b b b b b b b b b b c- Expansión significativa

Estrategia de precios: a- Defensa de precios a a b- Precios competitivos b b b b b b b b b

Posición frente a la OPEP: a- Apoyo explícito a a a b- Apoyo condicionado b b b b b b b b

Estrategia de exploración de las reservas: a- Exploración intensiva a a a a a a a a a a a b- Exploración de mantenimiento

Posición con relación al capital extranjero: a- Promueve la participación a a a a a a a a a a a b- Participación mixta con control estatal c- Evita la participación

Intención de desarrollar el sector petrolero: a- Alta a a a a a a a a a a b- Media b c- Baja N° de cambios repecto al año anterior

1

Fuente: Informes anuales de Pdvsa y cálculos propios.

2

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1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 N° de cambios por aspecto

b b b c c c c c c c c c c c c c c

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b b b b b b b b b b b b b b b b b

2

b b b b b b b b b b b b b b b b b

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a a a a a a a a b b b b b b b b b

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a a a a a a a a a a a a a a a a a

a a a a a a a a a a a a a a a a a 0

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Cuadro 3 Indicador de adhesión discursiva de los presidentes de Pdvsa

Rafael Ravard

Brígido Natera

Elemento discursivo

1976

Ser proveedor confiable y seguro

1977 1978 1979

1980 1981 1982

1

Aumentar la capacidad y la producción en el LP

1

1983 1984

1985

1

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1

Realizar una gestión eficiente (reducción de costos)

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Intensificar la refinación

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1

Se califica la participación fiscal como alta

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1

Promover la asociación con capital extranjero

1

Diversificar los mercados

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Defender el principio de autonomía financiera

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1

Convertirse en una corporación energética mundial de primer orden Incentivar y reconocer al personal

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1

Indicador de cohesión

0,5

0,5

0,4

0,5

0,7

0,7

0,3

0,3

0,6

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Fuente: Informes anuales de Pdvsa.

Cuadro 4 Indicador de coincidencia en la intencionalidad de la política petrolera

Informes anuales 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 Estrategia volumétrica

1

1

Estrategia de precios

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1

1

1

Posición frente a la OPEP

1

1

1

Estrategia de exploración de las reservas

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

Posición con relación al capital extranjero

Intención de desarrollar el sector petrolero Indicador de coincidencia

1 0,33

0,7 0,17 0,17 0,17 0,17

0,17 0,50 0,50 0,50 0,67

Fuente: Planes de la nación, Informes anuales de Pdvsa y cálculos propios.

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143

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993

1994 1995 1996 1997

Alí Rodríguez

Guaicaipuro Lameda

Héctor Ciavaldini

Roberto Mandini

Luis Giusti

Andrés Sosa

Juan Chacín 1986

Gustavo Roosen

1998 1999 2000 2001

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0,5

0,5

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0,7

0,7

0,6

0,8

0,5

0,9

0,8

0,4

0,5

0,7

0,5

0,2

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 N° de cambios por aspecto 1

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0,54

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0,61

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0,79

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0,43

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1

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1

1

0,46

0,67 0,67

0,67 0,83 0,83 0,83 0,83 0,83 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00 0,17 0,17 0,17

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Gráfico 1 Indicador de adhesión discursiva de los presidentes de Pdvsa 1– 0,9 – 0,8 – 0,7 – 0,6 – 0,5 – 0,4 – 0,3 – 0,2 – 0,1 – – 1976 – x – x – 1979 – 1980 – 1981 – 1982 – 1983 – 1984 – 1985 – 1986 – 1987 – 1988 – x – x – 1991 – x – x – 1994 – x – x – 1997 – x – x – 2000 –

0–

Fuente: Cálculos propios.

Gráfico 2 Indicador de coincidencia entre el Ejecutivo Nacional y Pdvsa 1– 0,9 – 0,8 – 0,7 – 0,6 – 0,5 – 0,4 – 0,3 – 0,2 – 0,1 – – 1976 – x – x – 1979 – 1980 – 1981 – 1982 – 1983 – 1984 – 1985 – 1986 – 1987 – 1988 – x – x – 1991 – x – x – 1994 – x – x – 1997 – x – x – 2000 – x – x – 2003 –

0–

Fuente: Cálculos propios.

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Gráfico 3 Participación de los ingresos fiscales* en los ingresos totales % 80 – 74,7 70 – 60 –

62,5

60,9

50 – 40 – 30 – 20 –

31,6 24,1 19,0

10 – – 1976 – x – 1978 – x – 19800 – x – 1982 – x – 1984 – x – 1986 – x – 1988 – x – 1990 – x – 1992 – x – 1994 – x – 1996 – x – 1998 – x – 2000 – x – 2002 – x – 2004 –

0–

* Incluyen: Impuesto sobre la Renta, regalías y dividendos. Fuente: Menpet y Pdvsa.

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 147-165 • ISSN: 0005-4720

Métodos bayesianos para la predicción de variables macroeconómicas en Venezuela

Barráez Bolívar Cartaya Daniel Barráez*

Wendy Bolívar**

Virginia Cartaya***

Resumen En este trabajo se evalúa el uso de métodos bayesianos en el modelaje y predicción de variables macroeconómicas en Venezuela, mediante un estudio comparativo de dos modelos VAR bayesianos (BVAR): el de densidades a priori de Minnesota y el del muestreador de Gibbs. Se realizan predicciones de variables objetivas de la política económica: PIB, inflación y demanda de dinero. Se compara el desempeño predictivo en diferentes horizontes de tiempo, de los dos modelos bayesianos con un VAR tradicional estimado sólo a partir de la información muestral por medio del error medio cuadrático y el coeficiente U de Theil. Los resultados obtenidos muestran que el desempeño predictivo de los BVAR, en sus dos modalidades de estimación, es superior a los VAR tradicionales. Palabras clave: BVAR / Prior de Minnesota / Muestreador de Gibbs Código JEL: C11, C53, E27

* Licenciado y PhD en Matemáticas, Universidad Central de Venezuela (UCV). Profesor de la Escuela de Matemática, Facultad de Ciencias, UCV. Estudios posdoctorales, Universidad de París XI. Investigador senior de Economía, Oficina de Investigaciones Económicas del BCV. Correo electrónico: [emailprotected]. ** Licenciada en Matemáticas y en Educación mención Matemáticas. Magíster en Modelos Aleatorios, Universidad Central de Venezuela (UCV). Analista Económico, Departamento de Modelos Económicos, Banco Central de Venezuela. Correo electrónico: [emailprotected]. *** Economista, Universidad Central de Venezuela (UCV). Postgrado en Política Económica, Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Candidata a PhD en Economía Cuantitativa, Universidad Complutense de Madrid. Especialista Económico II, Departamento de Modelos Económicos, Banco Central de Venezuela. Correo electrónico: [emailprotected].

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Abstract In this paper, we evaluate the use of Bayesian methods modeling and predicting Venezuelan macroeconomic variables, by comparing both VAR bayesian models (BVAR): the first one is estimated just considering the Minnesota prior and the second one by simulating the mean a posteriori via Gibbs Sampling. The main objective is to make predictions on the variables goals: GDP, inflation and demand of money. We compare the predictive performance, throughout different periods of time, between the standard models (VAR) and the Bayesians (BVAR), using mean square error and U Theil. The results suggest that bayesian models predictive performance is much better than VAR models. Key words: BVAR / Minnesota prior / Gibbs sampling JEL code: C11; C53; E27

Resumo Neste documento, avaliamos o uso de métodos Bayesianos para a modelagem e predição de variáveis macroeconômicas, realizando uma comparação entre dois modelos bayesianos VAR (BVAR): o primeiro se estima só considerando o Minnesota prior e o segundo simulando a média a posteriori via Gibbs Sampling. O principal objetivo é fazer predições sobre metas variáveis: PIB, inflação e demanda de dinheiro. Comparamos o desempenho preditivo, ao longo de diferentes períodos de tempo, ente os modelos gerais (VAR) e os Bayesianos (BVAR), através do erro meio quadrático e o coeficiente U Theil. Os resultados sugerem que o desempenho preditivo dos BVAR, em suas duas modalidades de estimação, é superior aos VAR tradicionais. Palavras chave: BVAR / Minnesota prior / Gibbs sampling Código JEL: C11; C53; E27

Résumé Ce travail évalue l’usage des méthodes bayésiennes dans le modelage et la prédiction de variables macroéconomiques au Venezuela par le biais d’un étude comparatif de deux modèles VAR bayésiens (BVAR) –l’étude des densités à priori de Minnesota et l’étude d’échantillonnage de Gibbs. Des prédictions de variables objectives de la politique économique comme le PIB, inflation et la demande d’argent ont été développés. L’exercice prédictif a été aussi comparé dans des différents horizons de temps des deux modèles bayésiens avec un VAR traditionnel estimé seulement à partir de l’information de l’échantillon

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à partir de l’erreur moyenne quadratique et le coefficient U de Theil. Les résultats obtenus montrent que l’exercice prédictif des BVAR, dans ses deux modalités d’estimation, est supérieur aux VAR traditionnels. Mots clés: BVAR / A priori de Minnesota / Échantillonnage de Gibbs Code JEL: C11; C53; E27

Introducción La estadística bayesiana ha cobrado una notable importancia en el modelaje econométrico. En la actualidad sus técnicas son amplia y exitosamente utilizadas para la estimación de una gran variedad de modelos: regresión lineal y no lineal, representación en espacio de estados (ver Koop, 2003), vectores autorregresivos (VAR) (ver, por ejemplo, Litterman, 1985), VAR estructurales (Sims y Zha, 1998), VAR estructurales con cambios de régimen (Zha, 2005) y modelos estocásticos de equilibrio general (Adolfson, Laseén, Lindé y Villani, 2007; Fernández-Villaverde y Rubio Ramírez, 2004), entre otros. Se ha desarrollado una intensa actividad de investigación en torno al uso de VAR bayesianos para el análisis de política económica (ver Brandt y Freeman, 2005; Ciccarelli y Rebucci, 2003). Los métodos bayesianos han permitido, también, desarrollar técnicas de estimación de modelos de equilibrio general estocásticos (sustituyendo los métodos de calibración), con lo cual estos modelos han ganado confiabilidad como herramientas para el análisis y diseño de políticas económicas. Desde la obra pionera de Zellner (1971) sobre inferencia bayesiana en economía, la econometría bayesiana se ha desarrollado como una activa e intensa área de investigación y es hoy en día una herramienta de uso estándar en las instituciones que diseñan y evalúan políticas económicas. Su desarrollo ha dado lugar a una amplia literatura, que abarca trabajos de investigación y textos especializados, como de los Poirier (1995), Koop (2003), Bauwens, Lubrano y Richard (2003), y más recientemente Greenberg (2008). El interés de los métodos bayesianos radica básicamente en la posibilidad de incorporar conocimiento previo extramuestral en la estimación de los modelos. En la estadística no bayesiana o frecuentista, una vez definida la estructura del modelo y el criterio de estimación, el proceso de estimación se efectúa utilizando sólo la información muestral. Usualmente, el econometrista posee información extramuestral acerca de los parámetros que desea estimar, proveniente bien sea de su experiencia en el modelaje econométrico o de la teoría económica. La estadística bayesiana, al considerar los parámetros del modelo como variables aleatorias, permite incorporar en la densidad a priori esa información extramuestral que se posee sobre los parámetros, logrando así un proceso de estimación

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más rico en información, que combina en un mismo modelo ambos tipos de información: la muestral y la extramuestral. Litterman (1985) introdujo el uso de métodos bayesianos en la estimación de vectores autorregresivos como una alternativa al problema de sobreparametrización propio de los VAR. Estos modelos se han denominado vectores autorregresivos bayesianos (BVAR, por su acrónimo en inglés). Desde entonces se ha desarrollado una importante actividad de investigación en torno a los modelos BVAR. Entre estos trabajos destacan el modelo BVAR con coeficientes variables en el tiempo de Doan, Litterman y Sims (1986), el modelo BVAR estructural de Sims y Zha (1998), el uso de métodos numéricos por parte de Kadiyala y Karlsson (1993; 1997) y los métodos Monte Carlo de Cadenas de Markov (usualmente referidos en la literatura por sus siglas en inglés MCMC Monte Carlo Markov Chain) (ver Lesage, 2005). Entre las referencias más recientes se tienen: para España, Ballabriga (1998) presenta un modelo macroeconómico BVAR, que se ha usado en el Banco de España para la proyección y simulación de las principales magnitudes de la economía española, sirviendo este modelo como instrumento de apoyo en la toma de decisiones de política económica; para Latinoamérica, el trabajo de Llosa, Tuesta y Vega (2005), quienes realizan proyecciones de la inflación y el producto interno bruto para la economía peruana, mediante un modelo BVAR estimado que toma la Prior de Minnesota considerando un régimen de metas de inflación. El objetivo de este trabajo es introducir y evaluar el uso de modelos BVAR para la predicción de variables macroeconómicas en la economía venezolana, considerando variables objetivo de la política económica: inflación, producto interno bruto y demanda de dinero. Se realizará una comparación del desempeño predictivo de modelos frecuentistas y bayesianos. La estimación de los modelos se realiza por tres tipos de técnicas: un VAR mediante mínimos cuadrados, un BVAR con la Prior de Minnesota y un BVAR con la Prior de Minnesota, cuyas densidades a posteriori son simuladas por el muestreador de Gibbs. Se realizan proyecciones para estas variables y se compara el rendimiento predictivo de los modelos por medio del error medio cuadrático y el coeficiente U de Theil. Los resultados obtenidos de las proyecciones de estas variables favorecen el uso del enfoque bayesiano en la estimación de modelos macroeconómicos con fines predictivos para la economía venezolana. El artículo tiene la siguiente estructura: en la segunda sección se presenta una introducción al enfoque bayesiano de estimación; en la tercera sección se realiza la presentación metodológica de los dos modelos BVAR; en la cuarta sección se realiza el planteamiento del modelo empírico, se presenta el resultado de las proyecciones y se compara el rendimiento predictivo de los modelos; y en la quinta sección se presentan las conclusiones del trabajo.

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Enfoque bayesiano El enfoque bayesiano permite incorporar al proceso de estimación de los parámetros del modelo, información no contenida en la muestra mediante la fórmula de Bayes: Sea u el vector parámetros del modelo (una variable aleatoria) y X la muestra, entonces,

p(uX) = p(Xu)p(u) , p(X) k

Donde p(X) = j=1 Sp(X?uj )p(uj ) es una constante de normalización, p(X?u) es la densidad muestral o verosimilitud, p(u) es la densidad a priori de los parámetros, que contiene toda la información previa sobre u o independiente de los datos, y p(u?X) es la densidad a posteriori de los parámetros, dada la muestra. Como p(X) es una constante, una vez dada la muestra X suele obviarse, de tal manera que

p(u?X)`p(X?u)p(u)1

En esta expresión se puede observar que la densidad a posteriori es combinación de la densidad a priori y la información muestral expresada en la función de verosimilitud. Conocimiento previo En el enfoque frecuentista el vector de parámetros u se considera como una constante desconocida, mientras que en el enfoque bayesiano es una variable aleatoria y con una densidad p(u), y es justamente esta densidad a priori la que incorpora la información previa que se posee sobre los parámetros e introduce el factor incertidumbre en el modelo. Estimación La densidad a posteriori p(u?X) es una actualización del conocimiento del vector de parámetros u (información previa) luego de confrontar con los datos (información muestral). El enfoque bayesiano consiste en pasar de un conocimiento a priori sobre los parámetros p(u) a un conocimiento a posteriori p(u?X) mediante la muestra. De la densidad a posteriori p(u?X) se pueden obtener estimadores puntuales a posteriori de los parámetros. En el caso de que la densidad a posteriori p(u?X) tenga una estructura conocida, se puede calcular estimadores puntuales. El más utilizado es E[u?X] (la esperanza condicional del parámetro, dada la muestra). De lo contrario, si no es posible obtener una expresión para la densidad a

El símbolo ~ denota proporcionalidad o igualdad, salvo constante multiplicativa.

1

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152

posteriori, o incluso si la densidad es conocida pero no es posible calcular sus momentos, aún resulta posible construir estimadores puntuales de los parámetros e incluso estimadores de su densidad, mediante los métodos MCMC (ver Robert, 2001), que permiten obtener simulaciones de la densidad a posteriori. Los métodos MCMC más difundidos son el algoritmo de Metropolis-Hastings y el muestreador de Gibbs. Uno de los mayores atractivos del enfoque bayesiano es que no sólo permite obtener un estimador puntual de los parámetros del modelo, sino también una densidad que caracteriza dichos parámetros, la densidad a posteriori. No obstante, uno de los aspectos más controversiales de los métodos bayesianos es la selección de la información previa, es decir, la elección de la densidad a priori y sus parámetros.

Modelos BVAR En esta sección se presentan dos modelos de vectores autorregresivos (VAR) estimados bajo el enfoque bayesiano (BVAR; el primero introducido por Litterman (1985) y el segundo es una generalización introducida por Lesage, 2005). Para facilitar la comprensión de los BVAR se recordará al lector algunos aspectos básicos de los VAR frecuentistas. Vectores autorregresivos (VAR) Los vectores autorregresivos fueron introducidos por Sims (1980) y se han caracterizado por ser herramientas de gran utilidad en el modelaje de variables macroeconómicas a fin de realizar pronósticos y son una referencia estándar para el análisis de los shocks estructurales. Estos modelos son estimados a partir de la información muestral. En su formulación más básica, un VAR de orden p tiene la siguiente representación:

yt = m + f1 yt-1 + f2 yt-2 +…+ fp yt-p + et

donde yteRk es un proceso estacionario, meRk componente determinístico, p el número de rezagos de la variable, fi es la matriz de coeficientes de dimensión k x k, tal que i = 1,…, p, et e Rk ~ N(0, S) es un ruido blanco, tal que:

{

S, si s = t

E(et) = 0 y E(ete’s) =

p p yit = mi + f1i,1 y1,t-1 +…+ f1i,k yk,t-1 +…+ f i,1 y1,t-p +…+ f i,k yk,t-p + ei,t =

= mi + S S f i,js yj,t-s + ei,t

0, caso contrario Observe que cada ecuación tiene la forma:

p

k

s=1 j=1

(3.1.1)

D. Barráez, W. Bolívar, V. Cartaya / Métodos bayesianos para la predicción de variables…

153

donde ei,t ~ N(0, si2) y f i,js denota para la i-ésima ecuación el coeficiente correspondiente a la j-ésima variable de rezago s. El modelo VAR básico anterior se puede extender de manera natural incorporando variables determinísticas como, por ejemplo, variables exógenas, variables dummies (ver Ballabriga, 1998):

yt = m + f1 yt-1 + f2 yt-2 +…+ fp yt-p + DZt + et

con Zt e Rk, variable determinística, y D una matriz de coeficientes de orden k x k. En los modelos VAR la inclusión de la información previa resulta particularmente atractiva debido a la gran cantidad de parámetros a ser estimados. Mientras más complejo es el modelo, mayor es el número de parámetros a estimar, tornándose estos en modelos sobreparametrizados. De tal manera, los VAR a pesar de tener las ventajas de los modelos multivariantes, también tienen algunos inconvenientes, entre ellos el problema de la sobreparametrización, ya que aun para modelos que pueden considerarse pequeños, involucran una cantidad considerable de parámetros a ser estimados. Generalmente, en macroeconomía se disponen de pocas observaciones para estimar tales parámetros; en ese sentido, la inclusión de información previa en la estimación del modelo se torna valiosa. La estimación de los parámetros de los VAR bajo el enfoque bayesiano es lo que se conoce como vectores autorregresivos bayesianos (BVAR) y tiene entre sus pioneros a Litterman (1985). Prior de Minnesota Litterman (1985), investigador del Federal Reserve Bank of Minneapolis (Minnesota), introduce el modelo VAR bayesiano. Para formular la densidad a priori, conocida en la literatura como Prior de Minnesota, parte de tres supuestos con respecto a las series macroeconómicas: • Se supone que las series macroeconómicas contienen una raíz muy cercana a uno en su representación autorregresiva, acerca de lo cual se tiene evidencia empírica. • Los valores más recientes de una serie contienen más información de relevancia para el valor actual de la serie que los valores pasados de la misma, es decir, los coeficientes que acompañan a los valores rezagados de una determinada variable explicativa tendrán mayor probabilidad de acercarse a cero en la medida en que aumenta el número de rezagos. Esta convicción es lo que está detrás de la práctica convencional de cortar abruptamente los rezagos.

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154

• De cara al pronóstico de una determinada variable son de mayor utilidad sus propios valores rezagados que otras variables explicativas rezagadas. Algo bien conocido en la práctica de los pronósticos macroeconómicos. Conforme a estos supuestos, Litterman propone que una aproximación razonable para el comportamiento de una variable económica es un paseo aleatorio alrededor de un componente determinístico:

yi,t = mi + yi,t-1 + ei,t, con ei,t ~ N(0,s2)

Es decir, se supone que en promedio cada ecuación del VAR tiene un comportamiento restringido a un AR(1). Bajo estas restricciones propuestas por Litterman, se asume que la distribución a priori de los parámetros tiene media cero, excepto el coeficiente con el primer rezago de la variable dependiente, el cual tiene media uno, los parámetros se suponen no correlacionados entre sí y las desviaciones estándar de los coeficientes decrecen a medida que aumenta el número de rezagos. Recuerde que en (3.1.1) cada ecuación de un VAR tiene la siguiente forma:

p

k

yi,t = mi + S S f i,js yj,t-s + ei,t s=1 j=1

donde ei,t ~ N(0,s2) y f i,js denota para la i-ésima ecuación el coeficiente correspondiente a la j-ésima variable de rezago s. La diferencia de este modelo bayesiano con el frecuentista radica básicamente en que Litterman (1985) considera estos coeficientes f i,js como variables aleatorias, teniendo la siguiente densidad para tales coeficientes:

f i,js ~ N(mijs, (gijs)2)

con media

y desviación estándar gijs =

con

mijs =

Uij =

(3.2.1)

{ { {

1, i = j, s = 1; 0, caso contrario U0 / S U2, si i = j; U0 Uij / S U2 (s^i /s^ j ), caso contrario 1, si i = j; Ut > 0, caso contrario

Esta densidad a priori depende de los parámetros; U0, U1 y U2 se les suele denominar en la literatura como hiperparámetros.

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Hiperparámetro

U0

U1

U2

Interpretación

Rango de valores

La desviación estándar en el 1er. rezago de la variable dependiente

0 < U0 ≤ 1

Peso de la variable

0 < U1 < 1

Tasa de decaimiento con el número de rezagos

0 < U2

155

Análogamente, a los VAR frecuentistas BVAR de Litterman se puede extender considerando un modelo con variables determinísticas,

p

k

yi,t = mi + S S f i,js yj,t-s + Di,jZj,t + ei,t s=1 j=1

En este caso se tiene la misma Prior de Minnesota de (3.2.1), es decir, no se considera información a priori para las variables determinísticas. Con respecto a la Prior de Minnesota, es importante recalcar lo siguiente: sólo se supone información previa para los coeficientes de las variables endógenas del modelo; es decir, Litterman no propone una distribución a priori para los coeficientes de las variables exógenas para el componente determinístico o para la matriz de covarianzas. La densidad a priori que propone en su trabajo no proviene de ninguna teoría económica en particular y las restricciones impuestas son más bien de carácter instrumental e intuitivo. Sin embargo, vale la pena destacar que estos aspectos son susceptibles de ser modificados, introduciendo algunos cambios en la Prior de Minnesota mediante la incorporación de nuevos hiperparámetros. Estimación a posteriori Una vez que se ha propuesto una densidad previa para los parámetros, y dada la muestra observada, es posible obtener una densidad a posteriori de dichos parámetros, actualizando la información previa a través de los datos. Considerando que el modelo tiene un componente determinístico (del cual no se supone información previa) y que eventualmente se pudiesen incluir variables exógenas (para las cuales tampoco se tiene información previa), a fin de estimar simultáneamente todos los parámetros (dada información previa o no) resulta conveniente reescribir cada ecuación del VAR reducido como un modelo de regresión lineal con restricción, de tal manera que para la i-ésima ecuación del VAR se tiene:

Y i = Xbi + ei, con ei ~ N(0,s2 IT)

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156

Donde Y i es un vector con todas las observaciones hasta tiempo T de la i-ésima variable endógena, X es una matriz cuyas columnas contiene las observaciones hasta tiempo T de las variables endógenas rezagadas, las variables exógenas y el componente determinístico, bi denota todos los coeficientes del modelo y ei los residuos. Recuerde que el estimador de bi para un modelo de regresión lineal es bi = (X’X) -1 (X’Y i) Este modelo de regresión lineal está sujeto a la restricción

ri = Dibi + yi, con yi ~ N(0,U02 I)

(3.3.1)

Justamente, esta restricción recoge toda la información previa presente en la Prior de Minnesota, donde:

ri es un vector nulo, salvo en la entrada correspondiente al primer rezago de la i-ésima variable, cuyo valor es unitario. Este vector representa la media de la Prior de Minnesota. Di una matriz diagonal, con entradas nulas correspondientes a las variables exógenas, y U0 /gijs correspondiente al s-ésimo rezago de la j-ésima variable endógena. Esta matriz representa la desviación estándar de la Prior de Minnesota. Observe que tiene entrada nula para las variables exógenas, precisamente porque no hay supuestos previos sobre ellas.

El estimador a posteriori de los coeficientes de este modelo de regresión lineal, dada la restricción, se obtiene calculando el estimador de mínimos cuadrados generalizados sujeto a la restricción (3.3.1), proporcionada por la información a priori:

^

bi = (X’X + s2/U02 (Di)’ Di ) -1 (X’Y i + s2/U02 (Di)’ri )

Este estimador combina tanto la información muestral como la información a ^ priori. bi es el estimador de la media de la distribución a posteriori y se le denomina media a posteriori. Estimación a posteriori con muestreador de Gibbs Ahora se considera el VAR como un modelo de regresión más general, donde la varianza no es constante en el tiempo.

(

y1 0 0 Y = Xb + e, con e ~ N(0,s02V), tal que V = 0 0 0 0 yT …

)

D. Barráez, W. Bolívar, V. Cartaya / Métodos bayesianos para la predicción de variables…

157

Se denota mediante y = (y1,…yT), la diagonal de V. El conjunto de parámetros de este modelo es U = (b, s, y). La densidad a priori de U la denotaremos por p(U) = p(b, s, y). Para estos parámetros se tiene la siguiente información previa (ver Geweke, 1993): • Para b se tiene las mismas hipótesis de la ecuación (3.3.1), r = Db + y, con y ~ N(0,W). • Para s se tiene s ~ 1/s. • Para y se tiene que los yi son independientes, con i = 1,…,T, de tal manera que c/yi ~ c 2c, c es un nuevo hiperparámetro. Lesage (2005) sugiere tomar c = 4. La estimación a posteriori de los parámetros se realiza de la siguiente manera (ver Geweke, 1993). Observe, en primer lugar, que se conocen y se pueden simular cada una de las densidades a posteriori condicionales, p(b?y,s), p(s?y,b) y p(y?b,s): • Para b se tiene nuevamente el estimador de mínimos cuadrados generalizados sujeto a la restricción

^

b = (X’V-1 X + s2 D’W-1D) -1 (X’V-1 X + s2 D’W-1r), *

(3.4.1)

Observe que b está dado en términos de s, y, las observaciones y la información previa contenida en D y r.

• Si ei = yi – x’ib, entonces, el estimador a posteriori para s viene expresado implícitamente por

[ ST (ei2/vi ) / (s2)]?b, y ~ c2T

(3.4.2)

i=1 • Para y viene expresado implícitamente por

(s-2ei2 + c/yi)?b, s ~ c2T

(3.4.3)

Las simulaciones de la densidad a posteriori se obtiene con el muestreador de Gibbs. Este algoritmo se utiliza cuando no es posible realizar simulaciones directamente a partir de las distribuciones, sino a partir de las densidades condicionales (ver Lesage, 2005). El algoritmo para la actualización de los coeficientes del BVAR es el siguiente:

* Éste es el estimador de mínimos cuadrados generalizados sujeto a una restricción. El término que incorpora la restricción viene dado por la información previa.

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158

Algoritmo BVAR Minnesota-Gibbs

Dados D, r, W (son información previa) 1. Inicialización 2. Iteración n = 1,…,N

3. Estimación

b0, s0, yi0 bn ~ bn ? sn-1, yin-1 sn ~ sn ? bn, yin-1 yin ~ yin ? sn, bn ^

N

b = 1/N S bn n=1

Observe que en el algoritmo, finalmente, la estimación sólo se realiza para b (media a posteriori), ya que es el único parámetro de interés a fines predictivos, y se realiza un número N de simulaciones. Si se considera N un número sufi^ cientemente grande, por la Ley de los Grandes Números se tiene que b converge a la media a posteriori.

Planteamiento del modelo En esta sección se plantea el modelo considerado, la selección de las variables y la descripción de la data utilizada. La selección de las variables del modelo se apoyó en la teoría cuantitativa del dinero, la cual especifica que las preferencias por mantener saldos reales por parte de los agentes económicos está determinada por una variable de escala que mide el volumen de transacciones o la renta nacional, una variable que recoge el costo de oportunidad de mantener efectivo, y un indicador que captura la evolución del nivel general de precios. De esta manera y para efectos prácticos, se ha considerado el PIB como la variable de escala, representando el nivel de actividad económica del país; las tasas pasivas de los depósitos a plazo de 90 días, que miden el costo de oportunidad de mantener activos más líquido (dinero) en contraposición al mantenimiento de algún activo menos líquido; y la tasa de inflación como un indicador de las expectativas de evolución de los precios2. Adicionalmente, se ha ampliado el modelo con la incorporación del tipo de cambio, el cual intenta recoger la intención del agente de sustituir un activo externo por uno interno. Observe que en el modelo se consideran como variables endógenas, variables objetivo de la política económica: PIB real, inflación, demanda real de dinero. Medida como las variaciones intertrimestrales del índice de precios al consumidor.

2

D. Barráez, W. Bolívar, V. Cartaya / Métodos bayesianos para la predicción de variables…

159

En el siguiente cuadro se presentan las variables que conforman el modelo. Sector

Variable

Tipo

Sector monetario-precios

Índice de precios al consumidor puntual M1 real Tasas de interés pasivas a 90 días de los seis principales bancos del país

Endógena Endógena Exógena

Sector real

Producto interno bruto

Endógena

Sector fiscal

Déficit del Gobierno central Incidencia

Exógena Exógena

Sector externo

Importaciones totales Tipo de cambio puntual real

Exógena Exógena

Las series que conforman este modelo tienen una periodicidad trimestral, medidas en bolívares con base en el año 1997. La inflación se mide de la manera usual, la variaciones trimestrales del índice de precios al consumidor. Se consideraron observaciones desde el año 1992 a 2006. El modelo se estima con los datos observados hasta 2004 y se realizan proyecciones fuera de muestra para los años 2005 y 2006, con el objeto de comparar las proyecciones con las series observadas y así evaluar el desempeño predictivo de los modelos. Adicionalmente, se incorporaron en la estimación las siguientes variables dummies, que reflejan algunos valores anómalos en las series: 1er-2do de 1996 y 3er-4to de 1996, motivado a un alto índice inflacionario (acumulado de 103,2%), 1er de 2002 entra en vigencia el sistema de libre flotación del tipo de cambio y 4to de 2002-1er de 2003 por una contracción de la actividad económica. Se analizaron las series para evaluar la posible existencia de raíces unitarias y posteriormente se realizaron las correspondientes transformaciones, a fin de obtener series estacionarias. Se estimaron los siguientes modelos: VAR mínimos cuadrados (var), BVAR con Prior de Minnesota (bvar) y un BVAR con simulaciones realizadas mediante el muestreador de Gibbs (bvar-gibbs). Siguiendo los criterios de información de Akaike y Hannan-Quinn y el test LR, con el objeto de considerar la información histórica comprendida en el período de un año, en cada uno de estos modelos se tomaron cuatro rezagos. En los modelos bayesianos los hiperparámetros: U0 = 0,1, U1= 1 y U2= 0,5 se seleccionaron utilizando un algoritmo que minimiza el error medio cuadrático de predicción (ver Bolívar, 2007).

160

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

Proyecciones y comparación de los modelos A continuación se presentan las proyecciones de la inflación, el PIB y M1 real, y se compara el rendimiento predictivo a diferentes horizontes, por parte de los diversos modelos, haciendo uso de herramientas como el error cuadrático medio (emc) y el coeficiente U de Theil. En los siguientes gráficos y en los estadísticos emc y U de Theil se puede apreciar que, en efecto, el desempeño predictivo de ambos modelos BVAR es superior que el modelo VAR frecuentista, en todos los horizontes de pronóstico, al minimizar tanto el emc como el U de Theil, incluso hasta en dos órdenes de magnitud. En cuanto a los dos modelos BVAR, si bien es cierto que el bvar obtuvo un mejor desempeño en los pronósticos para la inflación al minimizar el emc y el U de Theil en los diferentes horizontes, y por su parte el bvar-Gibbs tuvo un mejor rendimiento pronosticando el PIB, no se aprecia una diferencia estadísticamente significativa en cuanto al rendimiento predictivo de ambos modelos bayesianos. Para M1 real se realizaron pronósticos bastante precisos hasta un período de un año. Los resultados de las proyecciones confirman el aporte significativo que introdujo la información extramuestral en la estimación de este modelo.

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161

Gráfico 1 Inflación 0,1 –

0,05 –

0–

-0,05 –

Serie observada

BVAR

VAR

BVAR Gibbs

4-06 –

2-06 –

4-05 –

2-05 –

2-04 –

-0,15 –

4-04 –

-0,1 –

Fuente: BCV y cálculos propios.

Desempeño predictivo para la inflación

Pasos 1

emc

U de Theil

var bvar bvar-Gibbs var bvar bvar-gibbs 0,00181

0,00047

0,00003

53,62

14,01

1,15

2

0,00245

0,00033

0,00037

32,017

8,66

7,22

3

0,00480

0,00022

0,00026

97,10

6,05

6,47

4

0,00373

0,00020

0,00028

45,17

2,13

5,40

5

0,00298

0,00016

0,00022

17,77

0,72

2,80

6

0,00382

0,00019

0,00019

41,46

0,82

3,60

7

0,00434

0,00016

0,00019

26,80

0,61

2,20

8

0,00387

0,00023

0,00036

31,52

0,70

3,81

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

162

Gráfico 2 PIB x 107 1,5 – 1,4 – 1,3 – 1,2 – 1,1 – 1– 0,9 – 0,8 –

Serie observada

BVAR

VAR

BVAR Gibbs

4-06 –

2-06 –

4-05 –

2-05 –

2-04 –

0,6 –

4-04 –

0,7 –

Fuente: BCV y cálculos propios.

Desempeño predictivo para el PIB

Pasos

emc

U de Theil

var bvar bvar-Gibbs var bvar bvar-Gibbs

1

0,10491

0,01753

0,00815

13,86

2,31

1,07

2

0,06472

0,00902

3

0,04517

0,00691

0,00408

17,33

3,86

2,02

0,00352

21,77

3,71

1,90

4

0,06758

0,00607

5

0,13753

0,00516

0,00269

28,61

2,35

0,98

0,00217

32,65

4,55

2,10

6

0,16144

0,00432

0,00190

41,53

4,94

2,68

7

0,13935

0,00370

0,00163

35,06

3,51

1,94

8

0,19696

0,003249

0,00146

17,87

2,19

1,21

D. Barráez, W. Bolívar, V. Cartaya / Métodos bayesianos para la predicción de variables…

163

Gráfico 3 M1 real x 106 14 –

12 –

10 –

8–

6–

Serie observada

BVAR

VAR

BVAR Gibbs

4-06 –

2-06 –

4-05 –

2-05 –

2-04 –

2–

4-04 –

4–

Fuente: BCV y cálculos propios.

Desempeño predictivo para M1 real

Pasos

emc

U de Theil

var bvar bvar-Gibbs var bvar bvar-Gibbs

1

0,03482

0,00427

0,00401

56,70

6,96

6,53

2

0,02065

0,00239

0,00209

71,01

9,41

10,01

3

0,05407

0,00160

0,00140

27,16

0,80

0,92

4

0,04326

0,00143

0,00125

5,60

0,07

0,08

5

0,03835

0,00433

0,00343

6,35

0,22

0,21

6

0,06379

0,01109

0,00948

6,86

0,47

0,44

7

0,06993

0,01005

0,00836

6,30

0,55

0,50

8

0,06137

0,008820

0,00733

5,04

0,45

0,40

164

Revista BCV / Vol. XXII / N° 2 / 2008

Conclusiones En este trabajo se evaluó el uso de métodos bayesianos en el modelaje y predicción de variables macroeconómicas de la economía venezolana, específicamente mediante la estimación de vectores autorregresivos bajo el enfoque bayesiano, incorporando información previa a la información muestral en la estimación de los parámetros. Se presentaron dos modelos BVAR: en el primero se utilizó la Prior de Minnesota (Litterman, 1985); en el segundo se simuló con el muestreador de Gibbs las densidades a posteriori de los parámetros del BVAR (Lesage, 2005). Se realizaron proyecciones para algunas de las variables objetivo más importantes de la política económica venezolana: inflación, el producto interno bruto, M1 real. Se compararon las proyecciones a diferentes horizontes de los dos modelos bayesianos y de un VAR estimado de manera frecuentista. Los resultados de las proyecciones de estas variables macroeconómicas favorecen el uso del enfoque bayesiano en la estimación de modelos macroeconómicos con fines predictivos para la economía venezolana. Además, estos resultados motivan la inclusión de nuevas variables en el modelo, el estudio de modelos BVAR con técnicas de estimación más poderosas como los coeficientes variables en el tiempo de Doan, Litterman y Sims (1986), y el estudio de modelos BVAR estructurales a fin de analizar los shocks estructurales de la economía venezolana.

Referencias bibliográficas Adolfson, M.; S. Laseen, J. Linde y M. Villani (2007). “Bayesian estimation of an open economy DSGE model with incomplete pass-through”, Journal of International Economics, vol. 72, n° 2, pp. 481-511. Ballabriga, F. (1998). “Un modelo macroeconómico BVAR para la economía española: metodología y resultados”, Banco de España, Servicio de Estudios Económicos N° 64. Bauwens L., M. Lubrano y J.F. Richard (2003). Bayesian inference in dynamic econometric models, Oxford University Press. Bolívar, W. (2007). “Predicción de variables macroeconómicas mediante VAR bayesianos: una aplicación al caso venezolano”, Tesis de Maestría, Postgrado en Modelos Aleatorios, Universidad Central de Venezuela.

D. Barráez, W. Bolívar, V. Cartaya / Métodos bayesianos para la predicción de variables…

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Documentos

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Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 169-170 • ISSN: 0005-4720

Introducción Introducción

En esta edición se presentan tres materiales elaborados por funcionarios del BCV como parte de sus labores ordinarias y sobre temas de mucha actualidad: el Banco del Sur y la situación del mercado petrolero mundial. Jesús Cova, subgerente de Relaciones Internacionales del Banco, aborda el análisis de los fundamentos para la creación del Banco del Sur. Comienza describiendo el contexto internacional para enfocarse luego en América Latina y el Caribe y el conjunto de desigualdades que obstaculizan su desarrollo para concluir que “…tienen sentido los esfuerzos para crear una institución que puede desempeñar un papel crucial en pro del desarrollo y la integración regional, mediante la promoción del ahorro y la asignación eficiente de la inversión…”. El autor prosigue revisando la estructura e integración financiera de América Latina y el Caribe y la volatilidad de las condiciones financieras internacionales para concluir, dando respuestas a la pregunta: ¿Por qué el Banco del Sur? Los dos siguientes trabajos sobre el tema energético-petrolero, de Carlos Mendoza Potellá, asesor de la Presidencia, y Carlos García González, jefe de la Oficina de Estudios Internacionales, fueron presentados en el Comité Permanente de Políticas Monetaria, Cambiaria y Financiera el 20 de agosto pasado. En el primero de ellos Mendoza analiza el proceso de incremento de los precios del petróleo a partir de 2004 y los factores estructurales y coyunturales que determinan esa evolución, para luego exponer la situación de la industria petrolera venezolana ante esas perspectivas. El segundo consiste en una recopilación elaborada por García y Mendoza, de informaciones y análisis internacionales sobre la acentuada volatilidad de los precios petroleros a partir de 2007, con especial énfasis en la incidencia de los factores especulativos y la búsqueda de cobertura ante la crisis inmobiliaria de Estados Unidos.

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La presentación de estos materiales es oportuna para referir y recomendar dos trabajos internacionales fundamentales para profundizar en la comprensión de las circunstancias político-energéticas que se analizan. En primer lugar, “The end of cheap oil”, de los geólogos Colin J. Campbell y Jean H. Laherrere, aparecido en el número de marzo de 1998 de Scientific American, cuyo carácter profético se puede medir por su subtítulo –si recordamos qué año está transcurriendo: “La producción global de petróleo convencional comenzará a declinar más pronto de lo que la mayoría de la gente piensa, probablemente dentro de los próximos 10 años”. El segundo, “Peak oil and energy imperialism”, de John Bellamy Foster, en Monthly Review de julio-agosto de 2008, consiste en una relación analítica de todas las iniciativas estratégicas en el campo de la energía, tomadas por los círculos de seguridad nacional de Estados Unidos, a partir de 1998, frente a los crecientes problemas de abastecimiento petrolero y dependencia externa para resolverlos.

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 171-179 • ISSN: 0005-4720

Análisis de los fundamentos para la creación del Banco del Sur

Cova Jesús Cova*

El contexto internacional El escenario mundial puede modificar el marco de condiciones externas e influir en las políticas nacionales y sus efectos. Por ejemplo, el ajuste desordenado de los desequilibrios globales representa un riesgo para la economía mundial en general y para los países en desarrollo en particular. Los desequilibrios en cuenta corriente entre regiones y países se han ampliado aún más en 2006. Los desequilibrios económicos globales se reflejan, en parte, en el hecho de que EE UU capta más de 2/3 del total de los ahorros netos globales. Uno de los rasgos resaltantes de la actual economía mundial se expresa en que los ahorros globales han estado creciendo, al tiempo que la distribución de tales ahorros netos resulta inequitativa. Tales desequilibrios no pueden sostenerse indefinidamente, tendiendo presente que el problema de fondo yace en el déficit en cuenta corriente de Estados Unidos, cercano a los 900 mil millones de dólares1. La inacción en la atención de los desequilibrios globales aumenta el riesgo de ataques especulativos contra el dólar, cuya devaluación si bien ayudaría a reducir el déficit externo de Estados Unidos, al mismo tiempo podría generar sesgos deflacionarios que afectarían el crecimiento en los países en desarrollo y obstaculizarían eventuales avances en la lucha contra la pobreza, debido a la dependencia de la economía global respecto de la demanda estadounidense por

* Economista, Universidad del Zulia (LUZ). Magíster en Administración de Empresas, Universidad de Illinois, EE UU. Subgerente de Relaciones Internacionales del BCV. Correo electrónico: [emailprotected] Situación y perspectivas para la economía mundial, 2007, Resumen ejecutivo, ONU.

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importaciones. Adicionalmente, un aterrizaje forzoso del dólar afectaría negativamente los mercados financieros, de elevarse la incertidumbre entre los inversionistas internacionales. La condición de país emisor de una moneda clave dentro del actual sistema monetario-financiero internacional, conformado por un conjunto de instituciones, normas procesos y procedimientos, que son el resultado de complejos procesos de negociación en los que los países en desarrollo tienen influencia limitada, le permite a Estados Unidos incurrir en elevados déficit y, por añadidura, captar de su propia economía los recursos para financiarlos. Lo irónico es que países de renta media, e incluso países de bajos ingresos (como India e Indonesia), transfieren recursos para financiar el déficit de cuenta corriente del hegemón del Norte. De hecho, y contrariando postulados de la teoría económica neoclásica, los países desarrollados, los menos urgidos de ahorros, absorben la mayor parte del “exceso” de ahorro mundial, mientras que los países más pobres o los de economías emergentes, los más necesitados de recursos para la inversión, reciben muy poco o, lo que es peor, se han convertido en exportadores de ahorros netos hacia otras naciones ricas. EE UU es el mayor importador global de capital por el hecho de tener el mayor déficit en cuenta corriente a nivel mundial. En general, los países con altas tasas de ahorro tratan de mantener el valor de sus signos monetarios en niveles bajos, a fin de promover una estrategia de crecimiento basada en las exportaciones, lo cual puede resultar en considerables superávit de cuenta corriente, esto es, la contraparte externa de las disparidades entre sus altas tasas de ahorro y sus menores tasas de inversión domésticas. A título de ejemplo, una menor inversión se traduce en menor ingreso interno que, a su vez, se refleja en menor consumo de bienes importados y exportables. Como es sabido, el modelo de crecimiento económico basado en las exportaciones comúnmente depende de mantener el ingreso doméstico, con particular énfasis en el salario real de aquellos que laboran en los sectores exportadores. Dentro de tal contexto de desequilibrios globales, los gobiernos de los países con superávit de cuenta corriente, incluyendo países en desarrollo, financiaron (según cifras de 2004) más del 40% del déficit en cuenta corriente de EE UU. Lo irónico es que, para cumplir tal cometido, tales gobiernos han aplicado políticas monetarias y fiscales restrictivas, mientras apilaban grandes posiciones de reservas internacionales. De esta manera, tales países han sacrificado inversión productiva interna, dado que por definición contable macroeconómica el saldo en cuenta corriente debe ser igual a lo que se ahorra menos lo que se invierte (SCC = S-I). En otras palabras, en la medida en que aumentan los superávit en cuenta corriente del mundo en desarrollo, la inversión cae con respecto a los ahorros.

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Uno de los mecanismos empleados por el mundo en desarrollo para financiar el gigantesco déficit en cuenta corriente de EE UU ha sido el incremento considerable de los niveles de reservas internacionales denominadas en dólares de EE UU, lo cual no sólo significa un costo de oportunidad (representado en la pérdida de inversión de recursos), sino que también tiene un efecto acumulativo que se expresa en una ralentización del crecimiento global con respecto al potencial. Por esta razón, se considera que la dinámica de la economía mundial actual tiende a exhibir potencialmente sesgos recesivos, que son coyunturalmente evitados mediante la expansión del consumo en los países desarrollados, la cual es financiada en el caso de EE UU con un creciente endeudamiento externo. El peligro de una eventual situación recesiva en EE UU representa una clara amenaza para el crecimiento en el resto del mundo, América Latina incluida. De tal manera, un eventual “aterrizaje forzoso” (hard landing) en la economía estadounidense tendría repercusiones adversas de alcance global. Frente a ese cuadro algunos analistas han sugerido diversas acciones remediales que van desde la integración del mercado de capitales en el Este asiático, pasando por la coordinación internacional de políticas macroeconómicas y la idea de un nuevo acuerdo del Hotel Plaza sobre medidas específicas de política, orientadas a reducir los desequilibrios globales, hasta impulsar la creación de una nueva institucionalidad que actúe como agencia de compensación internacional o como la base de un nuevo sistema de pagos global. Ante la carencia de cambios más fundamentales en los sistemas monetarios y financieros globales, es igualmente válido preguntarse qué acciones son deseables y posibles en el contexto de la regionalización para evadir o evitar las distorsiones y perjuicios que derivan del funcionamiento del actual orden económico internacional. Aun dentro de los límites propios que son intrínsecos a la etapa embrionaria de iniciativas regionales, entre tales acciones se inscribirían las orientadas a perfilar una nueva arquitectura financiera regional que tome en cuenta las peculiaridades propias de América Latina y el Caribe.

La desigualdad en América Latina y el Caribe Latinoamérica y el Caribe es una de las regiones del mundo con mayor desigualdad, en materia de ingreso, acceso a educación, salud, agua y electricidad, e igualmente exhibe amplias disparidades en términos de voz, activos y oportunidades, todo lo cual no sólo obstaculiza la reducción de la pobreza, sino que también socava el proceso de desarrollo. La desigual distribución de los recursos es un problemático y complejo patrón histórico con raíces afianzadas en el período de colonización europea, la esclavitud y el proceso de concentración de la propiedad en la región, proceso que

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en su conjunto explica la existencia de sectores elitistas y el moldeo de instituciones que tradicionalmente han respondido a los intereses de aquéllos como, por ejemplo, la orientación y contenido de los pensa de estudios de las más reputadas instituciones educativas de la región. Las desigualdades expresadas en las fallas para desarrollar el capital humano, mediante la ampliación óptima de las capacidades y conocimientos de la gente, impactan adversamente el crecimiento económico, al tiempo que debilitan el alcance de las metas para reducir la pobreza. La ruptura de ese cuadro supone: • Construir instituciones políticas y sociales más abiertas que auspicien la incorporación protagónica y garanticen mayor influencia en el ejercicio del poder político y capacidades de decisión dentro de un sistema de democracia participativa, particularmente a aquellos sectores sociales tradicionalmente excluidos o subordinados. • Ampliar la dotación y el acceso a servicios públicos de calidad, particularmente educación, salud, agua y electricidad, junto con la aplicación de políticas que potencien el uso de los recursos productivos. • Disponer de la institucionalidad y las políticas económicas y financieras que permitan responder más adecuadamente a los procesos de redistribuciones agudamente regresivas resultantes de los episodios de crisis, así como aprovechar las capacidades de ahorro regional en favor de los proyectos y programas de desarrollo estratégicos. Las agudas asimetrías entre (y dentro de) países, la fragmentación social y la vulnerabilidad externa, se reflejan en una creciente desigualdad en la distribución del ingreso y la riqueza, altos niveles de desempleo y de pobreza, estructuras productivas asimétricas y desequilibradas no complementarias que obstaculizan el proceso de desarrollo, promueven el desperdicio o subutilización de la dotación de factores, incentivan la estrechez de los mercados, auspician la transferencia neta de capitales hacia los centros de poder industrializados, reducen la inversión, complican la generación de empleos productivos y explican la diversidad de ópticas, así como de políticas que en materia de integración han adoptado los países de la región. Las pérdidas de potencial productivo y la ineficiente asignación de recursos en América Latina derivan, tanto del inadecuado tamaño e imperfección de los mercados como de las desigualdades de poder y riqueza, cuya conjunción se traduce en desigualdad de oportunidades y fuente de agitación social, a la par de plantear demandas que deben ser atendidas mediante la institucionalidad y las políticas apropiadas. En otras palabras, dado que no es descabellado asociar tales desigualdades económicas y políticas a un marco institucional imperfecto, tienen sentido los esfuerzos para crear una institución que puede desempeñar

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un papel crucial en pro del desarrollo y la integración regional, mediante la promoción del ahorro y la asignación eficiente de la inversión para impulsar proyectos, programas y sectores estratégicos.

Estructura e integración financiera de América Latina y el Caribe Las estructuras económicas y financieras de América del Sur exhiben un escaso desarrollo y profundidad de los mercados de capitales, característica que, en conjunción con la fragmentación financiera, determinan que los ahorros nacionales fluyan hacia las economías más desarrolladas, en vez de utilizarse dentro de la propia región para apuntalar nuestro proceso de desarrollo. Estos recursos podrían ser utilizados internamente, en la propia región, para elevar la disponibilidad de liquidez, revitalizar la inversión, corregir las asimetrías, desarrollar la infraestructura integradora, promover el empleo y activar un circuito virtuoso, fundamental para la transformación económica y social. La inestabilidad y vulnerabilidad financiera (con reflejo en el endeudamiento crónico, la escasa profundidad y desarrollo de los mercados de capitales regionales y la disparidad de estrategias adoptadas para su superación), las agudas fluctuaciones monetarias conexas a los movimientos erráticos de capital, las pérdidas de ingreso y reservas atribuibles a las oscilaciones de los precios de las mercaderías, las amenazas o pérdidas de empleos industriales y agrícolas resultantes, tanto de inadecuadas políticas de liberalización como de influencias externas relacionadas con condicionalidades crediticias o con reglas de comercio multilateral que tienden a restringir el espacio a las políticas nacionales, se han traducido en volatilidades y crisis económico-financieras de elevados costos, deterioro del bienestar social de grupos vulnerables y aumento de los niveles de pobreza en muchos de nuestros países. De hecho, en la región existen necesidades considerables en términos de infraestructura y de gasto social en educación y salud, que obligan a reexaminar el papel de la integración financiera de nuestros países para afrontar o contribuir a superar esa realidad e, incluso, propiciar la transformación del modelo actual de dependencia, dispersión y fragmentación financiera característico de la región. La insuficiente e inadecuada inversión en infraestructura, educación y salud, por citar algunos ejemplos, no sólo mina los prospectos de progreso, sino que también dificulta dar respuesta a las demandas sociales en pro de la superación de las desigualdades, al tiempo que tiende a generar inestabilidad política e institucional. América Latina ha asumido los compromisos y costos asociados con la puesta en marcha de un conjunto de reformas institucionales. Sin embargo, pese a los ajustes aplicados y los niveles de sacrificio asumidos, los resultados en muchos

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casos distan de ser deseables económica y socialmente. En tal evolución no se descarta la recurrencia de perniciosas crisis financieras, la ausencia de la institucionalidad adecuada y el restrictivo enfoque economicista con objetivos focalizados en el crecimiento, soslayando el empleo, la distribución del ingreso, la inclusión social y la movilización de los pobres para su contribución al crecimiento. Todo lo cual da cuenta de un perverso sesgo que excluye la dimensión social y el proceso de desarrollo humano, y obliga a reflexionar acerca de cursos de acción novedosos de largo alcance como los vinculados a la integración financiera, que contribuyan a superar tales escollos. En consecuencia, la reflexión gira en torno a cómo puede la región contribuir con la transformación profunda de sus propias estructuras y, en particular, de la arquitectura financiera regional, entendida ésta como parte de un proceso de reacomodo-creación de los arreglos institucionales que logre el objetivo de articular las tendencias integracionistas con las realidades económicas y las exigencias sociales.

La volatilidad de las condiciones financieras internacionales Como se mencionó, el escenario mundial puede modificar el marco de condiciones externas e influir en las políticas nacionales y sus resultados, y América Latina no escapa a ello. Además de desigual económica, política y socialmente, las tasas de crecimiento del PIB de la región han sido muy volátiles, comportamiento en el que intervienen factores externos e internos. Entre los primeros, las perturbaciones externas en general, y la volatilidad de los mercados financieros en particular, han tenido una incidencia significativa. De hecho, la volatilidad de los flujos de capital han sido elementos determinantes de las crisis financieras, con sus consecuentes efectos adversos en términos de expectativas, decisiones de ahorro e inversión, diferencias entre PIB efectivo y potencial, inestabilidad macroeconómica, desalineaciones cambiarias, tasas de interés y demanda agregada, por citar algunas variables. En el plano interno, la escasa profundidad y liquidez de los mercados financieros regionales, que han obstaculizado el desarrollo de instrumentos útiles para encauzar mayores recursos hacia la inversión productiva y atenuar las fluctuaciones económicas, la orientación cortoplacista de esos mercados financieros existentes, y los elevados costos del dinero en términos reales, cuentan entre los factores contributivos a la condición de vulnerabilidad financiera.

¿Por qué el Banco del Sur (BDS)? El BDS es indispensable a los fines de conferir el impulso que, a escala regional, requiere la inversión en proyectos y programas que auspicien la integración

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económica, política y social de Latinoamérica y el Caribe, como parte de una estrategia integral que admita la aplicación de políticas contracíclicas, proclives al crecimiento económico sostenible, la reducción de la pobreza y la inclusión social como elementos cardinales del desarrollo. Adicionalmente, la creación y funcionamiento del BDS debe permitir dar respuesta oportuna y suficiente a las necesidades de sus países miembro sin la aplicación de requisitos de condicionalidad perversos, típicos de las instituciones de Bretton Woods, ponderando adecuadamente los elementos diferenciadores existentes entre nuestros países, sin sacrificar criterios de eficiencia y autosostenibilidad. Frente al contexto internacional antes descrito, la creación del BDS surge como una alternativa institucional que, mediante el financiamiento de proyectos y programas estratégicos, puede contribuir a paliar la volatilidad generada por la evolución de los mercados financieros internacionales (con expresión en las abruptas reversiones de los flujos de capital, por ejemplo), acentuada por la escasa profundidad y liquidez de los mercados financieros regionales, que han restringido las posibilidades de crear mecanismos e instrumentos para el financiamiento de los requerimientos de inversión y el desarrollo de mercados de capitales que promuevan la integración de nuestros países. La falta de adecuados mecanismos instrumentales para afrontar la volatilidad típica de las condiciones financieras internacionales, se convierte en otro factor justificativo para la creación del BDS. De hecho, su funcionamiento ha de orientarse a servir de instrumento de financiación del desarrollo y ofrecer una alternativa a la recurrente práctica de “autoseguro” expresada en la acumulación de reservas internacionales, con las subsecuentes ineficiencias y costos de oportunidad conexos. Esto es, el BDS será esencial para concretar la formulación de estrategias de desarrollo basadas en una nueva arquitectura financiera regional capaz de establecer una relación de no subordinación a la amalgama de instituciones, estructuras, procesos y procedimientos que caracterizan al actual orden económico-financiero internacional, cuya actuación tiende a generar distorsiones, restringir la autonomía de las políticas nacionales y socavar las capacidades de negociación de la región en el concierto internacional. El desarrollo de una nueva arquitectura financiera regional, en cuyo epicentro se sitúe el Banco del Sur, es un elemento esencial para lograr un sistema financiero regional estable, instrumental para el crecimiento económico, promotor del financiamiento requerido para sostener en el mediano-largo plazo los requerimientos de la integración regional, entendida ésta como proceso fundamental para ampliar los mercados, auspiciar la conformación de conglomerados

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productivos compartidos, incentivar el desarrollo científico y tecnológico, dotar de mayor autonomía a las políticas nacionales y proveer espacios para la formulación y coordinación de políticas de contenido comunitario. Las enormes potencialidades asociadas al fortalecimiento de los nexos financieros de la región, evidencian la necesidad de contar con un adecuado marco, integrado y eficiente, fundado en dos pilares: la institucionalidad y las políticas integracionistas. Sobre estos pilares es necesario, sin embargo, poner énfasis creativo y constructivo, con una perspectiva de análisis estratégico que combine idóneamente idealismo, pragmatismo y realismo, en la promoción de un modelo alternativo que propicie el marco de condiciones favorables para atender las necesidades de crecimiento y diversificación de las fuentes e instrumentos de financiación del desarrollo en la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), integrar y profundizar los mercados financieros y favorecer el equilibrio del ahorro y la inversión regionales. La transformación institucional requerida debe auspiciar la integración financiera de nuestra región, inserta en el marco de estrategias coherentes, que prioricen la corrección de asimetrías, el desarrollo y la auténtica conformación de la Unión Suramericana de Naciones; canalicen el ahorro en beneficio de nuestra propia región; estimulen las inversiones para superar los cuellos de botella y restricciones a la capacidad productiva; impulsen el crecimiento sostenido; promuevan la prestación de servicios básicos de educación y salud; redistribuyan el ingreso; reduzcan sustancialmente la pobreza y demás brechas sociales; democraticen la participación económica, social y política; mejoren la seguridad de la ciudadanía; y construyan condiciones apropiadas para la estabilidad política y social. Reconociendo que la integración financiera es factor fundamental para el alcance y fortalecimiento de la integración económica, social y política de nuestros países, y que como proceso amerita de esfuerzos consistentes y continuos, resulta pertinente la creación de un Banco del Sur (BDS), concebido como eje esencial de un modelo institucional alternativo que propicie una mayor y real integración financiera entre los distintos países que conformarían la Comunidad Suramericana de Naciones. Las consideraciones expuestas brindan fundamentos económicos y políticos que justifican la creación del nuevo ente financiero, concebido el BDS como expresión concreta de una visión estratégica que, dentro de un plazo razonable, ha de permitir: • Contar con los mecanismos institucionales y las políticas que brinden un adecuado nivel de autonomía financiera y política a la región, en grado suficiente como para garantizar la instrumentación de una estrategia de desarrollo que beneficie auténticamente a sus países miembro.

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• Contribuir a la estabilidad económica regional, fortalecer las capacidades de negociación de la región y promover relaciones económicas internacionales más equitativas. • Llenar el vacío creado por la ausencia de una red de seguridad financiera completa a nivel regional e internacional. • Redefinir las reglas y oportunidades de acceso a recursos de contingencia y posibilitar un manejo más apropiado y autónomo del endeudamiento. • Auspiciar la consistencia entre los procesos políticos y las estrategias de desarrollo económico-social que garanticen la sostenibilidad política y el cierre de brechas sociales. • Afrontar la volatilidad y el contagio generados por la evolución del mercado internacional de capitales, que tiende a acentuar los ciclos macroeconómicos en perjuicio de la región.

Comentarios finales Los temas involucrados en la creación, actuación y resultados del funcionamiento del BDS resultan del interés de Unasur, por su naturaleza relevante y por involucrar dimensiones en las que se precisan realizaciones concretas que trasciendan el plano de la retórica, permitan trasladar las estrategias en acciones y evidenciar el grado de compromiso y voluntad política que poseen los líderes de la región, quienes tienen al frente una extraordinaria e histórica oportunidad para conferir viabilidad a objetivos globales, compatibles con un orden económico, político y social internacional basado en los principios de la equidad, solidaridad y justicia. ¡Pasemos del discurso a la acción!

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 181-186 • ISSN: 0005-4720

Venezuela ante la situación actual y perspectivas del mercado petrolero mundial1

Mendoza P Carlos Mendoza Potellá*

El acelerado incremento de los precios a partir de 2004 debido, fundamentalmente, al estrecho balance entre oferta y demanda y las expectativas negativas de la evolución de ese equilibrio, han traído a la palestra una vez más las predicciones sobre el inicio de la declinación de los recursos petroleros mundiales. Peak oil, el pico de la campana petrolera a partir del cual se iniciará la rama descendente de la existencia de los hidrocarburos, predicho en los años cincuenta por Marion King Hubbert, es un tema de múltiples interpretaciones y discusiones permanentes en los diversos centros de análisis e intereses económicos, energéticos, petroleros y, sobre todo, geopolíticos. La predicción de Hubbert para los 48 estados contiguos de Estados Unidos se comenzó a cumplir, certeramente, a partir de 1971. Recientemente, varias áreas productoras han comenzado a dar muestras definitivas de su agotamiento: México, Mar del Norte, Indonesia, la cuenca occidental venezolana, etcétera. Sin embargo, los adelantos tecnológicos han permitido hacer más eficiente el drenaje de los yacimientos convencionales y extender su vida productiva por la vía de aumentar el porcentaje de recobro del crudo depositado en ellos. Igualmente, esos adelantos han permitido la incorporación de crudos hasta ahora considerados “marginales” para suplir el agotamiento de los “convencionales”. Pero todo ello sólo es posible en condiciones de precios que soporten los mayores costos que esa incorporación “marginal” comporta. * Economista y Magíster en Economía y Administración de los Hidrocarburos, Universidad Central de Venezuela. Profesor Asociado Jubilado, Universidad Central de Venezuela. Asesor a la presidencia del BCV y Director de la Revista BCV. Correo electrónico: [emailprotected] 1 Trabajo presentado en la reunión del Comité Permanente de Políticas Monetaria, Cambiaria y Financiera del BCV, el 20 de agosto de 2008.

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El gráfico que sigue es precisamente una expresión de las discusiones sobre cuán cerca o cuán lejos está el “pico” o, como sostienen algunos, “la meseta ondulada”, que coronan el nivel a partir del cual se iniciará el agotamiento definitivo. Gráfico 1 Undulating plateau versus peak oil Million barrels per day 140 – (Undulating plateau) 120 –

3.61 trillion Unconventional oil

100 – 80 –

2.93 trillion Conventional oil

60 –

Cumulative production 1 trillion

2070 –

2060 –

2050 –

2040 –

2030 –

2000 –

1990 –

1980 –

1970 –

0–

1.92 trillion

2020 –

Historical production

20 –

2010 –

40 –

Año Peak oil-Campbell

Asian Phoenix demand

CERA reference case

Asian Phoenix supply

Fuente: Cambridge Energy Research Associates.

Como puede observarse, existe una brecha de cuarenta años, entre 2010 y 2050, en las predicciones de los pesimistas y los optimistas. Pero ya desde el año 2000 comienzan a aparecer los petróleos no convencionales, “marginales”, como complementos del suministro que requiere el mercado global. Esos crudos se encontraban al margen, precisamente por los costos que implican convertirlos en el crudo liviano y dulce, fungible, según los requerimientos del mercado. Pero su entrada al mercado no es, como pensaban Giusti y sus estrategas de la apertura a 15 dólares el barril, una consecuencia de los altos precios, sino todo lo contrario: los altos precios son requeridos para poder complementar una oferta desfalleciente, incapaz de responder a los requerimientos de una demanda alimentada por nuevos y masivos protagonistas como China e India. Éste, en definitiva, es el basamento estructural de la nueva realidad de precios que emergió violentamente a partir de 2004. Independientemente de que la volatilidad y saltos inusitados recientes de los precios tenga un alto componente

Carlos Mendoza Potellá / Venezuela ante la situación actual y perspectivas del mercado…

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de especulación y “primas de miedo”, el fundamento estructural es el que sostendrá un “piso” para esas cotizaciones, sustancialmente superiores a los vigentes en las décadas anteriores. De tal suerte, la era de los precios altos del petróleo llegó para quedarse, por lo que el perfil fiscal de Venezuela no luce gravemente amenazado ni en el corto ni en el mediano plazo, debido a que el mercado internacional necesita que el crudo reciba cotizaciones elevadas que permitan estimular el financiamiento de las inversiones que se requieren para extraer crudos más costosos, de localizaciones profundas o extremas, y mejorar los crudos pesados y extrapesados que dominarán la oferta mundial durante los próximos años. Los costos de convertir un barril de petróleo pesado o extrapesado en un crudo mediano promedian ya entre los 25 o 30 dólares, y eso es así tanto para las arenas bituminosas de Canadá como para el crudo que se extrae de la Faja Petrolífera del Orinoco. Las cotizaciones se van a mantener elevadas, tal vez no en 110 o 130 dólares por barril, pero difícilmente bajarán de 100. Los promedios de precios de 50 o 60 dólares no van a volver. La cesta petrolera venezolana se hará cada vez más costosa en términos de producción, ya que los yacimientos de crudos convencionales están en franco proceso de declinación, a una tasa que alcanza 25% anual, lo cual quiere decir que si no se realizan los gastos de mantenimiento y estimulación crecientes que requieren esos yacimientos, podrían ser declarados inexplotables, técnicamente “secos”, en cuatro años. En primer lugar, los crudos de la cuenca zuliana, los cuales se encuentran en el curso más acelerado de declinación y cuyos costos para mantener los niveles de producción y aumentar el recobro adicional de los mismos crecen aceleradamente. La prolongada explotación agotó ya casi todo el gas que permite el levantamiento de las columnas petroleras por las bombas (balancines), razón por la cual depende cada día más del gas de otras regiones. Por ahora, del gas procedente de Colombia y en unos años más, cuando se complete interconexión centrooccidental, ICO, por el gas procedente del sur de Anzoátegui y más adelante el de Paria y la plataforma deltana. Pese a las dificultades crecientes, esa explotación es todavía rentable a los precios actuales porque se trata de crudos mediano-livianos y de bajo contenido de azufre, pero sus perspectivas de duración son ya bastante limitadas. Y sólo a precios como los actuales o mayores es sostenible su explotación y drenaje máximo posible. Por su parte, la producción de crudos livianos que se obtiene en el norte de Monagas, cuya explotación es relativamente reciente, años ochenta, tienen una expectativa de duración mucho menor a la de los campos occidentales, por el

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menor volumen de los depósitos y la mayor profundidad de los yacimientos, amén del ritmo creciente al cual están siendo drenados para compensar la caída de la producción en la cuenca zuliana. Por todo ello, la Faja Petrolífera del Orinoco se constituye en la opción de continuidad en el largo plazo para la explotación petrolera en el país. En ella existen ya cuatro “mejoradores” de crudo extrapesado, cuya capacidad total para generar crudos sintéticos de más de 30° API es de 600.000 barriles por día. Las restricciones en este caso serían solamente de capacidad financiera: el último de esos mejoradores costó más de 5.000 millones de dólares, es decir, que para producir sólo 200.000 barriles diarios hubo que invertir semejante cantidad. Pero transcurridos ya más de seis años de su instalación y considerando la inflación y el consecuente crecimiento de los costos y gastos de adquisición y puesta en operación de cada mejorador que se necesite a partir de ahora, implicará una inversión del orden de los 15.000 millones de dólares. Los planes para cuantificar y certificar reservas en esa Faja, hasta alcanzar una meta de 236 mil millones de barriles de reservas probadas, nos dan un indicador de las magnitudes de la inversión requerida para producir esas reservas. Por ejemplo, para producir tres millones de barriles diarios en un plazo relativamente breve, considerando la utilización de la tecnología ya probada en el sitio, se requerirán, como mínimo, 15 de estos mejoradores, lo cual representa una inversión aproximada de 225 mil millones de dólares. A esa tasa de producción (3.000 b/d), la duración de esas reservas parciales cuantificadas sería de más de 215 años [236.000 millones / (3.000 x 365)]. Valga la digresión, esas cifras también reflejan el carácter más que futurista de la meta de certificación establecida para alcanzar en el año 2013. Si se pretendiera drenar en cincuenta años esa porción certificada de la Faja –produciendo 12 millones de barriles diarios–, se requeriría una inversión del orden del billón de dólares. Ello sin mencionar que esos 236 mil millones de barriles constituyen, aproximadamente, la quinta parte del petróleo originalmente en sitio (POES) que se ha calculado (hasta ahora), que está depositado en esa región, un billón doscientos mil millones de barriles. Estas magnitudes tienen también un significado geopolítico con implicaciones de alta sensibilidad para nuestro país y su posicionamiento en el mundo. De ello han estado conscientes siempre los planificadores de los destinos universales en diversos centros de poder. (El plan Cahla Norte, de la dictadura militar brasileña durante los años setenta, que proponía la “toma” por Brasil –en ejercicio de su pretendida condición de subimperialismo– de todo el sur de Venezuela para garantizar la explotación de la Faja, es un claro ejemplo de ello). Hay que tomar en cuenta, además, que planificar producción petrolera para más de cinco décadas puede resultar un ejercicio de exagerada fantasía, si se

Carlos Mendoza Potellá / Venezuela ante la situación actual y perspectivas del mercado…

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consideran todos los factores que confluyen hacia una necesaria sustitución de los combustibles de origen fósil por alternativas menos destructivas y, en primer lugar, por el incremento de la eficiencia del consumo energético en general. Gráfico 2 Estimaciones Pdvsa 1980 Reservas probadas, probables y posibles Gran total: 380.000 millones Millones de barriles 300.000 – 264.000

250.000 –

200.000 –

Faja Petrolífera del Orinoco

Áreas nuevas

150.000 –

100.000 –

76.000 50.000 –

Probadas

Extrapesados

Medianos

Pesados

Livianos

Posibles

Probables

0–

40.000

Totales

Fuente: Pdvsa.

Hay suficiente crudo en los mercados para cubrir la demanda actual, pero, tal como se constata al revisar los pronósticos OPEP de abril de 2008, para el año 2030 se requerirá un suministro adicional de casi 30 millones de barriles diarios. Por lo pronto, en el corto plazo, y más allá del fenómeno especulativo, lo cierto es que los costos de los combustibles derivados de los hidrocarburos se encuentran en franco crecimiento. Si existiera la posibilidad de que los precios petroleros bajaran a promedios de 50 o 60 dólares por barril, entonces sí podría presentarse un grave problema global de suministro, porque, sencillamente, no se realizarán las inversiones necesarias para aumentar la oferta a los ritmos exigidos por la demanda.

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186

Cuadro 1 World oil demand outlook in the reference case mb/d

2005

2010

2015

North America

25,5

26,1

Western Europe

15,5

15,6

OECD Pacific

8,6

OECD

2020

2025

2030

26,9

27,7

28,4

29,0

15,8

15,9

15,9

15,8

8,6

8,6

8,6

8,6

8,5

49,6

50,3

51,3

52,2

52,9

53,4

Latin America

4,6

5,0

5,5

5,9

6,4

6,8

Middle East & Africa

3,0

3,4

4,0

4,6

5,2

5,9

South Asia

3,1

3,9

5,0

6,1

7,3

8,6

Southeast Asia

4,4

5,2

6,1

7,1

8,0

9,0

China

6,5

8,7

10,4

12,3

14,3

16,4

OPEC

7,4

8,2

9,1

9,9

10,8

11,7

DCs

29,0

34,5

40,0

45,9

52,0

58,5

FSU

3,8

4,0

4,2

4,3

4,5

4,6

Other Europe

0,9

0,9

1,0

1,0

1,0

1,1

Transition economies

4,7

4,9

5,2

5,4

5,5

5,7

83,3

89,7

96,5

103,5

110,4

117,6

World

Fuente: OPEC oil outlook to 2030, Roma, 20-22 de abril de 2008.

Con tales límites inferiores, el horizonte de producción del petróleo venezolano es muy amplio en tanto no se produzca una sustitución total del petróleo por fuentes alternativas de energía. Vale decir, entonces, que el petróleo venezolano durará más que la era de los hidrocarburos como combustibles para la generación de energía. El fin de esta era ha sido predicho muchas veces, fallidamente, desde hace más de 30 años. Sin embargo, no podemos confiar en que siempre será así, aunque ello no sea visible en el corto plazo. Los largos plazos comienzan hoy y no podemos esperar estar colocados al borde del precipicio para actuar, vale decir, para comenzar el camino de la eternamente pospuesta “siembra petrolera”, aquella que nos permita independizarnos de su renta y de sus condicionantes externas.

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 187-193 • ISSN: 0005-4720

Volatilidad de los precios del petróleo: ¿especulación, cobertura, fundamentos, cambios estructurales?1

García G. Mendoza P. Carlos García González*

Carlos Mendoza Potellá*

(Recopilación, traducción y comentarios) La tendencia alcista experimentada por los precios del petróleo desde el tercer trimestre de 2007 no ha sido explicada de manera convincente. Existen diversos enfoques sobre el tema: de un lado se colocan aquellos que sostienen que detrás de este comportamiento existe un fuerte componente especulativo asociado a la entrada masiva de flujos ávidos de rentabilidad y/o diversificación de riesgos dirigidos por inversionistas institucionales como fondos de pensiones, de cobertura y soberanos. Y, por el otro lado, están los que estiman que los mayores niveles de precios reflejan temores de escasez en el mediano plazo, por lo cual se necesitan precios altos que estimulen la oferta necesaria para vencer las insuficiencias que se vislumbran en el futuro. La verdad parece encontrarse a medio camino entre estas dos consideraciones. Particularmente, en este material se revisan las características de los así llamados “factores especulativos”.

* Economista, Universidad Central de Venezuela (UCV). Magíster en Arts in Economics, Claremont Graduate University, EE UU. Cursante de la maestría en Filosofía, Universidad Simón Bolívar (USB). Jefe de la Oficina de Estudios Internacionales del BCV. Correo electrónico: [emailprotected] * Economista y Magíster en Economía y Administración de los Hidrocarburos, Universidad Central de Venezuela (UCV). Profesor Asociado Jubilado, Universidad Central de Venezuela. Asesor a la presidencia del BCV y Director de la Revista BCV. Correo electrónico: cmendoza@ bcv.org.ve Trabajo presentado en la reunión del Comité Permanente de Políticas Monetaria, Cambiaria y Financiera del BCV el 20 de agosto de 2008. 1

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Es un hecho ya constatado que los fondos institucionales rebalancearon sus portafolios, a partir de agosto de 2007, canjearon posiciones en los corros bursátiles y entraron en los mercados de futuros debido a una fuerte caída en los valores de empresas financieras golpeadas severamente por la crisis hipotecaria estadounidense. El escalamiento de posiciones largas en los mercados de futuros disparó los precios del crudo desde el segundo semestre de 2007 hasta los primeros días de julio de 2008, arrastrando también el precio en el mercado spot hasta niveles récord. Los profundos efectos inflacionarios causados por los mayores precios del petróleo en la cadena de producción, en particular de bienes de consumo esenciales, atrajeron la atención del ámbito legislativo norteamericano debido al costo político que acarrea. Este mayor interés se enfocó, inicialmente, en los efectos de la utilización de insumos agrícolas como el maíz para la elaboración de biocombustible. A partir de esta vinculación se sostuvo que el referente para los precios agrícolas era el precio del petróleo. Sea esto o no cierto, el dilema ¿energía o alimentos? reforzó las investigaciones dentro del Congreso estadounidense dirigidas a ponerle un coto a las actividades especulativas en los mercados de futuros.

¿Qué son los mercados de futuros y opciones de petróleo? ¿Cómo se negocia en ellos? Son instrumentos financieros derivados de una obligación, lo cual exige a los participantes a entregar o tomar una cantidad de barriles pactados en una fecha específica en el futuro. Estas operaciones se realizan con el crudo West Texas Intermediate (WTI) en el mercado de Nueva York (Nymex) y con el crudo Brent en el Mercado Intercontinental (ICE) de Londres. Los principales participantes de estos mercados son empresas que necesitan el petróleo para su actividad productiva y lo hacen para contrarrestar la volatilidad de los precios, por lo cual buscan coberturas. Son los denominados hedgers, cuya actividad no es considerada especulación o, en todo caso, se trataría de un tipo de “especulación legítima”. Los otros, quienes actúan de manera creciente en estos mercados, son los actores propiamente especulativos, es decir, bancos e instituciones financieras que buscan rentabilidades apostando a una dirección determinada, en particular al alza de los precios. Las instancias que garantizan la realización de los contratos a futuro y opciones, tales como cámaras de compensación, son la Commodity Futures Trading

C. García González, C. Mendoza Potellá / Volatilidad de los precios del petróleo: ¿especulación, …?

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Commission (CFTC) en Estados Unidos y la London Clearing House en Reino Unido. Los contratos se establecen pagando una pequeña cantidad de dinero denominada margen, que funge de seguro de depósito. Este margen se revisa a diario y se exige su reposición si el contrato no genera ganancia. El contrato se convierte en barriles verdaderos a la fecha acordada o puede ser honrado en efectivo. Este cierre del contrato puede anticiparse a la fecha acordada. La proporción entre barriles físicos de petróleo que se negocian y los llamados barriles de papel es desproporcionada. Estos últimos representan un múltiplo de aquéllos y, en los últimos tiempos, ese múltiplo ha pasado de 8 a 15. El CFTC monitorea los contratos que se establecen, clasificándolos como comerciales y no comerciales. Cuando la operación busca protegerse de acuerdo con cierta definición de la CFTC, se cataloga como comercial. Acá se incluye desde empresas agrícolas hasta fabricantes de alimentos concentrados para animales. Dentro de los señalados como no comerciales están los fondos de cobertura, operadores financieros en índices de commodities, corredores de valores, etcétera. Se habla de “especulación excesiva” cuando se producen repentinas y fluctuaciones excesivas o cambios injustificados en los precios de los commodities. Estudios realizados por la Oficina del Economista Jefe de la CFTC2 sobre el impacto del grupo de especuladores en el reciente incremento de los precios del petróleo, han hallado que cuando los precios responden a las informaciones diarias, el grupo que participa por razones comerciales es el primero en reaccionar, ajustando sus posiciones, mientras que los no comerciales, también catalogados como especuladores, siempre siguen la corriente. Esto llevó a la conclusión de que no había evidencia que cambios en las posiciones realizadas por los especuladores precedan los cambios observados en los precios de los contratos de futuros. Distintas pruebas realizadas reflejaban, por el contrario, cómo las variaciones en las posiciones llevadas a cabo por el grupo calificado como comercial sí precedía significativamente cambios en los precios. Los estudios realizados en el seno del CFTC concluyeron que los precios de los futuros, que abarcan desde bienes agrícolas hasta energía, están siendo impulsados por fuerzas económicas fundamentales y el funcionamiento de las leyes de oferta y demanda. Entre los fundamentos destacan la creciente demanda de

http://www.latimes.com/media/acrobat/2008-05/39090475.pdf

2

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los países emergentes, reducción en la oferta debido a razones climáticas y eventos geopolíticos y la debilidad del dólar estadounidense. De todas maneras, el CFTC reconoce que se está frente a una dinámica distinta en los mercados de futuros, en los cuales se combinan una creciente transacción, mayor innovación, complejidad y globalización en todos los commodities. Aun cuando la CFTC, como reguladores, afirman que existe suficiente supervisión sobre la forma como operan los mercados de futuros, una cuidada transparencia para detectar irregularidades y fuertes sanciones pecuniarias a quienes infringen el marco regulatorio de funcionamiento, hay opiniones que difieren y estiman que se justifica el establecimiento de controles que aumenten la eficiencia de este mercado y erradiquen las distorsiones que aparentemente se reflejan en los elevados precios de los commodities. En tal sentido, desde 2006 se han venido promoviendo audiencias en el Congreso estadounidense, siendo las más recientes las realizadas el 3 de junio en el Comité de Comercio, Ciencias y Transporte del Senado. Una de las intervenciones más críticas ha sido la de Mark Cooper, director de investigación de la Federación de Consumidores de Estados Unidos, quien presentó su testimonio dentro de la discusión sobre “Energy market manipulation and federal enforcement regimes”3. Según este investigador, la CTFC y la Comisión Federal que regula el mercado de la Energía (FERC) han fracasado en proteger al consumidor debido a su lentitud en reconocer el problema de la especulación, al no indagar en las verdaderas causas que han llevado a los abusos en el mercado de futuros de commodities. De acuerdo con Mark Cooper, los precios han mostrado un comportamiento que va más allá de las justificaciones asociadas al mercado de contratos físicos de barriles de petróleo. Este patrón de conducta reflejaría que este mercado está subregulado, ya que desde sus inicios y por reformas que luego se introdujeron en 2000, la regulación se flexibilizó y dio entrada a manipuladores que empujaron los precios al alza4. Por otro lado, la teoría de un funcionamiento eficiente de estos mercados en cuanto al establecimiento de los precios, no se ve apoyada por el análisis económico. De allí que ha surgido una prima de riesgo entre 10% y 20%; además,

http://commerce.senate.gov/public/_files/CFATestimony_HearingonMarketManipulation.pdf

3

Se trata de la llamada Enron Loophole. En 2000 se modificó el Acta de modernización de los mercados de commodities y en la cual se autorizaron las operaciones de futuros en mercados no regulados. 4

C. García González, C. Mendoza Potellá / Volatilidad de los precios del petróleo: ¿especulación, …?

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los precios están por encima del costo de producción. Los mercados donde más se transan operaciones sobre futuros están pobremente regulados, lo cual, en efecto, corresponden a los mercados electrónicos (over-the-counter) que no son auditados. De allí que se propone una regulación más estricta que haga conocer la totalidad de las posiciones de los participantes en los mercados Nymex e ICE5, además de aumentar el margen con el cual se enganchan las operaciones que se pactan para así evitar el excesivo apalancamiento del cual disfrutan los participantes especulativos. Asimismo, se exige que se revoque la medida aprobada en 2000 que impulsó el mercado de futuros no regulados, es decir, el ICE, sita en Londres y no sujeto a regulación del CFTC. Las audiencias que se vienen realizando desde hace dos años en el Congreso estadounidense han ido convenciendo gradualmente a los legisladores sobre la necesidad de establecer acciones que regulen de manera más estricta estos mercados de futuros. Esto ha sido paulatino debido al debilitamiento que ha habido en los argumentos de los reguladores federales, quienes, de acuerdo con investigaciones económicas realizadas por su propio staff de profesionales, invariablemente mostraban que los especuladores no afectaban los precios, sino que ello había que atribuírselo a factores fundamentales que escapan del control del CFTC. Ha sido clave en este cambio de posición el discurrir de los acontecimientos desde 2006 hasta ahora, habida cuenta de que en ese período y, en particular desde el segundo semestre de 2007, los precios del petróleo se han disparado de manera explosiva. En las audiencias del 20 de mayo, celebradas en el Comité de Asuntos Gubernamentales y Seguridad Doméstica, su presidente Joseph Lieberman rechazó abiertamente el argumento del Director del CFTC sobre la ausencia de influencia de la especulación en la formación de precios de los bienes agrícolas y energía. De hecho, este senador demandó el estudio de medidas legislativas que obviaran la acción reguladora del CFTC y limitaran la acción de los especuladores en los mercados de futuros. De esos debates surgió la convicción de que un alto porcentaje de las operaciones realizadas con futuros de WTI fueron controladas por intereses no comerciales. Esto quedó claro cuando se estableció que la CFTC nunca examinó las posiciones de estos participantes acuñados como swap dealers. En pocas

Este mercado, antiguamente conocido como Internacional Petroleum Exchange (IPE), fue comprado en 2001 por Intercontinental Exchange, ubicada en Atlanta, EE UU, la cual fue fundada, entre otros, por Goldman Sachs, Morgan Stanley y British Petroleum. 5

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palabras, en las audiencias quedó claro que no se contaron buena parte de las posiciones de ciertos bancos de inversión y fondos de cobertura como especuladores6. Si estas posiciones fueron clasificadas adecuadamente, las operaciones realizadas con fines especulativos subirían a 70% y no cerca de 35%, como sostiene la CFTC. Los senadores también se dirigieron al CFTC pidiéndole que se aclarara porqué se seguía tratando las operaciones no reguladas en los mercados de futuros poseídos por ICE como si se hicieran en el Reino Unido, cuando las transacciones se hacían en Atlanta, Georgia. Casualmente, después de este requerimiento la CFTC ha empezado a solicitar, en el corto plazo, al regulador británico (FSA) la data de los contratos negociados electrónicamente. Este intercambio de información debería despejar la hipótesis de la especulación en los precios. De las audiencias realizadas surge la evaluación que lleva a considerar que el mercado petrolero está abrumadoramente dominado por especuladores, la mayoría de los cuales escapa a las regulaciones existentes. De acuerdo con Michael Greenberger, profesor de Leyes de la Universidad de Maryland, no debe sorprender, en tal sentido, que Goldman Sachs pueda confiadamente pronosticar que el precio pronto alcanzará el nivel de los 200 dólares el barril7. Las presiones del Congreso estadounidense dirigidas a reforzar las regulaciones que norman los mercados de futuros y las señales dadas por el Presidente de la Reserva Federal sobre el fin de la baja de tasas de interés, además de su declaración sobre un dólar fuerte, llevaron a un ajuste importante en los futuros de petróleo, cayendo en dos desde 133 hasta a 122 dólares el barril al cierre del 4 de junio de 2008. El 15 de agosto pasado el nivel de ese indicador cayó hasta 112 $/bl. Todo parece indicar que este descenso del precio es el inicio de la ruptura de lo que algunos han calificado como la burbuja del petróleo, por lo cual los precios de este producto regresarían a niveles más cónsonos con los fundamentos, los cuales podrían ubicarse entre 90 y 100 dólares/bl. Confirmando lo dicho por algunos senadores y representantes norteamericanos sobre la carencia de un monitoreo efectivo de las actividades especulativas, un

La creciente presencia de los inversionistas institucionales en los mercados de commodities surgió luego de las pérdidas dejadas por la burbuja punto.com en 2001. Los futuros surgieron como una “nueva clase de activo” para diversificar los portafolios. Estos inversionistas resultaron especuladores de nuevo tipo. Los bancos de inversión crearon índices de materias primas sobre los cuales distribuir la asignación de portafolios, siendo los más populares el Standard & Poors-Goldman Sachs Commodity Index y el Dow Jones-AIG.

6

http://commerce.senate.gov/public/_files/IMGJune3Testimony0.pdf

7

C. García González, C. Mendoza Potellá / Volatilidad de los precios del petróleo: ¿especulación, …?

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reporte del Wall Street Journal del 15 de agosto de 2008 informa que datos del mes de julio de la propia Commodity Futures Trading Commission confirman que esa comisión se equivocó en la clasificación de algunos negociadores. Ahora, su propia estimación del porcentaje especulativo en el número de contratos de futuros y opciones pasó de 38 a 49% de todas las transacciones. (Como ya se anotó, en las audiencias senatoriales se estimó ese porcentaje en 70%) El tamaño de esta “rectificación” está abonando el terreno para que tomen nuevas medidas legislativas para aumentar el control de ese mercado8.

En verdad, es bastante fina la diferenciación entre especuladores legítimos (hedgers), quienes buscan cobertura para cubrir riesgos en su propio giro comercial como demandantes u oferentes reales en ese mercado, y los “especuladores-especuladores”, que se incorporan al mismo como “apostadores”. 8

a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a aa a a a a a aa a a a a a a a a a a aa a a a

Obras reseñadas Obras reseñadas

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 197-198 • ISSN: 0005-4720

Unamef Innovaciones de los sistemas de pago minoristas en Venezuela, 2006 Banco Central de Venezuela, 2008, 110 p.

Reseñamos un pequeño volumen, publicado por el BCV, que recoge el material presentado en el Primer Foro sobre Sistemas de Pago, celebrado el 20 de octubre de 2006. El interés de su contenido es tal que esa primera edición se agotó y ya está en prensa la segunda. Y no es para menos, si se considera que el funcionamiento cotidiano de una economía será más o menos dinámico en la medida en que sus sistemas de pago garanticen la fluidez de la circulación monetaria, de manera tal que puedan multiplicarse las transacciones mercantiles que en ella se realizan, al tiempo que se garantizan la seguridad y confiabilidad de las mismas. Por ello, el conocimiento de sus características, modalidades, desarrollos recientes y perspectivas de ampliación y modernización es ineludible para todos los agentes económicos, vale decir, para cualquier persona. La supervisión y control de esos sistemas son responsabilidades inherentes al Banco Central de Venezuela, el cual “vela por el correcto funcionamiento de los sistemas de pago y establece sus normas de operación debido a su importancia en la estabilidad financiera y para el logro de los objetivos económicos y sociales del país”. En palabras del doctor Gastón Parra Luzardo: Los bancos centrales están cada vez más conscientes de que la promoción de la eficiencia y seguridad de los medios de pago minoristas es parte integral de la responsabilidad que tienen con el público, ya que la confianza que la sociedad deposita en la moneda, fundamental en su estabilidad y credibilidad, podría verse amenazada si los sistemas de pago minoristas no son eficientes, resultan inseguros, poco flexibles o prácticos para sus usuarios.

En ejercicio de esa conciencia, el Banco Central de Venezuela promovió este Primer Foro, en el cual sus participantes, representantes del sector bancario

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privado y funcionarios del BCV, presentaron todas las facetas del tema en cuestión. Así lo hicieron Rodolfo Gasparri, representando al sector bancario, Arturo Banch, miembro de la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico y gerente general de Soluciones Internet en Movistar, Cristóbal Bonnin, del BCV, representando a la Cámara de Compensación Electrónica administrada por el instituto emisor, Luleyma de Torrealba, presidenta de la Cámara Venezolana de Tarjetas de Crédito, y Maximir Álvarez en nombre del Banco Central de Venezuela. Veamos los resúmenes que anuncian cada ponencia: • Enfoque bancario: “…evolución de los principales medios de pago y canales de distribución utilizados por las instituciones financiera del país…”. • Enfoque comercial: “El desarrollo del comercio electrónico está sujeto a barreras como el auge del fraude electrónico, la ausencia de buenas infraestructuras de pago”. • Visión del BCV: “La creación de la Cámara de Compensación Electrónica ha promovido el desarrollo de proyectos e instrumentos innovadores de pagos. A su vez, la Cámara ha permitido que el público en general se favorezca con las mejoras tecnológicas y operativas que se han implementado”. • Papel de las empresas de telecomunicaciones: “La amplia variedad de aplicaciones y la penetración que han tenido en el mercado los teléfonos celulares hacen que las empresas de telecomunicaciones hoy se replanteen su rol en diversos campos, entre ellos los sistemas de pagos”. • Tarjetas de pago y dinero electrónico: “Las tarjetas de crédito han evolucionado de ser un medio limitado de pago a una herramienta global que permite realizar múltiples tipos de pago, comercio electrónico con seguridad, flexibilidad y comodidad para los clientes e instituciones financieras y los establecimientos comerciales”. • El BCV y los instrumentos y medios de pago: “El BCV desde su creación ha estado vinculado con las innovaciones y mejoras en los sistemas y medios de pago del país con el fin de coadyuvar en el desarrollo de la economía y la sociedad”. Como puede verse, no es exagerado el énfasis de esta reseña al destacar el interés de este volumen. CMP

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 199-201 • ISSN: 0005-4720

Theotonio Dos Santos Del terror a la esperanza, auge y decadencia del neoliberalismo Monte Ávila Editores Latinoamericana, C.A. y Banco Central de Venezuela, 2006, 574 p.

La conjunción de esfuerzos de Monte Ávila Editores Latinoamericana, C.A. y de las Ediciones del Banco Central de Venezuela, nos brindan la oportunidad de leer y estudiar esta obra de gran aliento del reconocido científico social Theotonio Dos Santos, quien ha dedicado gran parte de su vida al estudio y análisis de la realidad sociopolítica de América meridional. Dos Santos pertenece al selecto grupo de autores que renovaron el pensamiento regional y se erigieron en los creadores de la elaboración teórica y de la doctrina científica regional que consolidó una escuela con perfil propio. Este autor ha trabajado de manera sostenida en universidades, centros de investigación autóctonos y foráneos, así como en organismos multilaterales, entre los cuales se cuenta con la Comisión Económica para América Latina (Cepal). En uno de sus últimos títulos publicados, La teoría de la dependencia, balances y perspectivas (Buenos Aires, Plaza & Janés, 2003), formula un recuento de la naturaleza, el origen y las peripecias de la teoría de la dependencia, de su fundamento crítico, de la significación de ella en la historia de las doctrinas y, paralelamente, hace el balance de su participación personal en la confección de los primeros planteamientos que se hicieron acerca de la teoría del “sistema mundo”, que resulta a la postre un estadio interpretativo orientado a demostrar que el sistema capitalista mundial requiere para su desenvolvimiento, la existencia de la zona subdesarrollada, ya que ambos mundos, el desarrollado y no desarrollado, constituyen estructural y funcionalmente una unidad de carácter universal. Dos Santos es titulado en Sociología, Política y Administración Pública, Magíster en Ciencias Políticas y Doctor en Economía. Se ha desempeñado en la docencia e investigación en diferentes y acreditadas universidades estadounidenses, canadienses, centroamericanas y suramericanas. También, ha cumplido iguales funciones en Francia y Japón. Es autor de más de cuarenta libros y de centenares de artículos publicados en revistas especializadas, que constituyen su aporte al

200

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pensamiento universal. Su producción intelectual está traducida a más de quince lenguas foráneas y su acervo bibliográfico circula en múltiples países. Del terror a la esperanza…, libro que reseñamos, contiene un denso prólogo del maestro Domingo Maza Zavala y ocho grandes capítulos que analizan los siguientes temas: el neoliberalismo como doctrina y el futuro de la ciencia económica; el estado en un mundo en globalización; los neoliberales en el poder y sus contradicciones; la crisis del neoliberalismo; hegemonía y contrahegemonía; globalización y crisis mundial; democratización, ajuste estructural y Consenso de Washington, y un último aparte referido a la situación de Brasil, durante el lapso 1994-2004, período que caracteriza como el que va de la trampa neoliberal al nuevo bloque histórico. Cuatro temas fundamentales son abordados en la obra, como bien lo apunta el prologuista Maza Zavala, ellos son: el neoliberalismo como doctrina y estrategia del poder; el terror como arma ideológica, política y militar de la dominación hegemónica mundial; los procesos históricos de la dominación y la dependencia, y en cuarto lugar, las luchas por la transformación necesaria y posible del orden nacional, regional y mundial. El libro destaca cómo los esfuerzos de cambio de los países del Tercer Mundo tratan de ser anulados por los países dominantes, los que esgrimen la calificación de terrorista para cualquier movimiento que pretenda modificar el orden mundial que sirve de marco a la dominación que secularmente han ejercido, disfrazando de esta manera quiénes son los verdaderos terroristas por cuanto durante siglos utilizaron y utilizan el poder militar y el dominio económico para sojuzgar al mundo subdesarrollado. Dos Santos plantea, en lo que podemos considerar su conclusión final, severas reconvenciones a los economistas y técnicos de las instituciones financieras nacionales e internacionales, defensores y propulsores del enfoque neoliberal y, de manera particular, a quienes en los bancos centrales defienden la autonomía de estas instituciones como un valor absoluto que está por encima de los intereses de la sociedad y del Estado. Textualmente asevera: “Ellos [los bancos centrales y los técnicos] son quienes definen lo que es bueno para nuestras economías, lo que detiene la inflación que, según decidieron ellos, es el único objetivo de las políticas monetarias y financieras (p. 522)”. Dos Santos los acusa de obedecer, mecánica y ciegamente, a los postulados del pensamiento económico que se difunden en las universidades, centros de investigación, academias y organismos de los países desarrollados, así como las directrices de política económica calcadas de las prevalecientes en las economías industriales, poseedoras de una estructura económica ajena a la realidad del entorno en que se producen los hechos económicos sociales y políticos del subde­sarrollo. “Los tecnócratas niegan las diferencias estructurales entre las economías desarrolladas y las subdesarrolladas o dependientes (p. 523)”.

Theotonio Dos Santos / Del terror a la esperanza, auge y decadencia del neoliberalismo

201

Recomendamos ampliamente la lectura, estudio y análisis de esta obra controversial y polémica, como todas las de este científico social, pero cuyo contenido consideramos de gran valor para comprender los transcendentales procesos de cambios que vivimos en la actualidad. José Moreno Colmenares

Revista BCV • Vol. XXII, N° 2, Caracas, julio-diciembre 2008, pp. 203-205 • ISSN: 0005-4720

Duncan Clarke Empires of oil Profile Books Ltd., Londres, 2007

En la década actual el juego petrolero mundial ha cambiado radicalmente. Los que otrora lo dominaban, como eran las conocidas siete hermanas, han tenido que rendirse ante la emergencia de nuevos poderes. Asimismo, ha cambiado la valoración del crudo al concentrar un sentido estratégico mayor frente al cambio global de poderes, en que se empieza a notar la presencia insoslayable de países de la periferia como China, India, Brasil y Rusia. Hablar de un ascendente paradigma en esta pugna de poderes económicos es tentador, por lo que se impone una revisión histórica del destino de los imperios, los estados-nación, los gobiernos y las corporaciones privadas como guía para entender el desenlace de esta nueva realidad de la geopolítica mundial. Tal es la tarea que se propone Duncan Clarke en la obra que acá se comenta. Al respecto señala lo siguiente, “...el mundo antiguo ofrece modelos que pueden ilustrar nuestro mundo contemporáneo”. Este sentido de la historia como hilo conductor lleva al autor a subtitular su libro Petróleo de las corporaciones en mundos de bárbaros, haciendo analogía con la forma como los imperios han sucumbido a lo largo de las civilizaciones humanas. ¿Qué significado tiene hablar de bárbaros en los tiempos que corren? Mucho, según Duncan Clarke, basta observar las grandes transformaciones que han ocurrido en la industria petrolera en las últimas décadas, las reestructuraciones de las corporaciones, el surgimiento de nuevos jugadores procedentes de compañías petroleras y gobiernos de Asia, África, América Latina, Medio Oriente y Rusia. Estos nuevos actores, cual los bárbaros que minaron el antiguo Imperio romano, tienen visiones del mundo divergentes, e incluso reñidas, con el modelo propugnado por los cánones del capitalismo occidental. El contraste de visiones plantea la necesidad de contraestrategias para sobrevivir en esta lucha por el dominio político y económico.

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Hoy más que nunca hay que entender, en aras de sobrevivir, los cambios que dentro y alrededor de la industria petrolera configuran el futuro hacia el cual se dirigen las sociedades. Por ello, Duncan Clarke analiza la corporación petrolera estadounidense y sus competidores ubicados en los países emergentes. Para ello rinde tributo a las ideas de dos ilustres pensadores de la ciencia política, Nicolás Maquiavelo y Edward Gibbon. Maquiavelo confiere el prisma a través del cual observar el juego de poderes en que subyace la disputa entre los nuevos y viejos actores en la industria petrolera global. Gibbon es una guía para entender el tratamiento histórico de la noción de “Imperio”, es decir, cómo han nacido, triunfado y sucumbido a lo largo de la historia. Al final de cuentas, los nuevos imperios hunden sus raíces en terrenos controlados por los que van en vías de ser desplazados. Duncan Clarke también abreva, particularmente, en los textos de un reputado estudioso del mundo petrolero como es Peter R. Odell, aparte de autores como Daniel Yergin y otros para trazar la historia del mundo petrolero en el siglo xx. Al decir de Duncan Clarke, existen paralelismos entre la situación en la Segunda Guerra Mundial y las guerras petroleras de ahora, como las de Irak y Kuwait, donde se pone de manifiesto una angustia global asociada con el temor de escasez y la noción de seguridad energética en el mundo. El paradigma que está surgiendo está teñido de nacionalismo petrolero y un retroceso de las corporaciones privadas, lo cual les impone a éstas encontrar nuevas estrategias para sobrevivir en el largo plazo. En esta lucha también está en juego la continuidad de los imperios occidentales construidos sobre los hidrocarburos. Para el autor, el petróleo está en el centro de la lucha por los recursos naturales escasos que caracterizará el siglo que vivimos. El mundo que contempla Duncan Clarke es uno donde el debilitamiento de los actuales imperios podría acarrear nuevos riesgos y amenazas al statu-quo que venía gobernando el mundo petrolero. Podría surgir un mundo más balcanizado y menos legitimado. Por ello, el mundo occidental y las corporaciones petroleras privadas podrían tender a concentrarse en zonas estratégicas. Asimismo, se plantearía un cambio hacia opciones energéticas no petroleras en un mundo temeroso del calentamiento global. La lectura del libro en referencia es sumamente útil para ayudarnos a entender las razones que están detrás de la fase ascendente de los precios del petróleo iniciada en 2002 y que parece consolidarse hacia niveles jamás vistos. ¿Qué elementos subyacen detrás de lo que parece ser un cambio estructural del mercado petrolero? Los profundos cambios geopolíticos, como los expuestos por Duncan Clarke, ayudan a entender cómo el ascenso de nuevos actores como China y Rusia

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poscomunista, así como los países que conforman el Consejo de Cooperación del Golfo, han cambiado el juego petrolero global. El limitado acceso de las petroleras privadas a las grandes reservas petroleras en los países del Golfo, Rusia y Venezuela se presenta, entre otras razones, como un elemento crucial en la nueva realidad de los precios. Por ello, las corporaciones petroleras privadas han desarrollado las más costosas reservas petroleras costa afuera y se han concentrado en la costa occidental de África o han invertido grandes sumas en la producción de crudo mejorado en la provincia de Alberta, Canadá, a través de la transformación de las arenas bituminosas. Ello, sin embargo, no ha podido rendir el milagro del Mar del Norte en los ochenta, cuando se inclinó la balanza de la oferta hacia las fuentes no OPEP y ello generó un debilitamiento importante en los precios del petróleo que duró hasta finales de los noventa. Por otro lado, el imparable crecimiento económico de China, basado en el giro dado por el Partido Comunista en 1979 y la irradiación del fenómeno de la globalización al convertir a este país en el taller del mundo, han levantado un gigante ávido de recursos energéticos y otros insumos, que ha cambiado y seguirá cambiando el poder global. Ha sido de tal magnitud su ascenso que la oferta de petróleo, para hablar sólo del tema de energía, se ha quedado corta para satisfacer su creciente demanda de crudo. Sobre estos cambios en el control de las reservas mundiales de petróleo y el agrandamiento de China tiene mucho que decirnos el trabajo de Duncan Clarke. Los nuevos actores quizás no vengan a fundar un nuevo Imperio, pero sí a reclamar la fundación de una institucionalidad internacional que reconozca su mayor preponderancia. Carlos Felipe García González

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